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Una vez más, Elisa Carrió tiene razón: (así dicho, pareciera que recuperó la cordura, o volvió a tener un intervalo lúcido) si Mauricio Macri y los principales dirigente (con "s" sería, es plural) de UNEN no van juntos a las próximas elecciones nacionales, algunos de los dos peronistas, Sergio Massa, o Daniel Scioli, terminarán sucediendo a la presidenta Cristina Fernández. (se te está escapando el candidato del kirchnerismo, pero es costumbre: ya te pasó en el 2011) Por eso se levanta de su asiento, de manera intempestiva, en medio del discurso de Pino Solanas (¿no era para ir a comer pizza a "Los Inmortales"?) y vuelve a dejar sentada su ambición de acceder al poder para cambiar la cultura del país. (o sea que para dejar sentado algo, se levanta de la silla; y para llegar al poder, se pelea con sus aliados. Después querés que te creamos cuando decís que "tiene razón") Macri, ahora, sonríe. No solo los principales referentes de la centroizquierda se pelean y discuten por él. ("centroizquierda", claro, contáme más) Además, sus asesores le aportan, cada dos o tres días, buenas noticias sobre un cambio de tendencia electoral que lo favorece. (¿le informaron que se suspenden las elecciones, y se puede volver a bajar de la candidatura sin costo; o que viene para abajo y zafa de presentarse?)
Hace una semana le dieron la más inquietante: según los números de Jaime Durán Barba, el jefe de gobierno de la Ciudad estaría superando a Massa y a Scioli en todo el país. (y sería inquietante porque de ganar, no le quedaría más remedio que ponerse a laburar para gobernar el país. Se entiende) La supremacía sería casi imperceptible, pero demostraría que el crecimiento de Macri sería constante y no habría llegado a su techo. (le sacamos los potenciales a esta parte y queda como lo que es: humo de los consultores, para facturarle a Mauricio, y para que vos lo levantes) Casi al mismo tiempo, los hombres de Scoli hicieron públicos dos trabajos (ya le dicen "trabajo" a cualquier cosa: deben ser las famosas "políticas activas" contra el desempleo) donde el gobernador aparece primero, por encima de Massa y Macri. Uno de Isonomía y otro de Aresco. En cuanto los leyó, el expresidente de Boca dio dos directivas concretas. (vamos mejorando: aprendió a leer, y pudo dar dos directivas, y concretas) Una: que su equipo de campaña, encabezado por el secretario general de Gobierno, Marcos Peña, mantuviera el estudio de Durán Barba bajo siete llaves. (salvo para filtrártelo a vos para que operes en los medios convencido de que tenés una exclusiva, la estrategia dio resultado) La segunda: que le pidiera al consultor ecuatoriano que revisara los resultados, una y otra vez. (y las facturas: parece que se dio cuenta que lo está afanando, mal) Mauricio está contento, pero todavía no lo puede creer, (pasa que es de los mismos que le dijeron en el 2011 que ganaba la presidencia en primera vuelta: el que se quemó con leche, ve una encuesta y llora) se escuchó decir cerca del jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien se reivindica como uno de los primeros dirigentes que previeron el importante crecimiento electoral.
Gabriela Michetti va todavía más allá: trabaja (bueno, es un modo de decir; pero otra vez: paremos de decirle "trabajo" a cualquier cosa, por lo menos por dos años) para terminar de convencer a Carrió, al ex ministro de Economía de Cristina Fernández, Martín Lousteau y al senador nacional Ernesto Sanz. (¿de qué se retiren de la política porque lo suyo es al pedo?) Cada vez que puede les dice que el momento para integrarse no debe demorarse mucho más. (¿no será para "desintegrarse"?) Que de otra manera Massa terminará de chupar a otros valiosos dirigentes, (que figura elegiste papito, "chupar valiosos dirigentes", tenés menos tacto que el Capitán Garfio) como lo hizo con Adrián Pérez. (¿y ése que tendría que ver con los "valiosos dirigentes"?)
