sábado, 27 de junio de 2015

GENTE DE PIEL SENSIBLE


Lo decíamos hace un tiempo acá, a propósito de la visita de Scioli a la UIA: se va a tener que ir acostumbrando a que estos muchachos juegan así.

Condicionan, exigen, reclaman, aprietan (más en privado que en público), y cuando se los quiere meter en cintura, se hacen los ofendidos, y presagian persecuciones y hostigamientos.

Como regularlos o cobrarles impuestos, ponéle. 

También decíamos en aquélla entrada que lo primero que debe hacer la UIA -si quiere tener cierta entidad para meter cuchara en el diseño de las políticas económicas- es resolver sus propios problemas internos, donde para mantener mezclados el agua con el aceite, no llaman a elecciones, prorrogan el mandato de sus autoridades, y cualquiera sale a hablar a título personal, pero pretendiendo expresar al conjunto.

Un conjunto heterogéneo donde conviven empresas argentinas y multinacionales, Pymes y grandes corporaciones, exportadoras que trabajan con escala mundial y empresas que necesitan la protección del Estado para expandirse, o que trabajan para el mercado interno.

Por eso sus intereses no son los mismos, y como consecuencia de eso, sus necesidades y sus reclamos al Estado, tampoco.

Scioli dijo lo obvio: a la política (en sentido estricto) se deben dedicar los políticos, que son los que deben pasar forzosamente por el tamiz de las urnas.

Tal vez le faltó agregar que los intereses de los empresarios no siempre coinciden con los del país, aunque ellos pretenden que eso sucede siempre, o mejor aun: que sus intereses son los del país.

Los empresarios deberían estar más preocupados en producir y generar empleo (ganando plata en el proceso, como no), que en hacer lobby para condicionar gobiernos; o para imponer políticas que no son las que vota la gente.

Si no que formen un partido político, se presenten a elecciones, y listo. Nada se los impide.

Más información, acá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario