miércoles, 7 de marzo de 2012

LOZANADAS


Mirá si se la iba a perder, a ver si todavía pierde el invicto apoyando de una algo que propone el gobierno, aunque sea lo mismo que hasta ayer venía proponiendo él.

Cuando la discusión de la 125, el asunto era que había que segmentar a favor de los pequeños y medianos productores, y formar una comisión investigadora de los grandes negociados de las exportadores, y al final votó en contra.

Cuando la ley de medios, que sólo voto a favor si me sacan del medio a las telefónicas (con lo que le hicieron un enorme favor a Clarín), y cuando la estatización de los fondos de las AFJP, que tienen que ser manejados por una comisión bicameral o algo por el estilo, para terminar votando en contra el artículo que dispone en que se invierten los fondos.

Ahora es lo mismo: que estamos de acuerdo con la idea, pero al mismo tiempo nos oponemos porque "entendemos que sólo puede hacerse en un marco de políticas que coloquen al Estado y su capacidad regulatoria en el centro del proceso de inversión, estableciendo en qué debe desarrollarse nuestro esquema productivo y a la vez definiendo quiénes son los actores principales de dicho proceso”, o sea -en términos prácticos- nunca; porque es lo mismo que decir "sí, pero no ahora, no de este modo, no es el momento". 

Lo curioso es que la reforma que propone el gobierno justamente amplía la capacidad regulatoria del Estado (específicamente la del Banco Central en relación al sistema financiero), pero tampoco es una convención constituyente, seamos serios.

Es lo mismo que si se hubiera opuesto a la ley de financiamiento educativo, hasta que "no discutamos que modelo de educación queremos, en el contexto de que modelo de país, bla, bla, bla...", o cosas por el estilo: nunca hubiera salido.  

Por otro lado, hace muy poco se votó en el Congreso la reforma al Código Penal para contemplar un montón de delitos económicos que se cometen a diario en la City, y que hasta entonces no estaban penalizados: un ejemplo de como se aumenta la capacidad de regulación del Estado.

Y Lozano votó en contra: parece esos tipos que miran un partido por televisión en un bar y te explican como hubieran definido ellos si estaban en la misma situación ante el arquero, pero le tirás un a pelota y la agarran con la mano. 

¿Estás de acuerdo con la reforma al BCRA, va en la línea de lo que siempre viniste sosteniendo?

Votála Lozano, y dejáte de joder.

¿No te gusta, te parece incompleta, inoportuna, equivocada la iniciativa?

Votála en contra y listo, y asumí quedar pegado con Prat Gay y González Fraga.

Dejáte de joder con estar todo el tiempo haciéndote el "distinto", encontrándole siempre el pelo al huevo para salvar el quiosquito progre mediopelesco de cierta centroizquierda porteña, de un modo que te permita desmarcarte después con salidas al estilo "por eso nosotros no acompañamos tal medida....", y sanatas por el estilo.

Para después terminar quedándote en el Congreso colgado de la sábana de un conservador como Binner, que repitió durante toda su campaña presidencial (con tu silencio Lozano, que sólo lo acompañaste a remontar barriletes en una plaza) que el principal problema del país era la inflación, y que se solucionaba fijando una meta y respetándola (como Redrado, como Prat Gay), y haciendo que las empresas ganen menos, y que los trabajadores no pidan aumentos de salarios.

Y vos hiciste mutis por el foro, porque la cuestión entonces era asegurar la banca.

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