Es la palabra de moda y el telón de fondo de cada fractura hacia el interior del dispositivo kirchnerista: autocrítica. Se supone que se refiere al análisis de las causas de la derrota electoral ante Macri, y se sobreentiende que se le exige al núcleo duro k, y en especial a Cristina. Aunque a veces se evite decirlo con todas las letras.
Si bien nunca termina de quedar claro si la autocrítica se reclama por los errores de campaña o de la gestión (que seguramente han existido, e influyeron en el resultado tanto como los otros) está claro que desde esa lectura la responsabilidad principal (si no exclusiva) de la derrota sería del kirchnerismo, y en especial de Cristina. Al menos no se ven pedidos de autocrítica en otra dirección, ni tampoco abundan quienes la hagan por iniciativa propia.
En plena campaña se hablaba del "bombeo" a Scioli, y se decía que Cristina prefería que ganara Macri, para convertirse en la referencia natural de la oposición. A meses vista, muchos de los que esgrimían ese argumento parecen bastante cómodos con Macri, y buscan su lugar en el nuevo orden. Scioli (más prudente quizás) se llamó a silencio.
Tomemos por ejemplo el caso de Bossio y su bloque: se ocupa de aclarar en cuanta oportunidad tiene que su límite era la Cámpora, y por eso se fue; pero a juzgar por lo que viene haciendo en el Congreso no fueron su límite ni los fondos buitres, ni el blanqueo ni el desguace del fondo de la Anses, ni la posibilidad de quebrar el sistema previsional, medidas todas que acompañó con su voto. Son raros y difusos a veces, los límites.
Nada indica que la salida del Movimiento Evita del bloque del FPV repita el mismo patrón, pero hay cosas que también en ese caso resultan difíciles de entender; como por ejemplo que no puedas convivir en el bloque de diputados con Héctor Recalde, pero sí con Urtubey en el Consejo Nacional del PJ. Dicho esto porque se habla de la necesidad de articular una fuerza popular efectiva y capaz de oponerse a las políticas de Macri.
El disparador en teoría es el rechazo a la corrupción y el caso López, como si no hubiera impactado en el conjunto del kirchnerismo. De hecho, uno días antes el bloque de diputados en su conjunto (incluyendo a los legisladores del Evita) repudiaron en forma contundente a López y exigieron que se haga justicia, y pocas horas después hacía lo mismo el bloque del Parlasur (otra vez, sin fisuras y codo a codo Taiana con el "Chivo" Rossi) pidiendo su expulsión, que no prosperó por una zancadilla de "Cambiemos".
No hubo entonces allí cobertura institucional para la corrupción, o miradas para el costado; y cuando en Diputados se discutió el inverosímil desafuero a De Vido (autorizando un allanamiento que nadie pidió), los legisladores del Evita se fueron, no votaron a favor. Ese mismo día se trataron la ley del arrepentido y la de la extinción de dominio, supuestas panaceas en la lucha contra la corrupción. Y el bloque del FPV las acompañó, aunque en las mismas condiciones en las que en el 2004 Néstor Kirchner acompañó las leyes de Blumberg: corrido por los acontecimientos, y acaso siendo copartícipe el día de mañana, de su fracaso.
Lo que marcan estos hechos es que, por buenas que sean las razones de alguien para marcar una posición y tomar distancia, no se puede desentender del momento elegido para hacerlo. Y en éste caso la ruptura sucede a pedir de Macri, en su beneficio y por la agenda que él impone. Más cuando se alega que no hay diferencias ideológicas con el FPV, pero que el problema es la falta de autocrítica por la derrota electoral. Así el objetivo de construir una fuerza que se le oponga con eficacia se aleja, no se acerca.
Nada de lo dicho debe entenderse en el sentido de que nos negamos a reconocer que Cristina haya cometido errores: está más que claro a ésta altura que ya nada es ni puede ser igual que lo que era en diciembre, ni siquiera la conducción de Cristina, que ya no es indiscutida, ni mucho menos. Y la primera condición de toda conducción es que sea aceptada como tal por el conjunto, o por el mayor espectro posible.
La derrota en un punto horizontaliza, genera estados deliberativos (saludables, hasta cierto punto) y cada uno cree que tiene la estrategia correcta para salir adelante. Lo que no está claro es si además tienen los votos, que es lo que hace falta para ganarle a Macri; si ese es verdaderamente el objetivo.
Está más que claro que con las "plazas militantes", las charlas en el Instituto Patria, el "Frente Ciudadano" y recostarse sobre el núcleo íntimo de los "leales" no alcanza; y que desde la muerte de Néstor para acá está faltando muñeca y política, traducida incluso en "rascadas de lomo" cuando hace falta.
