(*)
Ninguna investigación de la Administración Federal de
Ingresos Públicos (AFIP) sobre una figura o una empresa relevantes se inicia
sin el visto bueno de Cristina Fernández de Kirchner. (la de los pelotudos de poca monta, en cambio, las dedice un ordenanza de la Rosada) Esto me lo confirmó el
exjefe (separado) de gabinete de la Presidenta, Alberto Fernández, cuando le comenté que
detrás de la fallida acusación de evasor que me hizo la AFIP estaba su máximo
responsable, Ricardo Echegaray, quien se habría sentido molesto porque en
noviembre de 2009 revelé, en El Dueño, (publicidad de un libro tuyo) que un grupo de altos funcionarios de su
área habían viajado a Río Gallegos para subsanar las inconsistencias que Néstor
Kirchner presentaba en su declaración jurada. “No creo que haya sido decisión
de Echegaray. Es Ella”, me dijo Fernández, en el corte publicitario de “El
Juego Limpio”, el programa de Nelson Castro, al que ambos habíamos sido
invitados. (en materia de protección de las fuentes, lo tuyo debería ser estudiado en las facultades de periodismo: esto es lo que no se debe hacer, les dirían a los alumnos) Basó su afirmación en el profundo conocimiento personal que tiene de
Cristina Fernández. (tenía, porque desde que lo rajaron del gobierno, no la estaría frecuentando mucho que digamos a Cristina)
El infundado ataque
de la Presidenta (vos decís que es Cristina, porque te lo contó Alberto Fernández, al que Cristina rajó de una patada en el orto: un testigo objetivo digamos) contra mi persona no prosperó. Ni siquiera llegué a ser
imputado. (¿imputado de qué, de evasor?) El fiscal, el juez y los camaristas del fuero penal tributario
determinaron que no había razón ni presunto delito como para acusarme. (es verdad, la sentencia dice: "es muy pelotudo, pero eso todavía no es ningún delito") Sin
embargo, la denuncia fabricada fue utilizada, durante unos días, para intentar
desprestigiarme. (es verdad, antes y después de eso, te encargaste vos solo de desprestigiarte, y con mucho más éxito) De hecho, parte del armado de la falsa acusación le fue
entregado a Víctor Hugo Morales, el Converso, (acá le toca propaganda al libro de Survén, lo tuvo es la publicidad editorial) para que lo agitara en su
programa de radio y en su página web
¿Qué fue lo que
impulsó la orden de la Presidenta de iniciar la infundada denuncia? (la orden que vos decís que dio, porque te lo dijo Alberto Fernández, en el corte del programa de Nelson Castro) El haberse
enterado, a través de los más altos funcionarios de la secretaría de
Comunicación Pública, que estaba preparando otro libro, El y Ella, (publicidad editorial, el verdadero propósito de ésta y todas tus columnas) y que sería
publicado justo antes de las elecciones presidenciales de octubre de 2011. (luego salió, con el tremendo impacto que conocemos, en el resultado electoral) De
hecho, horas después de que un alto funcionario de la misma secretaría me
preguntara si era cierto que iba a escribir otro libro, (es que el tipo no podía creer que un analfabeto funcional escriba libros, Luis, era por eso) el gobierno dejó de
emitir publicidad oficial en todos los programas producidos por La Cornisa SA. (estaban perdiendo guita: no te mira nadie) Por esto último presenté un recurso, y todavía estoy a la espera de su resolución. (preguntále a Fontevecchia como hizo, que ya lo consiguió, de última, ¿vez que hay que democratizar la justicia?) Durante mucho tiempo pensé que no era concebible que la presidenta de la
Argentina pudiera ocuparse de asuntos tan poco importantes, (como vos, bien por la sinceridad, y no, no es concebible, porque no se ocupa; a menos que le creas a las confidencias que te hace Alberto Fernández, en los cortes del programa de Nelson Castro) comparados con el
costo de vida, la inseguridad o la educación pública. Pero con el tiempo no
tuve más remedio que aceptarlo. (¿qué sos poco importante?) Si lo hizo con el abuelito oriundo de Mar del
Plata que pretendía regalarle a su nieto 10 dólares, el empleado de una
inmobiliaria de la Ciudad, el cineasta Eliseo Subiela y el empresario y
diputado nacional Francisco De Narváez, (¿hizo qué, mandarles la AFIP?) entre otros ¿por qué un periodista
crítico y que investiga hechos de corrupción iba a ser la excepción? (esperá, ¿y quién era ese periodista?, porque hasta acá venías hablando de vos, que sos periodista de la farándula digamos) También me
hizo dudar de su prudencia el hecho de que, al impulsar la investigación o la
falsa denuncia, pudiera, la primera mandataria, quedar demasiado expuesta. (¿por algo que vos decís que hizo, porque te lo contó Carozo en el corte del programa de Nelson?, pará de hilvanar fábulas Luis, es malo para la salud) Y no
solo desde el punto de vista político, sino también judicial.
¿Podía ser tan
ingenua o sentirse tan impune como para no disimular que es Ella misma la que
se dedica a presionar o acusar con mentiras a quienes se atreven a desafiarla?
Comencé a sospechar de la incontinencia verbal de la Presidenta días antes de
la aprobación de la ley de medios, cuando acusó a un empresario periodístico de
tener una doble contabilidad, después de que éste criticara la iniciativa. (Vila, que ahora es oficialista, y dueño del canal donde vos trabajabas entonces, y seguís trabajando; junto con De Narváez, otro experto en dobles contabilidades: ¿no sabías eso, vos que sos tremendo periodista de investigación?)
