COLORÍN COLORADO, ¿ESTE CUENTO SE HA TERMINADO?

En Nestornautas nos hemos ocupado en reiteradas oportunidades del llamado "Presupuesto participativo",m aplicado en Santa Fe desde la gestión de Barletta, continuando en la de Corral.

Siguiendo éste enlace tienen (en la etiqueta correspondiente), todos los post publicados al respecto hasta ahora, donde además hicimos el seguimiento del grado de avance de las obras votadas por los vecinos en los 17 barrios de Santa Fe donde (desde el 2008) se implementó la iniciativa.

Pero en éste post en particular señalábamos los límites concretos de la idea; que quedaba muy en claro era más un despliegue publicitario, que una verdadera herramienta de democratización de la gestión municipal.  

Decíamos entonces: "no se puede sujetar a esta metodología de participación ciudadana el conjunto del gasto estatal, ni aun en el plano municipal: más del 90 % del mismo es gasto corriente, fundamentalmente representado por las erogaciones en Personal (sueldos, aportes y contribucioners, asignaciones familiares) y en el funcionamiento de los servicios de la Administración. Pensemos por ejemplo en el caso del municipio que la intendencia no podría someter a la decisión de los vecinos si les paga o no a las empresas privadas recolectoras de residuos, por los servicios que prestan. "  

"la iniciativa se aplicó desde entonces en 17 barrios diferentes de la ciudad, a los cuáles se les asignaron -a cada uno- $ 500.000 para desarrollar los proyectos que los vecinos eligieran, y como también surge de allí, en las elecciones convocadas votaron un total de 5723 vecinos, cifra que (a lo largo de cuatro años, y desperdigados por 17 barrios de la ciudad) resultan irrisorias: apenas el 1,99 % del padrón electoral de la ciudad, menos del 3 % necesario para que un partido pueda -por ejemplo- obtener una banca en el Concejo municipal.

Una participación insignificante, que a la gestión de Barletta (que publicita con grandielocuencia el proyecto) nunca le interesó incentivar para que aumente. Pero veamos otro aspecto de la cuestión, que es el vinculado al volumen de los recursos municipales sobre los cuáles los vecinos tendrían ingerencia a través de su voto. "

"La Cuenta de Inversión del año 2009 revela que, sobre un total de gastos de $ 402.771.771,53 de todas las áreas dependientes del Departamento Ejecutivo Municipal, en los proyectos aprobados en el marco del Presupuesto Participativo se gastaron $ 701.502,45, es decir que los vecinos decidieron con su voto apenas sobre el 0,17 % del Presupuesto municipal (17 centavos de cada 100 pesos). "

Hoy leemos en el diario del Loco Lindo que la gestión de Corral pospuso para el 2014 toda votación en los barrios en el marco del Presupuesto Participativo, porque éste año se abocarían a terminar los proyectos ya aprobados y pendientes de finalización.

Nosotros señalábamos que el Presupuesto Participativo como Programa desapareció de los presupuestos municipales ya desde el año 2009, y que tampoco se actualizaba el monto asignado en ese marco a cada obra, con lo cual en términos porcentuales, la incidencia del voto de los vecinos en el destino de los gastos municipales (aun considerando sólo los destinados a inversiones en obras) es prácticamente inexistente.

Y de los dichos del funcionario municipal deducimos por ejemplo que ahora para el progresismo municipal es una dificultad manejarse "con maquetas"; cuando en otros casos ellos mismos alentaron ese modo de gestión (y se enorgullecían de los premios que ganaban las maquetas); o que la famosa pista de skate terminó costando $ 1.118.000, un 26 % más caro que el presupuesto oficial.

¿No se podrían haber hecho unos cuantos metros de desagüe con esa plata por ejemplo?

En todo caso lo que está haciendo Corral al anunciar que pospone cualquier nueva votación en el marco del Presupuesto Participativo hasta el año que viene, es darse un baño de realismo y terminar con el cuento que contó Barletta; y él alentaba cuando era candidato a concejal, o el propio ex intendente, candidato a gobernador (la mitad de los proyectos fueron votados en el 2011, año electoral).

Lo que no dice, claro, es que lo hace también porque las prioridades de su gestión (en las que pone las mayores energías, y los mayores recursos y respaldo político de la intendencia), son otras, muy distintas: las cocheras subterráneas del Parque  Alberdi, las concesiones en la costanera este, el centro de esquí acuático en el Parque Sur, los emprendimientos gastronómicos VIP,  el TC 2000 o el tren urbano.  

Todos proyectos (y negocios) que no votó nadie, y para los que no convocaron a los vecinos de ningún barrio a opinar; pero con toda seguridad seguirán viento en popa, no como las obras del Presupuesto Participativo.    

Un cuentito progresista que parece haber llegado a su final.