La verdad que, cuando de pegarle a Cristina se trata, el diario del Loco Lindo no para de sorprender.
El viernes a la noche (con el apoyo de la Fundación Mediterránea), el título era "La Casa Rosada descontará 6200 millones a Santa Fe"; falacia desmentida acá.
Ahora es (como vemos en la imagen de apertura, acá la nota completa) "La Casa Rosada se come la porción más grande de la soja santafesina": la Casa Rosada, no el gobierno, no el Estado nacional.
Casi como sugiriendo (al mejor estilo Lanata) que Cristina la junta en bolsos, y la manda a la bóveda.
Pero concentrémonos en el informe; que para variar, emana de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, que ya perpetrara otros similares: ver por ejemplo acá y acá.
Informes que no escapan a una misma matriz: el campo siempre pierde plata, el productor está agobiado por la presión fiscal, el Estado (diría Biolcatti) es un depredador insaciable, sobre todo el Estado nacional.
Y que parten del concepto político de "el que pone tanto, tiene que recibir tanto" en materia de impuestos, aunque en éste caso lo adornen ocupándose de los departamentos del norte provincial. La misma lógica aplicada a los del sur, ya sabemos a donde lleva: a profundizar las diferencias y asimetrías regionales de desarrollo; ni hablemos si se lo mira en perspectiva nacional.
De ahí a la idea de Cavallo de las "provincias inviables", hay un paso.
También es una constante en estos informes (como lo hemos señalado en los anteriores casos) que no existe la más mínima precisión metodológica o documental sobre como llegan a los porcentaje de la "torta", tanto de los gastos de los productores, como de la presión impositiva. Aun asumiendo que las retenciones a la soja son del 35 % (que en realidad las paga el exportador, y se las descuenta al productor del precio que paga por la cosecha), no sabemos como se compone el otro 13 % de los ingresos del productor que se iría en impuestos.
Porque en Santa Fe los productores agropecuarios no pagan Ingresos Brutos ni Derecho de Registro e Inspección (están exentos de ambos), y lo que pagan de Inmobiliario Rural (aun con algún moderado aumento el año pasado) es directamente un chiste. No digamos Bienes Personales, porque justamente no se ajustó el avalúo fiscal de los campos a su valor real, para que no tengan que pagar más de BP.
Y Ganancias, si la Mesa de Enlace lo propone como reemplazo de las retenciones, nos podemos dar una idea de cuanto pagan al respecto.
Pero las palmas del sanateo en éste caso se las lleva la distribución del Fondo Federal Solidario, o fondo soja, por el cual el Estado nacional (la Casa Rosada, diría el diario del Loco Lindo) transfiere a las provincias el 30 % del producido de las retenciones a las exportaciones de soja; pese a que no está obligado a hacerlo: son recursos del Estado nacional, de acuerdo a la Constitución.
El Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa calcula lo que Santa Fe recibiría este año de fondo soja en 750 millones de pesos, pero podría haber ido a las fuentes: de acuerdo con el Presupuesto provincial 2013, serían 920,6 millones de pesos.
Ahora bien, cuando Cristina dictó el DNU 206/09 creando el Fondo, dispuso que las provincias -para poder recibirlo- debían coparticiparlo a su vez a sus municipios y comunas; en un porcentaje no inferior al 30 %.
Siendo Binner gobernador, dictó el Decreto 486/09 disponiendo que los municipios y comunas de Santa Fe recibiesen el 30 % de lo que recibiese la provincia del FFS, y por el Decreto 1337/10 dispuso los índices de distribución, que son los que determinan cuanto le toca a cada municipio o comuna.
Siempre según los números del Presupuesto de Santa Fe para el 2013, de esos 920,6 millones llegarían a los municipios y comunas 276 millones: los restantes 644,6 se los queda el Estado provincial.
Si se aplican los coeficientes fijados por Binner en el 2010, de esos 276 millones, 87 van a los departamentos del centro norte provincial, pero en eso no tiene nada que ver el gobierno nacional: la provincia (Binner primero, Bonfatti después) perfectamente podrían haber fijado un reparto 50 % y 50 % entre ella y los municipios y comunas de los ingresos del Fondo, o un porcentaje mejor aun para éstos últimos.
Si no lo hizo (quedándose con el mínimo fijado en el DNU de Cristina) es una decisión pura y exclusiva de los gobiernos socialistas. De hecho, Bonfatti amenazó con vetar una ley que se gestaba en la Legislatura para llevar al 50 % el porcentaje del FFS que les corresponde a los municipios y comunas, y tras la media sanción de Diputados, lo cajoneó en el Senado tras el pacto con los senadores del PJ; Fapnelco mediante.
Todavía no se repartieron los excedentes de lo recaudado por el Fondo por sobre lo presupuestado, que deberían destinarse en un 60 % a los municipios y comunas, y el resto a la provincia; según otra ley provincial.
Y siempre le queda a mano al gobierno provincial, al distribuir los recursos del 70 % de las partidas del FFS con las que se queda, de priorizar inversiones en infraestructura (que para eso están destinados los recursos) en los departamentos del centro y norte provincial; de modo de compensar con el accionar del Estado los desequilibrios regionales.
Si las mayores inversiones financiadas con el FFS (principal sostén de la obra pública provincial) como lo son los famosos "8 hospitales" están atrasada o paradas (como el hospital de Reconquista, el Iturraspe y el Cemafe), o terminados pero vacíos (como el de Las Toscas), en detrimento de los santafesinos que viven en el centro-norte provincial, eso tampoco es responsabilidad del gobierno nacional.
Es una saga de ciencia ficción con secuelas interminables.
ResponderEliminarYa que están tan mal con y por Cristina: que me vendan alguno de los campos de los "esquilmados" a mí a precio del avalúo y que me hagan un punto fijo con toda la AFIP y la Cámpora adentro, prohibiéndome referirme a ella de cualquier manera. Recibo ofertas. ¡Qué manga de caraduras! V.ST
ResponderEliminarAl campo hay que entenderlo
ResponderEliminarA ver que dicen ahora los que piden un twitter para Obeid
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