LA FRAZADA CORTA

Las dos capturas corresponden a la edición digital de Clarín de hoy, y aunque en el diagrama de la página están separadas por muchas noticias, tienen que ver con lo mismo: el conflicto docente y la paritaria nacional.

Y nos sirven para reflexionar sobre un par de cosas.

La primera, la complejidad que implica gobernar, porque supone administrar intereses, todos los días, y tomar decisiones: algo bastante más alejado del pensamiento mágico alentado desde los medios hegemónicos (y replicado por buena parte de la dirigencia política) que acuña zonceras del estilo "no mantengamos el "Fútbol Para Todos así les pagamos a los jubilados el 82 % móvil".

Como todos sabemos, el paro docente fue lanzado (antes del discurso de Cristina en el Congreso) porque la dirigencia gremial rechazó la oferta que hiciera el Ministerio de Educación en la paritaria nacional de llevar a 2800 pesos el salario del cargo testigo (maestro de grado con antigüedad inicial) que se toma como referencia para fijar el "pìso" mínimo de remuneración a la docencia, común a todo el país.

Ayer en esta entrada nosotros explicábamos como funcionaba al respecto la ley de financiamiento educativo (enteráte Clarín: la Ley Federal de Educación no existe más, fue derogada en el 2006) y el fondo de compensación salarial, para que el Estado nacional (con sus recursos propios, y con la afectación de parte de los que conforman la masa coparticipable) auxiliara financieramente a las provincias que no pueden pagar el "piso" pactado en el orden nacional, con sus propios recursos.

Para hacer la oferta que la docencia juzgó insuficiente la Nación tuvo que apelar a ese fondo, y obviamente para mejorarla (si se reanuda la discusión en la paritaria nacional) también debería hacerlo.

Eso implica que este año (a diferencia del anterior) habrá fondos que no irán a las provincias y municipios, porque irán a parar al bolsillo de los maestros; como todos los años en que se aprueba normalmente el Presupuesto nacional, en tiempo y forma.

Porque eso casi no lo dice la nota de Clarín: las provincias y los municipios recibieron esos fondos el año pasado por excepción, no es que les están "mochando" la coparticipación que legalmente les corresponde. 

Sin esa cláusula (contenida como dijimos en la ley de financiamiento educativo) ni se habría alcanzado el 6,47 % del PBI inverido en educación, ni el salario docente mínimo habría trepado a los 2800 pesos.

(A propósito: los gremios docentes anunciaron que recurrirán la decisión de Sileoni de fijar unilateralmente ese nuevo monto del cargo testigo: ¿qué pasará si les hacen lugar al reclamo: los docentes en esa situación seguirán cobrando 2450 pesos, mientras esperan llegar a los 3100 que piden CTERA y los demás gremios?, un disparate).

Clarín encabeza su edición con la repercusión de la huelga docente, haciendo hincapié en que fue potenciada por los dichos de Cristina.

Es probable, aunque déjennos abrigar al menos la duda de pensar que hubiera pasado si el gobierno accedía al reclamo docente y fijaba el "piso" salarial en 3100 pesos para el  cargo testigo: ¿hubiera habido igual huelga, se la hubiera convocado exclusivamente "en defensa de la dignidad docente"?.

Difícil, o por lo menos hubiera sido difícil de explicar. 

Pero volvamos a Clarín: presenta las dos noticias (el paro docente y el reclamo de los intendentes del conurbano) como desvinculadas entre sí, o en todo caso con un hilo conductor: pegarle al gobierno.

Y resulta que -como siempre- la realidad es más compleja, porque para pagarles el aumento ofertado a los docentes  (ni hablar si se mejora la oferta) y que no haya más paros, más de la mitad de las provincias necesitan ayuda nacional; y esa ayuda implica que haya fondos que se dejen de usar para otras cosas, o sean girados directamente como coparticipación a provincias (y por éstas a los municipios y comunas), que también -entre otras cosas- tienen que pagar sueldos; y así.

Un caso de frazada corta que ayuda a entender como son las cosas en el mundo real, ahora que están tan de moda hablar de relatos y discursos.