Así como la criticamos cuando la pifia, cuando acierta, hay que reconocerlo: se vino el zurdaje nomás.
Tardaron unos cuantos años, pero llegaron: uno de los datos salientes de las elecciones del domingo pasado fue la perfomance del Frente de Izquierda y los Trabajadores en todo el país, en especial en distritos como Salta, Mendoza, Buenos Aires, Capital Federal; entre otros.
Tomando como referencia la elección de Altamira a presidente del 2011 (para utilizar la misma pauta que se aplica al Frente Para La Victoria, contrastando la elección del 27 de octubre con la de Cristina), crecieron unos 656.000 votos; y pasaron del 2,30 % al 5,11 % nacional, logrando colocar 3 diputados nacionales a partir de diciembre; y pelean por una cuarta en Córdoba con la UCR.
Es muy probable que hayan capitalizado votos que se fueron del kirchnerismo, así como el trabajo que hacen en diferentes frentes, sindical y estudiantil fundamentalmente (más el primero que el segundo).
Sin embargo los números demuestran que -aun cuando correspondiera todo su crecimiento a votos que fugaron del oficialismo respecto del 2011- habrían logrado captar uno de cada siete votos que perdió el Frente Para La Victoria respecto de las presidenciales del 2011: los otros seis se los llevaron los Massa,Del Sel y compañía.
De modo que deducir del crecimiento de la izquierda que el kirchnerismo se ha corrido a la derecha sin analizar que ofertas políticas está privilegiando la sociedad con su voto, es como mínimo un análisis incompleto; máxime cuando el crecimiento de la izquierda se verificó más fuertemente en distritos donde el conjunto de la oferta política (oficialismo y oposición) tiene una fortísima impronta conservadora, como en Salta o Mendoza, o en forma pareja en distritos donde el peronismo está dividido (como Córdoba o Santa Cruz), pero sus "pedazos" no tienen el mismo origen o entidad.
Aun así, partiendo de la base de que uno no puede imaginarse que un partido o sector político que apoya capte todos los votos posibles, y eso supone tener opositores que sean votados, es preferible que sean de izquierda antes que los Del Sel, Olmedo, De Angeli o Bergman.
Es interesante ver como se van comportar en el Congreso los diputados que metió el FIT, sobre todo si tienen la inteligencia de escapar a la lógica binaria del enfrentamiento político de los últimos años; que terminó chupándose a muchos opositores potables al kirchnerismo, detrás de la estrategia que marcaba gente como Lilita Carrió; en un juego de suma cero.
A la larga puede ser positivo para el gobierno que exista al menos un sector de la oposición que lo corra por izquierda con sus propuestas, claro que tener representación parlamentaria y más para una fuerza de izquierda (que tuvo que hacer una reelaboración teórica de lo que implica participar en las instituciones de lo que denominarían la democracia burguesa) impone el desafío de ser serios.
Los otros días escuchábamos en radio a Pitrola diciendo que sus dos primeros proyectos serían el 82 % móvil para los jubilados, y la derogación del impuesto a las Ganancias sobre los salarios; en ambos casos sin matices ni discriminación: 82 % para todos los jubilados, Ganancias para ninguno que cobre salario.
Lo cual supone por ejemplo pagarle el 82 % de su salario al CEO de una multinacional jubilado, o que deje de pagar Ganancias si está en actividad; convalidando con tales propuestas la inequidad salarial del mercado laboral, y extendiéndola a la etapa de la pasividad, con una propuesta (la del 82 % móvil) que tiene mucho más de la lógica de un sistema de capitalización, que de reparto solidario.
Propuestas extrañas para una fuerza de izquierda, habrá que ver la letra chica (como diría Pino) cuando las presenten.
El comprobado crecimiento electoral de la izquierda se basó también en dos circunstancias que ellos mismos no suelen destacar (por el contrario niegan: ver acá): el piso del 1,5 % del padrón que impuso la reforma electoral que consagró las PASO (y a la que se opusieron, por considerarla proscriptiva) los forzó a la unidad, superando sus históricas divisiones; y la distribución igualitaria de la publicidad gratuita en los medios audiovisuales (otro resultado de la misma reforma) les dio visibilidad para difundir sus propuestas; y si se ha de creer en la eficacia de la publicidad política, sus spots estuvieron entre los más logrados.
Ya sentados en sus bancas en el Congreso y en distintas legislaturas provinciales, tendrán que demostrar su están a la altura de las circunstancias, empezando por alejar el riesgo de volver a dividirse como ha sido su historia recurrente hasta acá.
Coincido absolutamente. Muy buen articulo.
ResponderEliminarY amplio: En los lugares donde sacaron mayor pocentaje, no existe la UBA.
Si quieren hacer algo en serio, tienen que alejarse de las facultades y retomar la militancia popular. La UBA es, como diria Marx, el opio de los troskos.
"Ya sentados en sus bancas en el Congreso y en distintas legislaturas provinciales, tendrán que demostrar su están a la altura de las circunstancias"
ResponderEliminarNo.
Esperemos que por lo menos se vistan bien y no anden con poleras.
ResponderEliminarMirta dice:
ResponderEliminarYo se los dije.Se vienen, se vienen, pero me trataron de vieja gagà.
En cualquier momento, hay que devolver el predio de La Rural o las acciones de Papel Prensa.Un espanto.