Como también están sobrando salidas a los medios a desmarcarse, como si eso garantizara salvarse de la guadaña o del "carpetazo": pregúntenle si no a Abal Medina, que luego de tomarse el trabajo de hacer de puntero del PRO para conseguirle a Macri los votos necesarios para los nuevos jueces de la Corte, fue procesado por el "Fútbol Para Todos" junto con Capitanich y Aníbal Fernández: la fuerza de tareas macrista de Comodoro Py no distingue entre "kirchneristas rabiosos" y "opositores racionales".
Como también están sobrando salidas a los medios a desmarcarse, como si eso garantizara salvarse de la guadaña o del "carpetazo": pregúntenle si no a Abal Medina, que luego de tomarse el trabajo de hacer de puntero del PRO para conseguirle a Macri los votos necesarios para los nuevos jueces de la Corte, fue procesado por el "Fútbol Para Todos" junto con Capitanich y Aníbal Fernández: la fuerza de tareas macrista de Comodoro Py no distingue entre "kirchneristas rabiosos" y "opositores racionales".
Por estas horas en las redes sociales todos arman sus propias listas de "traidores" y "leales", y abundan los que señalan que los traidores son inventos de Cristina; algunos para señalarles su inconsecuencia, otras para criticar el dedo de la conducción. El tema es que en un punto todo ("traidores" y "leales") somos en el kirchnerismo "inventos" de Néstor y CFK; porque fueron ellos los que nos interpelaron a participar y sumarnos, desde cualquier lugar y experiencia previa.
Nada impedía pensar o criticar antes, mucho menos ahora cuando -como dijimos- la derrota "iguala", pero sin perder de vista nunca el contexto (desfavorable, adverso, francamente hostil) y el objetivo. Discutamos todo y rompamos lo que haya que romper pero con la agenda nuestra, no con la de Carrió; y sin perder de vista al gobierno de Macri, que no se va a detener a esperar que nosotros arreglemos nuestros entuertos para seguir con lo suyo.
Y mientras tanto la pregunta -tan sencilla como incómoda- que Cristina invitaba en Comodoro Py a hacerle a la gente de a pie (incluyendo a los que votaron a Macri, sobre todo a ellos) sigue más vigente que nunca: ¿están mejor o peor que hace seis meses?
Y mientras tanto la pregunta -tan sencilla como incómoda- que Cristina invitaba en Comodoro Py a hacerle a la gente de a pie (incluyendo a los que votaron a Macri, sobre todo a ellos) sigue más vigente que nunca: ¿están mejor o peor que hace seis meses?
Lo sucedido da profunda tristeza. Ni remotamente se compara con lo de Bossio. No se puede comparar un suelto, encandilado, egoista, ambicioso, con una construcción colectiva, militante, esforzada.
ResponderEliminarPero las declaraciones del Diputado Grosso resultan absolutamente insuficientes. Agotada la discusión con quién. El post lo puede usar Grosso como una hoja de ruta y explicar la ruptura en relación a cada punto de reflexión que plantea. Se me podrá decir: quién puede o quién sos para pedir explicaciones; que ellos no deben darlas más allá de las que dieron y quieran dar; creo que no, son cuadros, no hay ingenuidad en su posicionamiento. Que nos digan desde dónde y con quiénes suman desde el momento inmediatamente posterior a la ruptura para volver donde estábamos en derechos, dignidad y bienestar general y para resistir la restauración que Macri significa. Que nos digan cuál es la estrategia comunicacional para neutralizar el uso que a su ruptura se le está dando. Que nos muestren el balance de suma y resta, o al menos como ven que se va a conncretar la expectativa de que esto es para mejor, no para la organización, sino para la gente que el modelo de Macri daña. Yo no le voy a quitar mérito a los compañeros que llegaron a diputados desde el Movimiento Evita, ni que hubieran hecho valer la organización en la rosca para llegar a las listas (es legítimo y hace a su desarrollo), ahora la ruptura los pone en ese lugar que a muchos deja afuera, y ellos por López y De Vido han decidido rápido y sin que signifique una diferenciación que les reconozca la sociedad poner por fuera a muchos (que valen tanto, al menos, que ellos -pienso en Recalde, Di Tulio, Máximo, la propia Cristna y miles y miles más). Que expliquen por qué era mejor romper que votar una propia posición en el recinto, y bancarla y bancarse adentro. Si no da la sensación que -por el otro lado- también nos miran por arriba del hombro.Exigieron autocrítica, no se la dieron y se fueron. Si autocrítica es reflexión y explicación, lo que está faltando en las declaraciones del Diputado Grosso es eso; hasta ahora solo se escuchó la "crítica", faltaría la "auto".
