Entendámonos: el tal Boasso es un goriloide derechoso impresentable, digno heredero del radicalismo rosarino hegemonizado por años por el Vasco Usandizaga, pero sus dichos sobre la gestión de Fein solo fueron desmentidos por el vicegobernador Henn, y por el contrario Barletta lo respaldó, si no en las formas, en el fondo: reclamar un mejor trato para los radicales dentro del Frente Progresista.
Y Usandizaga (hoy en el ostracismo) fue el aliado privilegiado que socialistas y otras fuerzas (como el PDP, hoy enojado por igual con radicales y socialistas) fueron a buscar para formar el Frente y ganarle al peronismo, porque tenía los votos, y hasta el propio Binner fue su candidato a vice en unas elecciones provinciales; o sea que ahora no se hagan los estrechos de paladar negro: Boasso es su problema, y lo tienen que resolver ustedes, como lo es también Favario, ¿o acaso es muy distinto en su forma de pensar?.
Acá el asunto es otro, y tiene que ver con ésta chica Ciciliani: no nos vamos a meter con la cuestión de si es verdad o no que están faltando medicamentos para el tratamientos de la fibrosis quística por las trabas a las importaciones, sino con sus palabras cuando dice que ella está trabajando para resolver el problema, y por eso no le preocupan los dichos de Boasso.
Cualquiera que lea la nota completa verá que (menos la parte recuadrada en azul) Ciciliani habla todo el tiempo de lo que dijo Boasso, de roscas y cargos, y no dice un pomo de que estaría haciendo concretamente para que no falten medicamentos para la fibrosis quística, si es verdad que falta.
A menos que en sus constantes giras con Binner (un auténtico máster en el deporte que mejor practica Ciciliani: rascarse el higo y hablar al pedo) esté haciendo colectas solidarias para conseguir los remedios, en lugar de rosquear todo el tiempo; cosa que dudamos mucho.
El recurso de decir (como hace Ciciliani) "yo no puedo perder tiempo en éstas cosas que no le interesan a la gente, porque estoy en cosas importantes que sí me preocupan, porque trabajamos para la gente" es de la peor estofa anti política, máxime cuando se especula con temas tan sensibles como una enfermedad, o la presunta falta de medicamentos críticos.
Si vivís rosqueando y te gusta, bancátela y listo: no pelotudicés el debate (ya bastante nabo y falto de sustancia) aun más poniendo en el medio a los enfermos que necesitan remedios; menos cuando no podés exhibir nada concreto que hayas hecho por resolver sus problemas.
Y las declaraciones de Ciciliani dejan otra enseñanza interesante: resulta que cuando vos le decís a alguien que es un corrupto y un dictador, estás creando un abismo de distancia que no hay forma de salvar, y ya no podés acordar políticamente nadie con esa persona.
Estaría bueno que se lo diga a Binner, que dice todo el tiempo que el gobierno nacional es corrupto y dictatorial, pero al mismo tiempo reclama que tiene que convocar al diálogo, o sea: no se entiende que querría dialogar con corruptos y dictadores.
Un mínimo de coherencia muchachos (y chicas, en éste caso): no se sensibilicen tanto cuando los salpica un poco de mierda que revolean otros, cuando ustedes tienen el ventilador prendido todo el tiempo.
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