Carrió, Sanz y Julio Cobos preferirían no romper con Solanas, (en el caso de Lilita, no se notó mucho que digamos te cuento) Hermes Binner y Margarita Stolbizer, pero ya están decididos a hacerlo, porque no quieren que UNEN termine siendo solo una fuerza testimonial. (ya lo dijo Carrió: "quiero ser algo más que una cara bonita") ¿Qué es lo que impide el avance de una alianza estratégica, más allá de las posturas ideológicas (acá la palabra adecuada en el contexto sería "pelotudeces" antes de "ideológicas") de quienes ven a PRO como un resabio de la derecha noventista? (eso ¿qué, eh?) Antes que nada, los egos de los más importantes referentes. (¿vos decís que hay ego ahí?, no, jodéme, que desilusión loco, un bajón, no tenés derecho a jugar así con las expectativas de la gente) Carrió lo ha denunciado y ninguneado demasiado a Mauricio como para levantar el teléfono e invitarlo a tomar un café. Macri la invitó, en los últimos años, por lo menos cuatro o cinco veces, pero piensa que hacerlo ahora es bajarle el precio a una candidatura que está pasando por su mejor momento. (es verdad: duplicó su intención de voto, pasando del 5 al 10 por ciento) La mutua desconfianza política y personal no es un tema menor. Lilita admite en privado que Macri es el jefe de gobierno que mejor administró la Ciudad desde 1983 en adelante. (claro, mientras tanto en público lo trató de incompetente, estúpido e inútil. Pero con cariño. Igual, comparado con "Topadora" Domínguez, Suárez Lastra, De La Rúa e Ibarra, cualquiera es un crack) También acepta que todavía no fue salpicado por ningún gran escándalo de corrupción. (es que le viene funcionando bárbaro el piloto de impunidad judicial y mediática que se compró. Lo que no se entiende es por que lo denunció tantas veces -según vos dijiste un par de párrafos más arriba- si cree que no lo salpica la corrupción. ¿Vos estás diciendo que Lilita denuncia al voleo y al pedo?) Pero tiene la duda de si no sigue haciendo negocios y todavía se pregunta porqué no se enfrentó con Cristóbal López para quitarle el negocio de los casinos de Palermo y de Puerto Madero, o por lo menos de cobrarle un canon mayor y más impuestos de los que paga. (¿"tiene la duda" y "todavía se pregunta" eso?, ay Majul, que te tomen de boludo a vos no te autoriza a aplicar la propiedad transitiva con nosotros) Cuando sus socios de UNEN le preguntan para qué quiere compartir un espacio en común si tiene tantos resquemores, Lilita responde que PRO no es solo Macri sino también Michetti y sus votantes, que son los mismos votantes que me eligen a mi. (a ella sería, porque no pusiste comillas. Ahora se entiende lo del 1,82 %: eran pedacitos de boletas que en realidad eran para Macri)
Macri, por su parte, coincide con Carrió en el diagnóstico político. (en efecto: cada uno cree que el otro está loco, y es un inútil) Y en especial en la necesidad de construir una alternativa distinta a los profesionales de la política que estuvieron gobernando durante los últimos 30 años (justo pero justo cuando volvíó la democracia mirá vos. ¿Habría que volver a llamar a los amateurs que se formaban en los cuarteles para las armas, y terminaban dirigiendo el país?) y dejaron a la Argentina patas para arriba. (claro, porque en el 83' éramos una potencia mundial) Apenas difieren en el lenguaje. (claro, Carrió habla el castellano; y Macri aun no se sabe) Ella, más histriónica (¿no será "histérica", que suena parecido?) y titulera, (¿vos decís que Carrió trabaja para los medios?, que desilusión, loco, pensábamos que hacía política en serio) los denomina narcoperonistas. (ojo que cuando el Cuervo Larroque dijo lo de "narcosocialismo" se ofendieron) Y mete, en grave categoría, a la presidenta, al expresidente Néstor Kirchner, a Massa, a Scioli y a la mayoría de los intendentes y exintendentes del Frente para la Victoria o el Frente Renovador que hoy mandan en la provincia de Buenos Aires. (justo los que ganan las elecciones, se ve que el narcotráfico es muy popular digamos) Macri sostiene lo mismo en privado. Repite: Son todos unos delincuentes y unos caraduras. (¿incluyendo Massa, con el que hizo alianza el año pasado?, se ve que viene flojo de escrúpulos entonces. Igual, si de delincuentes se trata habrá que creerle: el tipo habla con conocimiento de causa) Y tiene una aversión particular con Alberto Fernández y Aníbal Fernández: Son unos impresentables y se venden al mejor postor. (¿como los radicales que él está tratando de embolsar, o más barato?) Pero en público mantiene las formas y repudia el estilo denuncista de Carrió: No se puede ensuciar a la gente sin las evidencias suficientes. (obvio, si no cualquiera te inventa una causa por contrabando de automotores un día, otra por escuchas ilegales el siguiente, y así) Macri, por ejemplo, cree que con Hugo Moyano se puede dialogar. (un caso clavado de alguien que no sería delincuente, ni se vendería al mejor postor: lo que se llama coherencia lo de Mauricio) También asegura que sus votantes ven a ese diálogo como la prueba de que podría gobernar sin la amenaza constante de los sindicatos o el peronismo residual. (claro, porque a través de la alianza con Moyano tendría solucionado el problema de la recolección de residuos) En cambio, para Carrió, Moyano es parte de la mafia, los negociados y la gran corrupción estructural. (para Carrió salvo ella, Magnetto, Mitre y el Papa -y éste último está por verse- son todos partes de la mafia, los negociados y la corrupción estructural) Se tienen que sentar a tomar un café ya, para vencer los prejuicios mutuos y empezar a construir, sin negar las diferencias. (te digo que por más onda que le pongas vos, a la gordi con un cafecito no la arreglás: por menos de un lechón ni se molesta; mirá lo que le pasó a Pino, que por poner un cátering flojo en el acto se le levantó y se fue) De otra manera, el acuerdo va a morir antes de nacer, o va a explotar después, a los cinco minutos de empezar a funcionar (en términos del país, es preferible la primera alternativa a la segunda) me dijo un legislador que habla con ambos muy seguido. (pobre tipo, que mambo debe tener. O tipa, porque debe ser Michetti)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.
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