Hace un tiempo ya -más precisamente desde ésta entrada del mes de febrero pasado- que no nos ocupábamos acá del "Indice Lamberto"; es decir el indicador de nuestra autoría que mide el tamaño de la planta política del gobierno provincial.
En aquélla ocasión lo hicimos a propósito de la promesa de campaña de Lifschitz de reducir en un 30 % la abultadísima planta política de la gestión Bonfatti, que había llegado a la friolera de 1044 componentes, resultado de la suma de 545 Autoridades Superiores (funcionarios) y 499 Personal de Gabinete (asesores).
Decíamos entonces que para que se cumpliera la promesa de campaña de Lifschitz el actual plantel político del gobierno santafesino no podía exceder de los 731 miembros, pero que ya por entonces (a poco menos de dos meses de asumido el nuevo gobernador) andaba por los 746.
Vemos en la imagen de apertura como a propósito de cumplir su primer año de gestión le preguntaron a Lifschitz como andaba la cosa al respecto, y dijo que tenía que sacar la cuenta, pero que había "bajado bastante la cifra". No le repreguntaron.
Depende de lo que uno entienda por "bastante", y de cual sea el punto de partida de la comparación, se puede decir que lejos de bajar la planta política subió (si se compara a Lifschitz consigo mismo), o bajó poquito, si se la compara con la de Bonfatti.
En efecto, de acuerdo con los datos al 6 de diciembre (últimos disponibles) de los 746 del 22 de enero llegamos a los 929, sumatoria de 514 Autoridades Superiores y 415 Personal de Gabinete: en esos meses se sumaron 183 más; a razón de 39 nuevos funcionarios y 144 nuevos asesores.
Lo que supone que se fueron sumando más o menos cuatro nuevas Autoridades Superiores por mes (una por semana, durante todo el año) y 14 nuevos Personal de Gabinete por mes (dos por semana, durante todo el año).
Los 929 miembros del plantel político actual del gobierno de Lifschitz representan un 89 % del que acompañaba a Bonfatti, y hace ya 198 cargos (entre Autoridades Superiores y Personal de Gabinete) que el gobernador se pasó de rosca de su promesa de campaña, y siguió nombrando.
El ejemplo de Macri -en lo que al cumplimiento de promesas electorales se refiere- cunde.
Y encima a estos impresentables los seguimos llamando ¨Sr Gobernador¨, ¨Sr Presidente¨. Que país generoso...
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