Vemos en declaraciones hechas hoy por Binner (que fue a Tucumán a festejar la independencia, pero no se mezcla con la mersada kirchnerista, siguiendo la tradición socialista) muy pero muy enojado con el concejal Boasso (UCR), por como le pega constantemente a la gestión socialista municipal de Rosario; agitando el fantasma de la corrupción.
Aclaremos algo: Boasso es un goriloide sobreviviente del usandizaguismo, pero los que lo eligieron como aliado (a Boasso y antes a Usandizaga) son Binner, los socialistas y demás "progres" de paladar negro: con tal de ganarle al peronismo una elección, cualquier cosa: el propio Binner compartió fórmula con el "Vasco".
Boasso denuncia corrupción, y Binner salra como leche hervida: la intendenta Fein es demasiado buena, y tendría que denunciar en la justicia, no a los presuntos corruptos, sino al denunciante Boasso.
Interesantísimo, algo así como matar al mensajero: hasta le da un mensaje casi mafioso, como si por estar en el mismo gobierno, debería hacerse el sota en lugar de denunciar.
Todo muy curioso además porque apenas ayer el mismo Binner dijo esto en un encuentro socialista en Rosario:
Ahora se entiende: el tiene el "moralómetro", que sería algo así como el peronómetro de Moyano, pero para determinar quien es corrupto y quien no.
Y se lo habría comprado de segunda mano a Lilita Carrió, al parecer.
¿Cuál sería la reacción de Binner, el socialismo, el Toni Riestra y las demás Pymes electorales del FAP si Cristina o algún funcionario del gobierno nacional aplicaran la misma vara, y lo denunciaran a él en la justicia por sembrar denuncias al voleo y sin pruebas sobre la corrupción en el gobierno nacional, como hace todas las semanas, en todos los medios?
¿Puede poner Binner las manos en el fuego -como lo hace- por la honestidad de hasta el último dirigente o funcionario del FAP o del socialismo?
¿O por las dudas habría que encargarle un frasco grande de Pancután?
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