viernes, 22 de agosto de 2014

PARA VARIAR


Leemos en Tiempo Argentino un repaso por las posturas opositoras en torno al proyecto de ley de pago local de los bonos de la deuda enviado por Cristina, y no se puede decir que sorprendan. O sí, vaya uno a saber.

Años reclamando que el tema de la deuda se tratara en el Congreso "para cumplir con la Constitución", y ahora el planteo es "no vamos a acompañar esto porque el gobierno quiere coparticiparnos la responsabilidad por sus errores".

O facturándole al kirchnerismo haber elegido la jurisdicción de Nueva York (zoncera analizada acá), para ahora oponerse a que los bonos se paguen acá; y se establezca una opción de cambiarlos por otros emitidos acá y bajo ley argentina.

Macri con su versión recargada de "Hay que ir a sentarse al juzgado de Griesa; y lo que él diga, eso es lo que hay que hacer"; porque de lo contrario "nos alejaremos del mundo", se agravarán la inflación, la recesión y el brote del ébola.

Que no es muy distinto de lo que dice Sanz, que aprovechó la volada para seguir sumando en la interna radical opiniones para cerrar el acuerdo con el PRO; aunque mucho trabajo no le cuesta porque las resistencias internas son cada vez menores.

Lo que demuestra cuan pequeños son, y cuan bajo vuelan con el pensamiento, eso sí: sin dejar de apelar nunca a las frases hechas sobre "la mira estratégica de largo plazo", "los necesarios consensos que redunden en políticas de Estado perdurables", y la sanata habitual.

Cobos reflotando un hit radical de los últimos tiempos, el famoso "estamos dispuestos a ayudar al gobierno, si se deja ayudar"; pero resulta que el gobierno pide acompañamiento (que es menos que ayuda) en una decisión en la que están en juego los intereses nacionales y hay que mostrar unido el frente interno; y le sacan el culo a la jeringa, otra vez.

Ambos (UCR y PRO) acompañaron con su voto la Ley 26.886 votada el año pasado (ver acá el acta de Diputados), y ahora se oponen a éste proyecto que la menciona explícitamente, se remite a ella en cuanto a los términos de la oferta a hacer a los buitres cuando venzan las RUFO; y es su lógica derivación ante el insólito fallo de Griesa.

Massa inventando -por enésima vez.- el agujero del mate, diciendo que tiene una propuesta que consiste en ofrecerles a los bonistas opciones para cobrar en otros lugares que no sean Nueva York, ni acá.

Justo, pero justo (vea) lo que dice el artículo 7 del proyecto que envió Cristina al Congreso: pasa que Massita no tuvo tiempo de leerlo, porque estaba ocupado con los guiones que le arman; como la ultrapavada esa de los "pecados capitales".

Carrió apelando como siempre a metáforas tranquilizadoras (guerra, pólvora), y delirando mal con autogolpes y denuncias a la OEA; justo ella.

Binner afectado porque la mano invisible jugueteó con el pastillero y se confundió de color; y Pino hablando de lo que sabe: relatos ficcionales y fuegos artificiales que generan mucho humo; como el que aparece recurrentemente en sus películas. Lástima que dejó su oficio para dedicarse part time a la política.

Ninguno demasiado percatado de que sus posturas los ponen -objetivamente- del lado de lo peor del capitalismo financiero internacional y de un juez senil; que provocan incluso más rechazo fuera del país, que fronteras adentro.

O sí se percatan, y les chupa un huevo porque están en otra.

Es lo que hay, con esto hay que lidiar también; y pese a ésto hay que seguir remándola contra viento y marea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario