Macri fue a Estados Unidos supuestamente en busca de inversiones, pero hasta acá todo indica que las llevó: participó gustoso de la inauguración de una planta de Tenaris (acerera del grupo Techint) en Texas; que les dará trabajo a los norteamericanos. La lluvia de inversiones, pero para afuera.
Que Paolo Rocca decidiera montar la planta allá (como quiere Trump, y les está reclamando a las propias empresas yanquis) supone que el hólding intuye que las gestiones del gobierno de Macri para lograr el reingreso de la Argentina al Sistema General de Preferencias (SGP) de los Estados Unidos van directo al fracaso: los tubos de acero sin costura que a partir de ahora fabricarán allá, son unos de los productos que estaban en primer término en el listado del gobierno argentino para pedirle a los USA la apertura de su mercado. (Ver más información al respecto, acá)
Recordemos que desde que Macri gobierna, Techint fue favorecido con la eliminación de las retenciones a las exportaciones industriales, la devaluación (que hoy se licuó por la inflación y la suba de costos) y la apretada al gobierno de Schiaretti para que aceptara otorgarles parte de la licitación de caños para el gasoducto cordobés.
Al mismo tiempo, estos cultores de la empresa libre y las leyes del mercado le reclaman a Macri que les imponga un arancel antidúmping del 139 % a los tubos de acero chinos que ingresan al país, y como herramienta de extorsión para conseguirlo utiliza los despidos y suspensiones de sus empresas, entre ellas Tenaris en su planta de Campana.
Además de abusar de su posición dominante en el mercado interno del acero, listando directamente en dólares los precios de sus productos (insumos difundidos vitales para el ciclo productivo en otras ramas de la industria), sin que el gobierno "preocupado por la inflación" haga nada al respecto; ni a través de la ley de abastecimiento, ni de las normas sobre defensa de la competencia.
Pero por si todo eso fuera poco, Tenaris (la "nave insignia" de las operaciones del Grupo Techint en el país, y la que abrió la planta en Texas) es una de las empresas en las cuales el Estado tiene participación accionaria a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES: el 26,03 % del capital social, para ser más precisos.
Justamente por eso en el 2011 Cristina dictó el DNU 441 que modificaba la Ley 24.241, para que la participación del Estado en los directorios de esas empresas fuera proporcional a sus tenencias accionarias; ya que hasta ese momento era siempre el equivalente al 5 % del capital social, aunque su porcentaje (como en éste caso) fuera mayor.
El DNU le dio al Estado la posibilidad de designar tres representantes en el directorio de Tenaris, de los que hasta acá no se sabe que hayan dicho nada respecto a la decisión de la empresa de priorizar inversiones y generación de empleos en otro país; mientras acá despide, suspende y recorta planes de inversión, en una economía que no repunta y con una industria cayéndose a pique.
La presencia de Macri en la inauguración de la planta en Texas (un gesto que ni a De La Rúa se le hubiera ocurrido) denota a las claras que lejos de oponerse a la movida, el Estado la apoya sin reticencias; y seguramente estará esperando la oportunidad para desprenderse de sus acciones en la empresa (acaso ante una oferta pública de adquisición del propio Grupo Techint); algo que puede hacer perfectamente porque como sabemos, el artículo 35 de la Ley 27.260 (blanqueo de capitales) derogó la Ley 27.181 (2015) impulsada por Cristina, que exigía para eso una autorización especial del Congreso, con mayoría de dos tercios de votos de los presentes en cada Cámara.
Ley del blanqueo de capitales votada con el inestimable apoyo de los bloques de Bossio y de Massa, y por supuesto por los legisladores de "Cambiemos"; los mismos que en el 2014 le restaron su apoyo a la ratificación al DNU 441 (ver la info completa acá); que le permitía al Estado ejercer en plenitud sus derechos como accionista en esas empresas, muchas de ellas -como Tenaris- estratégicas.
También nos enteramos por las noticias que llegan del norte que Macri comprometió ante los popes de la industria petrolera yanqui en Houston permitir la libre importación de equipos para la explotación petrolera, rebajando el arancel del 35 % que hoy tienen, al 7 %: malas noticias para la industria nacional, y una absoluta carencia de algo parecido a una visión estratégica de desarrollo; posibilitando la formación de una cadena de valor de la actividad, con proveedores locales que abastecieran a la industria del petróleo; tomando en ese sentido a YPF como cabeza de una estrategia de desarrollo nacional.
Pero una definición absolutamente conteste con su idea de "reconversión industrial", y con el progresivo vaciamiento operativo y patrimonial de la propia petrolera estatal, para favorecer los negocios de Shell.
Mientras tanto la UIA (hasta ayer conducida por un hombre de Techint que tiene su sede de negocios en Luxemburo, ahora por un representante de la COPAL, es decir la industria alimenticia ligada a los agronegocios) nada ha dicho al respecto; demostrando cuanta razón tenía Perón cuando decía que ni era unión, ni era industrial, y mucho menos argentina.
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