Anduvo por Santa Fe Marcelo Saín, el hoy diputado nacional por Nuevo Encuentro y anterior director de la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA) durante el gobierno de Néstor Kirchner, y uno de los gestores de las reformas a la policía bonaerense en la gestión de León Arslanián durante el gobierno de Solá.
Y Saín hizo declaraciones sobre la policía y la política de seguridad del gobierno provincial, que no cayeron nada bien en el socialismo: ahí lo vemos al diputado Zabalza muy enojado saliendo a contestarle.
¿Qué dijo Saín que enojó tanto?
Básicamente tres cosas: que la policía santafesina es una de las más complicadas y menos reformadas del país, que tiene enormes complicidades en el crecimiento del narcotráfico en la provincia y que los gobiernos progresistas (como el santafesino) tienen un miedo pánico a encarar reformas estructurales profundas, y no sólo frente a la policía, con la cual siempre terminan pactando.
Y la verdad es que no parece que le haya errado por mucho, sobre todo si uno considera los argumentos con que Zabalza pretende rebatirlo.
Porque dice el diputado Zabalza que Saín no formuló críticas similares a la policía bonaerense, cuando es sabido que es justamente lo que hace todo el tiempo (sin ir más lejos, ahora, con la gestión de seguridad de Scioli y su ministro Casal), y lo que le costó el puesto cuando el gobernador Solá le retiró el apoyo a las reformas de Arslanián.
Se pregunta Zabalza sobre que base se puede argumentar (como hace Saín) que la policía de Santa Fe es el principal cartel de drogas de la provincia, y la respuesta es muy sencilla: sobre la base de los dichos y los hechos del ex ministro Corti, que a poco de asumir descabezó a toda la cúpula de Drogas Peligrosas que venía de la gestión de Binner (que fue calificada como ejemplar por el socialismo, al punto que de allí sacó al actual Jefe de Policía) por gravísimos hechos de corrupción que los vinculaban con los cárteles de la droga que operan en Rosario y su zona de influencia.
Dice Zabalza que en Santa Fe hay una nueva formación policial establecida por el gobierno del Frente Progresista con licenciatura y tecnicatura en seguridad, pero miente: eso fue establecido en el año 2004 (tres años antes de que Binner llegara al gobierno) por la Ley 12.333, en base a un proyecto enviado por el gobierno de Obeid.
Peor aun: el gobierno de Binner estuvo tres años para designar por concurso (como manda la ley) al director del Instituto de Seguridad Pública, y cuando lo hizo, designó a un comisario retirado con polémico paso por la Sub Jefatura de Policía en el anterior gobierno; y los cadetes que aspiran a ingresar a la policía y cursan en el ISEP llegan a acumular con frecuencia hasta seis meses sin cobrar sus becas, lo mismo que les pasa a los profesores con sus sueldos.
Dice además que el gobierno socialista ha llevado adelante una reforma del sistema penal de trascendencia, pero lo cierto es que el nuevo Código Procesal Penal también fue sancionado durante el gobierno de Obeid por la Ley 12.734 en el 2006, y desde entonces el Frente Progresista (con Binner y con Bonfatti) ha impulsado 14 leyes de prórroga de su entrada en vigencia, porque salvo armar concursos para acomodar a militantes políticos del radicalismo y el socialismo en la justicia, poco y nada ha hecho (por ejemplo obras) para implementarlo en plenitud.
Y finalmente dice Zabalza que el socialismo ha recompuesto la carrera policial: lo que no dice es que lo que hicieron fue dejar que los policías se siguieran ascendido a sí mismo a dedo, mediante componendas y roscas internas, sin ningún control de las autoridades políticas y mediante las tristemente célebres Juntas de Calificaciones, convirtiendo en letra muerta al régimen de concursos públicos y abiertos de antecedentes y oposición que estableció la Ley 12.521 sancionada en el 2006, y nunca puesta en práctica ni reglamentada desde entonces.
O sea que antes de enojarse con Saín lo que tendría que hacer Zabalza es tomar un tónico para la memoria.
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