sábado, 27 de junio de 2015

¿QUÉ HARÁN LOS RADICALES SANTAFESINOS?


Diez días antes del cierre de listas del sábado pasado, se había vencido otro plazo más apremiante para la UCR santafesina: el de las alianzas electorales; que la encontraba fuera de la estrategia decidida en la convención de Gualeguaychú de forjar acuerdos con el PRO de Mauricio Macri, y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.

Para resolver el entuerto -el vencimiento del plazo caía justo 4 días antes de la elección provincial, en la que competían con el PRO- el partido decidió preservar el acuerdo con el socialismo y otros partidos (incluyendo a la Coalición Cívica local, disidente de Carrió), e inscribir su alianza como Frente Progresista Cívico y Social, yendo con "boleta corta": llevarán candidaturas a senadores y diputados nacionales, pero ninguna boleta presidencial.

Una decisión lógica con las prioridades del partido, que abre a futuro el interrogante respecto a las "ganas" que le pondrá la estructura radical en la provincia, a la campaña nacional que se avecina.

En el reparto de las listas la UCR obtuvo el segundo término de la fórmula a senadores (Marta Speranza, la mujer que acompañará a Binner en la boleta, cumpliendo el cupo femenino) y el primero y el quinto lugares en la lista de diputados nacionales.  

Lo que supone que quien cuenta con posibilidades reales de salir electo es el primero de la lista de diputados (Hugo Marcucci), y Speranza depende de que el FPCyS se imponga en la elección de senadores nacionales, donde darán pelea el PRO con la candidatura de Reutemann, y el FPV con Omar Perotti. De hacerlo (fundamentalmente por lo que aun pueda traccionar la figura de Binner) la UCR santafesina recuperaría un senador nacional, algo de lo que no disfruta desde los tiempos de Usandizaga.

En el caso de la lista de diputados, la colocación en el primer lugar del hoy senador provincial por el Departamento La Capital fue una "compensación" del socialismo a la UCR por la maniobra de haberlo desbancado con la candidatura del periodista Emilio Jatón en las PASO provinciales; pero su nominación despertó el reclamo de otros sectores de la UCR (los tradicionalmente más proclives al acuerdo con el socialismo) para que el lugar fuera ocupado por Julio Genesini, el actual ministro de Trabajo del gobierno de Bonfatti.

El socialismo zanjó el pleito entre radicales de un modo sencillo: sostuvo a Marcucci en la lista, y se comprometió a que Genesini seguirá en su cargo, en el gobierno de Lifschitz; lo que supone que los radicales movieron bien las piezas, e hicieron valer los votos que aportaron para el triunfo del FPCyS.

Y que antes de asumir (incluso antes de saber si finalmente sería gobernador electo) Lifschitz está empezando a ver "loteado" su gabinete, antes las exigencias de los otros socios mayoritarios del FPCyS, junto al socialismo.

Que tratarán de sacarle el jugo del mismo al más mínimo movimiento que se les pida de su aparato partidario, en una elección nacional en la que carecen de incentivos: con un diputado seguro, una senadora improbable porque depende de Binner y de una elección muy reñida, y sin candidato a presidente, más no se les puede pedir a los radicales en Santa Fe; a menos que obtengan algo a cambio, en el gobierno provincial que se inicia el 11 de diciembre.

Seguramente Sanz vendrá a Santa Fe a hacer campaña para su candidatura dentro de las PASO de "Cambiemos", y hasta sea acompañado pro forma -para la foto- por el radicalismo local; pero nadie en su sano juicio le asigna mínimas chances a una candidatura que es testimonial, y tiene por exclusivo propósito convalidar el colgado de listas legislativas de la UCR de la boleta presidencial de Macri. Algo que -para colmo- en Santa Fe no ocurre.

Menos aun se les puede pedir a los radicales santafesinos que hagan campaña por otra candidatura testimonial (la de Margarita Stolbizer), cuando ni el mismo socialismo parece muy dispuesto a hacerla. O en todo caso si lo hacen bajo cuerda, su buen precio le pondrán al esfuerzo, medido en cuotas parte del futuro gobierno provincial. 

Un medio local le preguntaba por estos días a Corral a quien votaría en las elecciones nacionales a presidente, y dijo lo obvio: en las PASO, a Sanz.

Lo que no es tan obvio es que preguntado que pasaba si el mendocino perdía la interna de "Cambiemos", el mismo Corral dijera "en ese caso veré que hago", porque el dilema es claro: hasta el 14 de junio (con Del Sel en el medio) el PRO era la encarnación del mal, y después del 9 de agosto, el candidato a presidente de la UCR en todo el país será- con toda seguridad- Mauricio Macri. 

Quien si bien contará con certeza con muchos votos radicales, no logrará tan fácil que la estructura del partido en la provincia se alinee con su campaña, porque -al menos en Santa Fe- ni siquiera tiene los incentivos de colgar diputados y senadores; como en el resto de las provincias.    

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