Leemos que la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ), emitió un comunicado contra la posición del actor José Luís Serrano (Doña Jovita) y del cantante Raly Barrionuevo, tratándolos de "demagogos", a ellos y a quienes están militando contra la reforma a la ley cordobesa de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo.
El proyecto del gobernador Schiaretti (impulsado por una linda "UTE" compuesta por S.R.A., CARTEZ y FAA), provocará, de convertirse en ley, la desprotección de la escasa superficie de bosques nativos que quedan (apenas medio millón de hectáreas de las doce originales), con fines ganaderos.
Lo cierto es que en las audiencias públicas el proyecto fue rechazado y se verá que sucede finalmente en la legislatura unicameral este año, porque la movilización popular de los últimos días de diciembre provocó la postergación del tratamiento. Es la fuerza de diez mil almas en la calle, movilización que tuvo réplica en El Bolsón, contra el entendimiento de Macri y su amigo británico Lewis.
Córdoba ha sido la provincia con mayor tasa de desmonte a fines del siglo pasado, casi cuadruplicando la media nacional.
Se destaca que el sur provincial fue invadido por la soja, lo que evidentemente desplazó a la ganadería y el área sembrada dejó escaso margen para la actividad pecuaria, siendo este sector el que intenta recuperar superficie a mano alzada legislativa y con hacha brava.
Y no se trata de extremismos ecologistas, sino lo contrario. El extremismo, en este caso, es el antiecologista y la justa razón nos hace apoyar esta lucha.
En tiempos de inundaciones, que los santafesinos sufrimos especialmente -y hablando de desmonte cordobés, más aún-, todo esto nos debe hacer reflexionar y terminar con el macartismo que los grupos concentrados nos tienen acostumbrados, no trepidando en utilizar los medios de comunicación a su merced.
Lo cierto es que en las audiencias públicas el proyecto fue rechazado y se verá que sucede finalmente en la legislatura unicameral este año, porque la movilización popular de los últimos días de diciembre provocó la postergación del tratamiento. Es la fuerza de diez mil almas en la calle, movilización que tuvo réplica en El Bolsón, contra el entendimiento de Macri y su amigo británico Lewis.
Córdoba ha sido la provincia con mayor tasa de desmonte a fines del siglo pasado, casi cuadruplicando la media nacional.
Se destaca que el sur provincial fue invadido por la soja, lo que evidentemente desplazó a la ganadería y el área sembrada dejó escaso margen para la actividad pecuaria, siendo este sector el que intenta recuperar superficie a mano alzada legislativa y con hacha brava.
Y no se trata de extremismos ecologistas, sino lo contrario. El extremismo, en este caso, es el antiecologista y la justa razón nos hace apoyar esta lucha.
En tiempos de inundaciones, que los santafesinos sufrimos especialmente -y hablando de desmonte cordobés, más aún-, todo esto nos debe hacer reflexionar y terminar con el macartismo que los grupos concentrados nos tienen acostumbrados, no trepidando en utilizar los medios de comunicación a su merced.
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