El "peronismo tradicional" es Scioli, ajá, bien tradicional: estuvo con Menem, Duhalde, Kirchner y Cristina.
Lo que se dice una tradición bien arraigada, tanto que no la sacás ni con espátula.
Y es re amigo de Moyano, que le ayudó a juntar la plata para pagar el aguinaldo en junio, en menos de cuatro cuotas: hizo una cañota entre las empresas recolectoras de residuos.
Y Moyano tuvo suerte: justo el día después de la "módica movilización" a Plaza de Mayo (que como movilización habrá sido módica, pero como fue fracaso fue impresionante) tuvo la suerte de que. desde el gobierno, le echaran la culpa de los saqueos.
Que da la casualidad que fueron el día después de la "módica movilización" que organizó con Barrionuevo (un experto en saqueos), y en la que -también de casualidad- metieron presos a dirigentes y activistas de Camioneros, en Campana y en Rosario.
Pero lo fortaleció, porque todo el peronismo (ya no sólo el tradicional, sino al parecer, también el repostero, como el dulce de leche), o sea Scioli, lo respaldó: ninguno lo mencionó como organizador de los saqueos; lo cual al parecer, es un signo inequívoco de respaldo.
Es más, algunos estarían pensando en largar la candidatura Moyano 2015, con el lema "Vótelo, él no tuvo nada que ver con los saqueos".
Y tuvo más suerte, Moyano: también lo respaldaron Macri y Binner, que no serán el peronismo tradicional ni el repostero, pero que decoran, decoran; no cabe duda: son bien decorativos, digamos.
Después apareció De La Sota, que convocó al diálogo entre los argentinos, pero apartó a los sindicalistas (ay la sintaxis, Van Der Kooy, debe ser que cambia mucho del holandés al español); que no serían argentinos, o no serían convocados al diálogo: al cierre de ésta edición, aun subsistía la incógnita.
Y como De La Sota apartó a los sindicalistas (del diálogo, de los saqueos, del reparto de lo robado, ponga usted lo que más le guste), tuvo su premio: el apoyo de Barrionuevo.
Y la gente se pone loca tratando de sacar el "gordo" de Navidad, por favor, esos son premios: que te apoye Barrionuevo.
No va a faltar el ignorante que diga que eso es en realidad un castigo, pero la gente muchas veces no entiende la sutileza de ciertos análisis políticos.
Como el del holandés errante, el principal columnista político del diario más vendido (aunque cada vez menos) del país.
Y después dicen que todos los problemas de Clarín vienen de la guerra que le hace el gobierno.
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