jueves, 24 de marzo de 2016

ADORNOS INNECESARIOS


Si ya tenían tomada la decisión de bancar el acuerdo con los fondos buitres, vótenlo y listo. No la quieran adornar con jueguito para la tribuna.

Supongamos que logran aprobar éste proyecto en el Senado, y supongamos que consiguen que hasta lo voten los senadores de "Cambiemos".

Supongamos que también consigan los votos necesarios en Diputados, y luego logren que Macri no lo vete, y lo promulgue; de modo tal que cada vez que quiera pedir un préstamo al exterior, tenga que ir al Congreso.

Pues bien, en ese caso los primeros que les van a romper las pelotas para que vuelvan a levantar las manitos aprobando el endeudamiento son los gobernadores, con la excusa de que es "para obras de infraestructura", o algo por el estilo.

De todos modos, ni aun aprobando el proyecto conseguirán evitar el endeudamiento externo en moneda dura de las provincias (Buenos Aires acaba de tomar deuda por 1250 palos verdes, a una tasa de 9,37 %, y hay varias esperando para colocar, como Santa Fe), y de las empresas; que ya saldrán a colocar "obligaciones negociables" en los mercados de capitales.

Generando una espiral de endeudamiento público y privado que va a terminar como en la dictadura, el menemismo o el gobierno de la Alianza: con la deuda privada estatizada o "pesificada", y con el Estado nacional absorbiendo la deuda de las provincias, o el mayor costo del endeudamiento por la devaluación del peso.

Si realmente quisieran controlar la política de endeudamiento del gobierno de Macri (recalcamos: si verdaderamente quieren hacer eso, y no vender engaña pichangas) lo que tienen que hacer es tumbarle el DNU 211, que derogó un artículo de la Ley 27.198 (Presupuesto 2016), a través del cual el que se endeudó fue el Banco Central, con el "repo" de 5000 millones de dólares (a devolver 5350 antes de diciembre, por los intereses) aportados por un grupo de bancos extranjeros, para "fortalecer las reservas".

Entregando a cambio una Letra del Tesoro (la que le dieron al Central por haber cancelado la deuda con el FMI con las reservas) de bajísimo interés, y prorrogada 10 años en su vencimiento, justamente por el artículo de la ley de Presupuesto derogado por el DNU.

Como el BCRA tiene en cartera otros títulos públicos entregados por el Tesoro por 65.000 millones de dólares más (los que se otorgaron por los vencimientos de deuda cancelados con las reservas), Macri tiene todavía un amplio margen para endeudarse sin pasar por el Congreso, a través del Banco Central.

Recordemos que Sturzenegger no piensa comprar los dólares financieros y comerciales que ingresen al país para engordar las reservas, porque -según dijo- eso generaría inflación, al emitir los pesos necesarios para comprarlos. 

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