Cuando sobre los pitos de fin del año pasado se conoció finalmente el decreto de Lifschitz que instrumentaba la "rescisión de mutuo acuerdo" de la concesión de la autopista Santa Fe-Rosario, decíamos en ésta entrada luego de analizar los términos del acuerdo que "...hay que hacerse una última pregunta: ¿Qué se logra con este acuerdo?. Más allá de las declaraciones que refieren al interés general de la ciudadanía, con una resolución de común acuerdo se posibilita que la misma adjudicataria –o las empresas que las conformaron individualmente- puedan presentarse a la futura licitación ser las nuevas (viejas) adjudicatarias. Parece que se ve la puntada y también el hilo.". (las negritas las agregamos ahora)
Esta misma semana el gobierno aprobó el pliego para el nuevo llamado a licitación, y mientras tanto licitó obras de repavimentación en la autopista por 297 millones de pesos, que hará y pagará el Estado, a través de Vialidad Provincial. En la imagen de apertura vemos la nómina de las empresas que se presentaron.
Cuatro de esas empresas (dos en UTE entre sí) que son las recuadradas, formaban parte del consorcio adjudicatario de la concesión resuelta por Binner en el 2010, como podemos ver en éste decreto:
Si miramos las ofertas y nos atenemos estrictamente a los precios cotizados, la UTE formada por Laromet S.A. y Vial Agro S.A. (que ya fueron socias en ARSSA para explotar la concesión) se quedarían con el contrato; es decir que el Estado le terminaría pagando 248 millones de pesos por obras que debió haber hecho con parte de lo que cobraban por los peajes, mientras eran concesionarios de la autopista.
De los seis integrantes del consorcio que daría lugar a ARSSA los únicos que no ofertaron en ésta licitación son OBRING S.A. y PECAM S.A. A lo mejor se están guardando para otras licitaciones, o para volver a quedarse con la concesión de la autopista.
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