GENTE EXIGENTE

A ver si la entienden chicos: ustedes no están en condiciones de exigir nada en general, y menos con el asunto éste de los buitres, en particular.

Porque ante tan escaso ejercicio de autocrítica, se hace casi un deber recordarles que el muerto éste del amigazo Singer lo dejaron ustedes, con el megacanje y el blindaje: de ahí vienen los pagarecitos que el hombre fue a cobrar a lo de Griesa.

En apenas dos años de gobierno se las ingeniaron para traerlo de nuevo a Cavallo, y aumentar la deuda externa en 55.000 millones de dólares; y ahora quieren dar lecciones sobre la cuestión.

Y por si no se acuerdan que el moco éste se lo debemos a ustedes, acá se lo dejamos a Fernando, que se los explica bien:

Uno puede aguantar que vengan Altamira y los troscos y te cuestionen porque al fin y al cabo siempre fueron coherentes: están en contra del capitalismo, nunca quisieron pagarle a los buitres, ni pagar ninguna deuda.

Que con ese discurso hayan logrado recién el año pasado superar el 3 % de los votos en todo el país, y porque no eran elecciones presidenciales, es un detalle que no los inhabilita para criticar.

Pero ustedes no muchachos, ustedes no.

Porque uno los escucha y parece que hubieran gobernado joya, que hubieran entregado un país funcionando a pleno, con crecimiento, empleo e inclusión social; y vinimos nosotros y chocamos la calesita.

¿O tanto repetir la boludez esa de que con estos precios de la soja hasta De La Rúa hubiera hecho un buen gobierno, se la terminaron creyendo?

Sí -como recuerdan- acompañaron con su voto los dos canjes de deuda (por otro lado, lo menos que podían hacer, considerando los estropicios que causaron cuando gobernaron) y la ley del año pasado que reabrió el canje para tentar a los buitres a negociar, no pueden cuestionar ahora la estrategia seguida por el gobierno, que no es sino su lógica consecuencia, como decíamos ayer acá. 

Y termínenla con la pavada ésa (que también anda repitiendo el salame de Binner) de que Griesa nos falló en contra por los dichos de Cristina o los funcionarios del gobierno, como si a ese nivel y con los intereses que hay en juego, se manejaran por pucheritos; o calenturas adolescentes.

Porque ahora resulta que somos el culo del mundo (al menos eso nos dicen todo el tiempo), pero lo que dicen Cristina o Kiciloff en un discurso termina siendo más importante para un juez yanqui que la opinión de Obama, Putin, el G 77, el FMI, la Celac, buena parte del parlamento inglés, Francia, México o el Papa; y todos los demás que apoyaron el reclamo argentino contra los fondos buitres. 

O que Griesa se enojó porque no lo mimamos ni le elogiamos los ojazos verdes (o grises,  o azules, para el caso es lo mismo), y no falló como falló (e anche la Corte yanqui) porque el poder financiero que representan los buitres los tiene agarrados de las pelotas; y ha constituido al poder judicial en la última trinchera de defensa de sus intereses. 

Si exigen seriedad y sensatez, no sean tan patéticos en el análisis.

Ni tan caraduras de salir a hablar de cosas sobre las que aun no han rendido cuentas (al menos en la propia justicia), y sobre las que tendrían que guardar un prudente silencio, por bastante tiempo.