martes, 4 de octubre de 2011

MOVIMIENTO DE PINZAS DEL TROTSKISMO PARA PROVOCAR EL ESTALLIDO Y LA REVOLUCIÓN


Leemos en la corneta al hermano de Altamira: "Los rendimientos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS- que deberían alcanzar para pagar la Asignación Universal por Hijo (AUH)- ya no son suficientes para pagar ese beneficio . Y para cubrir ese déficit el Gobierno viene recortando las asignaciones familiares y el número de beneficiarios.

Allí figura que por la renta del FGS ingresarán $ 9.600 millones mientras se pagará por la AUH $ 10.043 millones, quedando un rojo de $ 443 millones.Para 2012 los cálculos oficiales prevén un déficit de $ 1.280 millones por ingresos por $ 10.412 millones y pagos por $ 11.692 millones.

De todos modos estos números deficitarios lucen optimistas. La crisis global está afectando las rentabilidades de los títulos y acciones, que son los papeles preferidos del FGS de la ANSeS.

La AUH, que abarca a los trabajadores desocupados y con empleos en negro que tienen hijos menores, se estableció a fines de 2009 con el argumento de que ese beneficio era sustentable sobre la base de destinar a ese fin la rentabilidad anual del FGS.".

Observen como la pluma de Bermúdez parece hasta solazarse con su descubrimiento, trasluciendo la cada vez mayor influencia del Partido Obrero no ya en los editoriales de uno de sus columnistas económicos (casi como si los escribiera en la mesa familiar de los domingos, con el hermano soplándole ideas mientras le sirve el vermouth), sino en el mismo perfil del diario de Magnetto; que al igual que La Nación, se han vuelto decididamente clasistas y combativos, como dice Lucas.

Imaginen: la plata de la Anses no alcanza, los beneficiarios de la AUH se quedarán sin cobrarla, o se la recortarán: el caldo de cultivo ideal para el estallido social, y la instauración de un gobierno proletario que estatice el petróleo y las privatizadas, bajo control obrero y del centro de estudiantes de Sociales de la UBA.

El problema es que administrar el Estado es un poco más complejo; y Bermúdez omite un dato esencial (o miente deliberadamente): desde el Presupuesto 2010, la asignación universal por hijo se atiende (como todo los gastos de la Anses) con el Presupuesto Nacional, es decir que el programa está consolidado con el resto del sector público nacional; algo que justamente pedía la oposición cuando se la impuso.

Y eso implica que el Estado echará mano a todas sus fuentes de recursos para atender el pago de los beneficios, como lo hace con el resto de las asignaciones familiares. De hecho, el DNU 1602/09 que creó la AUH no hizo sino insertarla en el sistema de la Ley 24.714; y otro tanto sucedió con la asignación por embarazo extendida este año.

Por esa razón cualquiera que acceda a la parte pertinente del Presupuesto Nacional como lo hizo Bermúdez, pero que tenga mayor honestidad intelectual que él (algo que no es muy difícil de lograr) se encontraría con esto:


Es la discriminación de los recursos con que contará la Anses en el 2012 para afrontar sus gastos, y el último recuadro corresponde a las Contribuciones Figurativas (más de 42.000 millones de pesos), es decir los aportes del Tesoro para completar su financiación, porque sus recursos propios no le alcanzan, pero eso sucede desde antes de la implementación de la AUH: de hecho, el valor de las Contribuciones Figurativas es casi cuatro veces el de los 11.692 millones de pesos que reportará asignación universal el año próximo.

Claro que todo esto Bermúdez lo sabe, pero conviene más a la línea discursiva del trotskismo -en sus dos vertientes: la de Altamira y la de Magnetto- ocultarlo y hablar generalidades bobas como "que se hace con la plata de los jubilados", o "no queremos una Anses rica con jubilados pobres", como suele repetir Binner.

De paso: el recuadro que hicimos en la parte superior de la captura de pantalla del presupuesto de la Anses refiere a la parte de sus recursos que provienen de la afectación del 15 % de la masa coparticipable (la parte correspondiente a la Nación y a las provincias) para la financiación de la seguridad social; es decir lo que el gobierno de Santa Fe está reclamando por medio del estudio de Gil Lavedra ante la Corte Suprema.

Como pueden ver, no es necesario ser un mago de las finanzas para darse cuenta de que, si el reclamo de Binner prosperase, lo seguirían otras provincias y la Anses se vería privada (con cifras proyectadas al 2012) de por lo menos 56.000 millones de pesos al año; y ahí sí que se le dificultaría pagar no ya la AUH, sino todas las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares a su cargo.

Sin embargo esto a Bermúdez y a Clarín parece no preocuparles; ¿serán tal vez Binner y Gil Lavedra parte de otra línea interna del PO, tratando de agudizar las contradicciones para producir el estallido social y la revolución?

Y hay dos párrafos finales de la nota que transcribimos, y como no tienen conectores, desconciertan (ojo: los que tienen conectores, en un punto, también), dice Bermúdez: "Congelar las asignaciones no periódicas, como por nacimiento, matrimonio o adopción. Y la ayuda escolar anual. Aumentar el resto de los beneficios menos que la inflación y los salarios." . 

¿Un acto fallido, una parte traspapelada de un larguísimo panfleto del PO describiendo sintéticamente -tan sintético como puede ser un trosco- el programa del régimen kirchnerista para perpetuar la explotación capitalista, o parte de la plataforma electoral del Frente Amplio Progresista?, vaya uno a saber.

Mientras tanto Cristina trata de llevar tranquilidad a los beneficiarios de la AUH, y ya tiene preparada la respuesta al editorial catastrofista de uno de los hermanitos Wermus:

 

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