¿De dónde había
obtenido la supuesta información? (la de los balances, si la empresa cotiza en bolsa, como en ese caso, de Internet) ¿Y por qué la utilizaba de manera pública, si
se ponía al borde del Código Penal? Me pregunté si no solo estaba violando el
secreto fiscal sino cometiendo un delito parecido a la coacción o la extorsión.
De coacción agravada y abuso funcional acusé ante la justicia a Echegaray y a
otro alto funcionario de la AFIP que no solo me había advertido sobre la
intención de oficial (de) mandarme a ‘penal tributaria’. También me había pedido una
coima para mejorar mi situación. (¿cómo "mejorar" si antes te habían declarado libre de culpa y cargo?, ponéte de acuerdo) Fue el mismo director de división de la AFIP
que me había anticipado, de manera textual: (Echegaray) te quiere romper el
culo. (es que despertás pasiones Luisito, hacéte cargo)
Coacción agravada es
cuando un funcionario utiliza las amenazas con el fin de que una persona haga o
deje de hacer algo contra su voluntad. (en tu caso no surtió efecto: decías pelotudeces antes, y perseveraste con esfuerzo después) Puede ser la escritura de un libro o la
aprobación o el rechazo de una ley, como la de Reforma Judicial o la de Medios. (ah, y entonces vos con tu librito estarías a la altura del Carancho Lorenzetti en las preocupaciones de Cristina, dejáte de joder Majul) Abuso funcional es el abuso de la autoridad de un agente público. (acá no encontraste ejemplos en Wikipedia) Según el
Código Penal, la coacción agravada tiene penas de 5 a 10 años de prisión. Si un
juez con los pantalones bien puestos (no Oyarbide, que se los baja a cada rato) logra probar que la Presidenta y Echegaray
dieron una orden política y no técnica con el objeto de perseguir a los
contribuyentes que son considerados sus enemigos Cristina Fernández, en el
futuro, podría recorrer los pasillos de Comodoro Py, como antes lo hizo el
expresidente (separado) y actual senador nacional Carlos Menem, (pero Menem fue por la causa de contrabando de armas, nada que ver con coacciones o amenazas, apenas hizo volar un pueblo) ahora protegido por sus
colegas del Frente para la Victoria (FpV). (y por los pañales geriátricos) De hecho, el presidente de la Corte
Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, hizo saber a algunos medios (Clarín y La Nación, a vos ni bola) que él
mismo impulsaría una denuncia para corroborar si este imprevisto afán por
investigar las declaraciones impositivas de él mismo y de sus hijos, no
constituye un intento de coacción disparado por el último fallo del máximo
tribunal. (hizo saber que "pensaba estudiar" si hacer la denuncia, un pelotudo importante que pudo provocar una crisis institucional porque al hijo le reclamaron que pague $ 135 de aportes por mes por la mucama)
Hay un precedente
internacional que debería ser motivo de preocupación para las máximas
autoridades del gobierno nacional. Es el que condenó a Jorge Baca Campodónico,
quien ocupó el mismo puesto de Echegaray, pero en Perú, durante los años
noventa, cuando gobernaba Alberto Fujimori. Baca Campodónico era jefe de la
Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT). (y está el fusilamiento de los Ceausescu, no te olvidés, y los 7 años a Berlusconi por andar rompiendo culos; como decís que quería hacer Echegaray con vos)
Desde allí, creó, en
1997, un sistema secreto denominado RUC sensible. RUC significa Registro Único
de Contribuyentes. (¿no, en serio?, pensábamos que era "Romper Un Culo", por lo de Echegaray) Se lo consideraba sensible por su curiosa manera de
funcionar. Se usó, entre otras cosas, para proteger millonarias inversiones
ilícitas de los amigos de Fujimori, perseguir adversarios políticos y ocultar
las desprolijas declaraciones juradas de Vladimir Montesinos, el jefe de
inteligencia que también fue a parar a prisión. Baca Campodónico fue condenado
a cuatro años de prisión en suspenso por la Segunda Sala Anticorrupción de
Perú. Lo encontraron responsable de haber falseado u ocultado declaraciones
juradas de altos funcionarios, de cohecho pasivo y de falsedad ideológica. (¿y dónde entra la parte en que aprietan y extorsionan a periodistas y jueces?)
A los presidentes se
los puede investigar y eventualmente condenar cuando se empieza a diluir su
poder político me dijo un juez federal (¿y te hizo falta que te lo diga un juez para que te dieras cuenta?, perspicaz es tu segundo nombre se ve) que tuvo en sus manos una de las causas
por presunto enriquecimiento ilícito de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. (¿y que hizo, la archivó?) Manuel Garrido, ex responsable de la Fiscalía de Investigaciones
Administrativas (y desde entonces, diputado nacional por la UCR, no te olvidés de mencionar el detalle) cree que, en el futuro, no solo se podría iniciar una
investigación seria por el uso de la AFIP y otros organismos del Estado para
perseguir a políticos, empresarios, sindicalistas y periodistas. El considera
que también se podría abrir, en forma excepcional, (¿por qué excepcional?) alguna de las causas por
enriquecimiento ilícito contra el ex presidente y la actual Presidenta que
fueron cerradas en tiempo récord y sin una investigación seria. (suponiendo que así fuera, si los sobreseimientos están firmes, ¿como harían para reabrir la investigación, con la misma denuncia y sin ningún otro elemento, oíste hablar del "non bis in ídem"?, preguntále a Mariano Grondona que significa)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.
Esta sección (pasemos en limpio al incalificable) es lo más.
ResponderEliminarDios. Cómo me cagué de risa. Flawless victory.
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