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A la presidenta Cristina Fernández; al jefe de Gabinete, Juan
Manuel Abal Medina, y a muchos otros funcionarios les encanta atacar a las
corporaciones poderosas, salvajes e insaciables que el Gobierno pretende
combatir. Ellos, los programas de propaganda oficial y algunos intelectuales de
Carta Abierta acuñaron el concepto de corporación "mediática",
corporación "sindical" y también "empresaria". A los
periodistas que no somos obedientes nos presentan como miembros de "la
corpo". Y lo hacen sin tomarse el trabajo de diferenciar a los
profesionales de los dueños de los medios. (lo cual es muy complejo, porque
ustedes mismos no se diferencian, repitiendo todo el día lo que dicen los
dueños de los medios; por no mencionar que algunos son empresarios de sí mismos
más que periodistas, como es tu caso)
Ahora mismo, cuando los fallos de algunos magistrados no son del
agrado del Poder Ejecutivo, los voceros oficiales empezaron a insistir en la
idea de la "corporación judicial". (¡qué disparate, a quien se le
puede ocurrir que el Poder Judicial funciona como una corporación!) De
hecho, no sólo hicieron eso. También usaron la causa de Marita Verón para
desprestigiar a todo el Poder Judicial, sin discernir entre los buenos jueces y
los que son usados por ellos mismos, como Norberto Oyarbide. (lo mismo que
hicieron Recondo y sus amigos sacando un comunicado contra el gobierno,
atribuyéndose la representación de todos los jueces, sin consultar a nadie, y
por eso hubo jueces que los repudiaron) La intención de los cerebros de
esta administración es obvia y superficial, pero no por eso menos efectiva. (ahí
se diferencian de vos, que sos obvio y superficial, pero un completo fracaso) Con
el recurso de la pura retórica, el Gobierno logra colocarse en el rol de
víctima de los "grandes poderes" y el establishment, consigue
disfrazarse de héroe "revolucionario y salvador" y le hace creer a
una buena parte de la sociedad que su interés no es mezquino sino que se
encuentra en sintonía con el de los demás "débiles" y
"necesitados" y "los más rebeldes". (¿y entonces las mil
columnas anteriores que escribiste sobre la crisis del relato kirchnerista y la
caída vertiginosa de la imagen de la presidenta y el gobierno según las
encuestas eran pura fruta tuya nomás?)
La confrontación con la realidad no resiste el menor análisis. (¿la
confrontación de que o de quién con la realidad, Majul, o es tu confrontación
con la sintaxis?) No hay que ser sociólogo (tome nota Artemio) ni
máster en ciencias políticas (atenti María Esperanza Casullo y tantos:
estudiaron al pedo) para comprobar que en la Argentina no todos los medios
ni los periodistas críticos piensan igual, (es verdad: algunos ni siquiera
piensan, como es tu caso) no todos los sindicatos ni los empresarios son un
bloque monolítico que busca destituir al gobierno elegido con legitimidad (el
primero que tiene claro eso es el gobierno gil, ¿la CGT Caló te suena?, pero te
hace creer a vos todo lo contrario y escribís boludeces como ésta columna) ni
todos los jueces tienen como objetivo común erosionar el poder de Cristina
Fernández. (no, está Oyarbide que según vos, se encarga de sostener al
gobierno) Es decir: se trata de organizaciones con una notable diversidad
interna. (sobre todo los jueces, mirá el ejemplo de Oyarbide hablando de
diversidad, ¿en qué quedamos, no son una corporación pero sí una organización,
cuál sería la tremenda diferencia?) En esa diversidad, incluso, a veces hay
mayoría de individuos o asociaciones que apoyan a la jefa del Estado o
simpatizan con esta gestión. (repetimos: el gobierno lo tiene clarísimo, vos
te das cuenta ahora, después de repetir durante un año lo de las encuestas y la
caída de la imagen) Pero lo que la Presidenta y sus incondicionales omiten,
con toda intencionalidad, es que ella misma y muchos de los que forman parte de
su proyecto son los genuinos integrantes de una de las mayores, una de las más
poderosas y una de las más duraderas corporaciones de la Argentina: la
corporación política que maneja los resortes del Estado. (¡uuuhhh,
tremendo!, éstas son las boludeces que se dicen justamente cuando uno no es ni
sociólogo ni licenciado en ciencia política, y se pone a analizar estos temas)
Se puede definir como corporación política a los dirigentes
partidarios que desde hace cerca de treinta años vienen ocupando cargos de
responsabilidad en los municipios, las provincias y el gobierno nacional. (¿es
un fenómeno exclusivamente argentino, la subiste a Wikipedia la definición?) Hombres
y mujeres que, más allá de su ideología y su discurso, viven del Estado. (como
los que cobran la AUH) Que no conocen, por su propia naturaleza, los
riesgos y los inconvenientes de la actividad privada. (¿y los millones de
los Kirchner, sobre lo que escribiste un libro?, ay Majul, que bobo sos) Porque
tienen la costumbre, desde que se levantan hasta que se acuestan, de hacer uso
y a veces abuso de los bienes públicos. Bienes y recursos como los autos
oficiales, los aviones que paga el Estado, la custodia y los viáticos que
obtienen del organismo público al que pertenecen. (claro, y tendrían que ser
como Pepe Mujica y dormir en un carrito de supemercado en la calle y -esto es
muy importante- ir en subte y colectivo a la Casa Rosada, una vez lo dijiste) No
estoy hablando de las burocracias profesionales y honestas que ponen lo mejor
de sí. Tampoco de los médicos, las enfermeras, los científicos, los maestros y
los policías que trabajan en el Estado, porque se trata de su verdadera
