martes, 7 de febrero de 2012

¿PERIODISMO BANANA O PERIODISMO DE MIERDA?



A ver si entre todos podemos entender que propósito persiguen Clarín y La Nación con esta desenfrenada ofensiva pro kelper que han emprendido desde que -por exclusiva responsabilidad de la resaca imperialista del gobierno de Cameron- escaló la tensión en el conflicto por Malvinas.

Alguno responderá de inmediato que -como siempre- buscan erosionar al gobierno de Cristina a como dé lugar, sin importar si para eso hay que confundir gobierno con Estado, o país con kirchnerismo, y cruzar ciertos límites que la corrección periodística o los lugares comunes les habían vedado cruzar hasta acá.

Y corriendo el riesgo de perder -en el camino- más jirones de la poca credibilidad que ya les queda, entre gente que no es kirchnerista, pero es inteligente y advierte estos derrapes, o para la que el tema Malvinas -como para todo argentino bien nacido- es particularmente sensible y movilizador.

Sobre todo porque temas para pegarle al kirchnerismo y al gobierno de Cristina no les faltan: que la corrupción (debutó Lanata y reapareció la palabra "testaferro", por ejemplo), que la pelea con Moyano, que el "ajuste", que la re reelección: hay para hacer dulce, digamos. 

Pero acá hay algo más que puro y simple anti kirchnerismo talibán (que lo hay, como negarlo); porque la línea editorial de los dos diarios respecto a Malvinas viene siendo particularmente insistente en los últimos tiempos con el tema de la visión de los kelpers: que como nos ven, que que piensan del conflicto y del reclamo argentino de soberanía, que que les falta -hasta bananas- o como se sienten, que si quisieran ser argentinos.

Incluso La Nación se fue corriendo paulatinamente de su rol de house organ explícito de la embaja británica (con el que se sienten más a gusto) hacia esta cobertura del conflicto "con rostro humano", pero preferentemente rubio, y kelper.

Puede que haya algo de guiño a sus lectores (muchos bastante primitivos en el análisis politico, siempre tentados a reducirlo a un problema de carácter o sicología de los personajes, idea fuerza común además en los columnistas del diario) para "enternecerlos" con la perspectiva de los pobres isleños acosados por la embestida kirchnerista; que no quieren para nada (¡horror, Dios los libre!) ser argentinos.

El problema es que esa tesitura coincide (como dos gotas de agua) con la estrategia del Foreing Office para encauzar el conflicto: nada de discutir soberanía entre los dos países, hay que escuchar los deseos y la opinión de los isleños, que quieren seguir siendo ingleses para siempre, y asunto terminado: no hay más que discutir.

Una coincidencia tan sugestiva que resulta sospechosa, y sin caer en teorías conspirativas o paranoides, hace que pensemos que hay verdaderamente detrás de esta persistente "kelperización" de la línea editorial de los dos diarios dueños de Papel Prensa.

Porque lo que en La Nación podría ser auténtica convicción ideológica (llevan el cipayismo en la sangre desde Mitre, digamos) o en Lanata simple estupidez congenita (otro caso de periodismo banana), en Clarín -a la larga o a la corta- siempre son razones de negocios, puras y duras.  

Quizás por allí haya que buscarle otra explicación al asunto.  

3 comentarios:

  1. yo?..yo me voy a poner del lado del mas debil,osea de la real fuerza armada de la gran bretaña.

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  2. ...estos se salvan porque este es un gobierno extremadamente respetuoso de las leyes. En otras regiones de este planeta no lo pasarian tan bien esta banda de cipayos traidores...

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  3. Hay una sola respuesta a la pregunta del título:
    PERIODISMO DE MIERDA.-

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