Se escucha el grito "cabaret cabaret"
ResponderEliminarSe viene la pelea en el barro entre el autocrítico extremista y el autocrítico hipócrita
Le dieron una salida transitoria a Gramsci para que referee el match
Miseria Inc ya alquiló un palco para los CEOs en ejercicio y sus invitados. Avisados del evento, una mueca burlona les asoma en la piedra
Y de fondo Filippi graznea
.... Yo soy el Rey de la autocrítica
Mi mente cínica
Me pica y me pica ....
Como un Floki burlón me arrimo a su show.
Me toman en joda con mi armadura de cristinisto serial.
Dicen que no voy a poder volver; que no va a quedar nadie.
No se dan cuenta que nunca me fui
Más cagada es para los que creen que me están yendo a buscar. Que alguien les avise que la TV Furher les jodió el GPS
AnarKo enKuadrado
Y la otra pregunta sencilla e incómoda: ¿Cuál PJ? ¿El que votó a favor de los buitres y del desmantelamiento del sistema jubilatorio?
ResponderEliminarPuedo firmar al pie, y está en linea con la pregunta que dicen que le hizo Cristina a la gente del Evita en la entrevista desmentida en Calafate sobre el PJ.
ResponderEliminarSolo agregar algo que Ud no dice Kumpa, que quien en los comienzos del 2015 siguiendo lo que las encuestas truchas le decían DOS se alejó de Cristina, pero también del país K mediante operaciones de todo su entorno propagando a los cuatro vientos un programa muy semejante al del PRO, que cuando la liga de gobernadores lo impuso, tal vez con las mismas ambiciones que hoy, se produjo un tibio acercamiento tanto de objetivos como de personajes, de manera tal que en las PASO logró estar muy cerca de ganar en primera vuelta, allí él y principalmente su entorno al que nunca desmintió, salieron desbocados a propagar sus futuras acciones, no muy distantes del PRO y el FR, y muchos progres K decidieron no votarlo, al ver el descenso en las generales quedaron paralizados y se volvió a arrimar con la cola entre las patas, con la militancia en las calles haciendo la campaña que los de la autocrítica no fueron capaces, o tal vez no quisieron hacer.
Siendo un peronista de los que conoció al Gobierno Fundacional de Perón desde el '89 que vote al riojano hasta el '03 en que voté a Néstor no vote PJ, y estos que están vendiendo las banderas me verán de nuevo en la vereda de enfrente.
Nunca menos y abrazos
Ojalá me equivoque. Pero me parece que Pérsico se transformó en el conductor de una patrulla perdida.El purismo que se torna inofensivo, y por eso funcional al enemigo.
ResponderEliminarEl Colo.
Tiene razón anarko enkuadrado: ojo que si se te jodió el GPS terminás en cualquier lado.
ResponderEliminarUna cosa es esperar más definiciones de Cristina y otra es huir para adelante sin Cristina.
Los pedidos de autocritica tiene un adjetivo mas, invisibilizado, que los hace "pour la gallerie".
ResponderEliminarPiden autocriticas "publicas". Porque de las autocriticas privadas nadie puede saber si no han sido hechas.
Y en politica, todo lo publico tiene trascendencia en la arena politica. Uno no hace algo solo porque se debe hacer o por el ego de decir "yo entendí lo que pasó", uno hace algo porque eso que hace favorece al proyecto que sostiene.
Quien puede creer que una autocritica ayudaría a CFK a ganar apoyos?
Quien puede asegurar que una autocritica no le daría mas herramientas a sus detractores para limarla?
Yo creo que confesar un error publicamente es sumarle un error al error que uno confiesa.
Y si confesar algun error aporta al proyecto, entonces lo confesaría aunque no fuese cierto. Como creo que aporta cuando un politico confiesa sus errores haciendo una confesion menor, como que alguna fumó mariguana. No importa si lo hizo o no, le aportó la confesion y por eso confesó.
Me desvie.
Volviendo a los de Evita, creo que por ahora no tienen nada que ver con Bossio. Solo han decidido que pesan mas separados del grupo que unidos. Hasta allí me parece legitimo. Veremos si es acertado o no en el futuro.
Si comienzan a votar como Bossio, entonces criticaré la separación como una ruptura con el proyecto.
No me gustaron sus frases sobre la corrupcion o la autocritica. Creo que hicieron seguidismo mediatico, aprovechar un surco instalado por la antipolitica para congraciarse con la popular. Creo que es un acto de perezoso, delito menor diría mi amigo Magneto, pero una flaqueza a la que no deberían acostumbrarse ni acostumbrarnos.
Por ahi andaban diciendo de hacer una alianza con las liebres del Sur.
ResponderEliminarLos liebres del sur que hasta hace poco hacían campaña pública y candidateaban a Prat Gay y que ahora adoptan actitudes que le resultan funcionales a los proyectos de Macri en el Congreso?
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