vocación. (¿era necesario aclararlo?, sí, cuando se dicen estupideces tan
grandes, siempre es necesario aclarar lo obvio) Hablo de los
"políticos profesionales" que forman parte de un "sistema"
bien aceitado. Los que saben, desde hace tiempo, por dónde pasan "los
negocios". (y por donde pasan las comillas: por el mismo lugar que las
cometas, al parecer) Los que un día van colgados de una boleta y mañana de
otra para no perder su lugar de privilegio. Los tienen todos los partidos, pero
el peronismo es el que cuenta con más. (no, en proporción a la cantidad de
votos, el récord lo tienen Libres del Sur y el “Pelado” Tumini) Y no sería
una exageración decir que muchos de los dirigentes que se dicen peronistas
forman una corporación exclusiva dentro de la propia corporación política. (conocida
justamente como peronismo)
Con la memoria basta y sobra para nombrar a decenas de
funcionarios que hoy se presentan como lo nuevo pero que hace rato vienen dando
vueltas en la calesita del poder del Estado. Cristina Fernández y Néstor
Kirchner son los ejemplos más rutilantes. Ellos fueron colgados en las boletas
de Carlos Menem en varias oportunidades. (Menem fue candidato a presidente
dos veces, así que más de dos, difícil; la alternativa era ir colgados de la de
Angeloz en el 89’, y la de Bordón en el 95’) Kirchner aprovechó su paso por
la Caja Previsional de Santa Cruz para ser candidato a intendente y a partir de
ese momento no se detuvo más. (porque lo votaron en todos los cargos que
tuvo luego Majul, no ignorés el detalle: De La Rúa, por ejemplo, no aprovechó
muy bien que digamos su paso por la presidencia) Ella también cobró un sueldo
del Estado antes de ser elegida diputada provincial. (ah, pero entonces era
de esa burocracia que antes dijiste que quedaba afuera de la crítica) Pueden
estar a favor o en contra de la privatización de YPF, según la época y la
conveniencia. Pueden ignorar a los familiares de los desaparecidos o llevarlos
como bandera si el viento de las ideas cambia de dirección. (o pueden ir a
la Plaza de Mayo un 19 de diciembre, como los radicales) Y lo mismo puede
decirse de una larga lista de "militantes" que ahora se presentan
como lo nuevo y lo transformador. Desde el "joven" Abal Medina, quien
integró el gobierno de la Alianza, una de las peores administraciones de la
democracia, (a la cual vos propagandizabas desde todos tus programas) hasta
Aníbal Fernández, funcionario de los gobiernos de Menem y de Eduardo Duhalde,
pasando por Carlos Zannini, quien trabajó para el Estado las últimas tres
décadas de su vida. (pero siempre con los Kirchner, o sea no cambió nunca de
vereda, ponéte de acuerdo con vos mismo Majul) Todos ellos y muchas miles
de personas mantienen intactos sus privilegios de casta. Tienen en su agenda
los celulares de los empresarios que más facturan (igual que vos, pero a
ellos los atienden cuando llaman) y los sindicalistas con más poder de
presión. También de los dueños de los medios amigos y los que hoy son
considerados enemigos. No voy a caer en la torpeza de decir que todos ellos son
amorales, corruptos o insaciables. (venís cayendo en eso desde que empezó la
nota, era hora de que te levantaras) O que se tendrían que haber ido de un
día para el otro, como reclamaba una buena parte de la sociedad en la crisis de
2001. (parte de la sociedad que vos llevabas a “La Cornisa”, para pedir que
los políticos la escucharan, y se fueran) Ni siquiera voy a adherir a la
idea de que todos los integrantes de La Cámpora son unos mocosos insolentes y
nada preparados que ni siquiera conocen la historia del ex presidente que lleva
el nombre de su agrupación. (linda manera de decir que no vas a decir lo que
en realidad dijiste, ahora y un millón de veces) Sí me parece impropio y
deshonesto, desde el punto de vista intelectual y también político, meter a
todos en una misma bolsa. (que es lo que vos hacés todo el tiempo, cuando
hablás del kirchnerismo) Pretender que esta administración surgió de la
militancia más pura y desinteresada y sigue levantando las armas para "la
liberación". Seamos justos: hace muchos años que esta "corpo"
política forma parte del sistema y no da señales de querer abandonarlo para
volver el llano. (es verdad, no tiene ese gesto de desprendimiento como
Carrió, Solanas o Lozano, que venden peines en los subtes desde la última
elección que perdieron, ¿o están en el Congreso todavía?) Debe haber, entre
ellos, tipos y tipas fantásticos. (“debe haber”, no estás seguro, y bueno,
no te van a pedir que investigués si hay o no, ni que fueras periodista) Pero
algunos de los que mandan bien podrían ser considerados integrantes de esta
corporación que no se nombra. Y no es precisamente la más débil e inocente de
todas.
Como dice un antiquísimo proverbio chino: " Si hay alguien más boludo que Majul, que se joda"
ResponderEliminarLo malo de Majul que no tiene minitas mostrando gambas.
ResponderEliminarA la que cogeria a full es a la ministro de-no-se-que del Manco
Está queriendo equiparar al poder politico con el poder judicial.... se olvida el detalle que a los jueces no los vota el pueblo y son cargos vitalicios.... Luisito hace su juego... y el de su jefe.
ResponderEliminarTiene razón Majul, el pertenece claramente a la Corpo de los Pelotudos y es el vicepresidente (ya conocen el chiste de porque no es el presi, no?)
ResponderEliminarQué castigo intelectual el tuyo cumpa¡¡ Tratar de interpretarlo a Majul...es cómo demasiado...y menos a esta altura del año....
ResponderEliminarFELICIDADES A LA CORPO KIRCHNERISTA¡¡