¿Cuánto pasó desde el “retiro
espiritual” en Chapadmalal, horas días? Tal parece que no dio los resultados
esperados, o que estos no eran duraderos, ni estaban garantizados.
Porque después de la votación en
Diputados por Ganancias se vio a un Macri furioso, chinchudo, enojado con la
realidad y repartiendo palos a diestra y
siniestra, sin que salvara nadie: ni los réprobos de siempre (el kirchnerismo),
ni los “opositores maduros y colaborativos” (Massa) de la víspera; a los que
terminaba de agradecerles su colaboración en el año legislativo que se cerró.
Pudimos ver ayer desde Mendoza a
un Macri desencajado, respondiendo en plenitud al estereotipo del niño rico al
que lo contradijeron, que no pudo satisfacer algún caprichito o que acaba de
descubrir -por las malas- que la política es algo más resbaloso a sus simples
deseos que la comisión directiva de Boca, las reuniones de directorio de las
empresas familiares o las del consorcio de la torre Le Parc.
Un Macri casi en el mismo
registro de la desaforada diputada Lospenatto (estrella en ascenso de las redes
sociales), o de su jefe de gabinete Peña; que descubrió ayer a Massa como lo
que siempre fue: lo menos confiable del sistema político argentino. Lo que
puede una votación ¿no?
Ya había pasado antes, con el
rechazo de los gobernadores al voto electrónico: los que “sintonizaban el mismo
mensaje” y tiraban todos juntos para un mismo lado “como parte de un mismo equipo” pasaron a ser –por arte de una
disidencia puntual- señores feudales que defienden un sistema fraudulento; que
funciona en base a trampas y clientelismo.
En su frenética furia Macri y el
gobierno incursionaron incluso en el revisionismo histórico: le adjudicaron a
Graciela Camaño haber sido ministra del kirchnerismo y a Felipe Solá, “el gobernador
de Cristina”, cuando el PRO viene pactando alianzas con ellos por lo menos
desde el 2009.
Así como descubrió que Massa y
Bossio tuvieron cargos en los gobiernos kirchneristas, cosa que hasta acá no le
había impedido negociar con ellos el apoyo al arreglo con los buitres, el
blanqueo de capitales, la “participación público-privada” y el presupuesto.
Les dijo a los gobernadores que
no hay forma de compensarles los menores recursos que ingresarían por los
cambios en Ganancias, ¿supone eso que el gobierno nacional piensa guardarse en
su bolsillo y no coparticipar los ingresos por gravar el juego, las LEBACS, los
plazos fijos u el dólar futuro con Ganancias, o que el presidente no sabe muy
bien de qué se trata el asunto?
Habló de irresponsabilidad y demagogia
porque se reduce la presión fiscal por un impuesto que él mismo en campaña se
comprometió a eliminar, lisa y llanamente. ¿Un tardío reconocimiento de que
Scioli tenía razón en el debate, y actuaba entonces como un mentiroso e
irresponsable demagogo, que recorría el país diciendo lo que la gente esperaba
escuchar?
El Ministro de Hacienda y
Finanzas de este gobierno que arrancó su gestión eliminando impuestos a lo
pavote (a los autos de alta gama, a los consumos suntuarios, las retenciones,
Bienes Personales, Ganancia Mínima Presunta) se muestra preocupa porque pueda
desfinanciar al Estado un proyecto de ley en el que se crean impuestos para
compensar la reducción de otros: otro milagro de un experto en contabilidad
creativa, que ya mostró sus credenciales
al calcular el déficit fiscal de la gestión anterior.
Si tuviéramos que apostar,
diríamos que Macri y su gobierno están más enojados con gravar con Ganancias la
renta financiera en sus diferentes formas, los dividendos empresariales o la
distribución de utilidades al exterior de las multinaciones y restituir las
retenciones a las mineras, que con los cambios en Ganancias en sí mismos.
Ello en tanto ese cambio de
dirección de la presión tributaria sí importa para el gobierno mucho más que la
modificación de una hoja del balance de los gastos y recursos del Estado: se
trata de una alteración sustancial de su hoja de ruta, y de su reparto de
beneficiados y perdedores del modelo en marcha. O por lo menos eso parece, por
el tenor de los pucheritos.
Macri ayer (a días del decreto a
medida de papá, para que pueda blanquear) volvió a hablar contra la “cultura
del atajo y la ventaja”; y convocó al esfuerzo para –acaso cansado él mismo por
la convocatoria- irse acto seguido de vacaciones: son torsiones muy fuertes del
discurso contra la realidad, como para que pueda salir de ella indemnes, sin
dejar jirones de credibilidad en el camino.
Eso aparte, lo que su “desencaje”
dejó ver son un presidente y un gobierno que va venía sin brújula ni “Plan B”
en lo económico, y que empieza a mostrarse perdido en lo político.
Y eso es peligroso, porque trae
malos recuerdos. No sea cosa que -para delinear más las semejanzas con otros
tiempos- encima se les ocurra mostrar la Banelco en el Senado, para sortear el
veto torciendo el resultado de la votación de Diputados.
Después de todo, con 128 vetos en el lomo como Jefe de Gobierno y uno como presidente con la ley anti-despidos ¿les van a agarrar los remilgos a esta altura del partido?
graciela Camaño, no Ocaña...
ResponderEliminarVolvió el niño Mauricio caprichoso al que Bianchi dejó garpando en la Conferencia de prensa...
Digo yo, ¿no es buen momento para rescatar esa palabrita tan cara al "pensamiento" amarillo: CRISPACION?.... digo, así en una de ésas, tal vez, a lo mejor, quizás entiendan - los adherentes a la revolución de la porquería - el viejo principio físico químico de que al escupir al cielo, te terminás escupiendo la jeta...
ResponderEliminarLa cosecha de Chapadmalales nunca se acaba. ¿Qué fue lo primero que hizo ante este desastre político? Se sube al helicóptero y aparece rodeado de niños que lo abrazan en un potrerito del interior. Y mañana se viene otro timbreo, y pasado el cumple de Antonia y asi.
ResponderEliminarPero a pesar de la dura tarea duranbarbesca este energúmeno es tan violento y maleducado que no puede evitar salirse del libreto con estas embestidas de tirano oligarca. Hay una tensión ahí entre el psicópata que quiere ordenar públicamente el "código rojo" de salir a reventar a todos los que no piensan ni chorean como él y la pantomima del inocente apolítico que se saca fotos sonriente con amigos, familia y gente pobre. Se nota que cada vez le cuesta mas fingir sus ganas de ser esto que mostró en la conferecia de prensa.
IMPUESTO A LAS LEBAC UN RIDÍCULO SI LAS GANANCIAS LAS APORTA EL GOBIERNO. SERIA SOLO GASTO ADMINISTRATIVO CON UNA MANO AUMENTARÍA LOS INTERESES DE LAS LEBACS Y CON LA OTRA LES COBRARÍA ESE AUMENTO EN IMPUESTOS, QUE SE GANA SOLO GASTO ADMINISTRATIVOS ALGO DE IMBÉCILES.
ResponderEliminarTODO BOLUDES Y CURRO.
¿No tenés muy claro como funciona el déficit cuasi fiscal y la cuenta de regulación monetaria, no?
ResponderEliminar