A MENUDO LOS HIJOS SE NOS PARECEN

Tanto pero tanto que nos confunden con ellos, y no sabemos si los investigan a ellos,o a nosotros.

Sin ir más lejos, lo que le pasa a Lorenzetti.

Y tanto se parecen, que generan confusión en el periodismo; confusión que arrancó ayer nomás mientras estaba Echegaray dando la conferencia de prensa:

El amigo Santoro no nos respondió, pero al rato insistió con el tema, de un modo en que -a su manera, claro- nos daba respuesta:

No vamos a decir que nuestro intercambio en Twitter influyó en el matiz de la tapa de Clarín de hoy, pero lo que no entendemos es lo que pasó con la tapa de La Nación de hoy, porque a esa misma hora (cuando hablaba Echegaray) pasaba esto que le marcamos a Santoro (el link a la nota es éste), sin respuesta de su parte:

  
Al final para que carajo piden conferencias de prensa, si después los funcionarios responden y ellos ponen lo que quieren; en fin.

Mientras tanto Lorenzetti elige seguir hablando a través de los medios (como acá con Joaco en La Nación, y acá con Clarín), en lugar de hacerlo directamente él, y explicarnos a todos con lujo de detalles (y sin intermediarios) en que consistieron la extorsión y las amenazas que dijo sufrir, como están sus papeles con el fisco y por qué no hizo la denuncia a la justicia.

Hablando de justicia: si la Corte intentó comunicarse con la AFIP (al menos informalmente) por la situación de Lorenzetti, sus hijos o el contador del tribunal, no podemos sino reiterar lo dicho acá: un completo y total mamarracho institucional.

Y Lorenzetti, un pelotudo importante (por ser amables) que genera una crisis institucional porque llegó una carta preguntándole si le hace los aportes a la mucama.  

O algo peor, que todos se imaginan.