Sobre el proyecto de modificación de la ley de partidos políticos que rigen en Santa Fe que enviaría el gobierno a la Legislatura, leemos al ministro de Gobierno Pablo Farías en Edición Límite: "Adelantó que se moverán en esa dirección una vez pasadas las elecciones generales del 22 de octubre. “creemos que hay que reformar la legislación actual en torno a la conformación y sostenimiento de los partidos políticos en la provincia”.En esa línea, consideró que “hay muchos partidos que son un libro de actas y nada más” y, en buena parte, se debe por la permisividad de la legislación actual en La Bota. “La ley tiene un bajo nivel de exigencia en cuanto a actividades reales que deben las agrupaciones políticas como así también son muy pocas las causales de caducidad de los partidos”, indicó el funcionario.
En tanto, comentó que en la boleta única utilizada en las PASO de este domingo había “muchísimas listas de las que se desconoce si tienen vida más allá de presentar candidatos“. En ese sentido, agregó que pasados los comicios se evidenció dichas fuerzas, en los resultados, “tuvieron apoyos ínfimos”. El ministro señaló que a pesar de eso estos grupos reciben fondos del Estado y le quitan espacios a otros que “están activos, cuentan con candidatos y realizan actividades partidarias“."
Podría decirse que en términos
generales estamos de acuerdo con el ministro: cualquiera que vote en Santa Fe
sabe que, elección tras elección, proliferan los sellos de goma que no
representan a nadie, obtienen una cantidad insignificante de votos elección tras
elección y se mantienen al solo efecto de morderle el monedero al Estado con
los aportes de campaña.
Lo curioso es que con la misma
lógica de mezclar todo con la que hoy el gobierno de Macri aprovecha el
bochorno del escrutinio provisorio para propagandizar el voto electrónico, allá
por el 2011 el socialismo vendió la boleta única diciendo que iba a terminar
con la dispersión de la oferta electoral que generaba la ley de lemas; derogada
siete años en el 2004 por Obeid en su gobierno. Evidentemente la boleta única
podrá servir para otras cosas (que aun están por verse), pero no para evitar la
fragmentación política, porque muy por el contrario la favorece.
Pero volvamos al anuncio de
Farías: al parecer el oficialismo provincial ha decidido salir del laberinto en
el que lo dejó su desastrosa perfomance electoral del domingo pasado en las
PASO reformando la ley de partidos políticos de la provincia, para hacer más
exigentes las condiciones para crear un partido político, otorgarle la
personería y que ésta subsista; cosa con la que no podemos más que estar de
acuerdo.
La Ley 6808 (que data de 1972,
aunque tuvo modificaciones menores) en efecto, no contiene demasiadas
disposiciones para decretar la caducidad de un partido político, pero sin
embargo hay una que sí establece en su artículo 44 inciso c) como una de ellas,
no alcanzar como mínimo votos equivalentes al 3 % del padrón electoral, durante
dos elecciones consecutivas. Claro que esa condición -como otras que dispone la
norma, como realizar elecciones internas- las debe verificar al Tribunal
Electoral de la provincia, que nada hace al respecto.
Pero lo más curioso es que cuando
en el año 2009 se discutió exactamente la misma cuestión en la nación, el
socialismo y sus socios en el Frente Progresista Cívico y Social votaron en
contra, como se puede comprobar en las imágenes de las actas de la sesión de la
Cámara de Diputados donde se trató la cuestión:
En efecto, por entonces Cristina
había remitido al Congreso un proyecto de reforma política que luego terminaría
siendo la Ley 26.571, que estableció la obligatoriedad de las PASO, la
publicidad de campaña gratuita en los medios audiovisuales y también reformas a
la Ley 23.298 que regula a las partidos políticos.
En éste último caso introdujo el
artículo 7 Bis, que regula los requisitos para que un partido obtenga la
personería jurídico política; entre ellos acreditar un número de afiliados no
inferior al cuatro por mil del padrón de electores del distrito; número que
deben mantener como mínimo para conservar la personería (artículo 7 Ter).
La misma ley estableció al
modificar el artículo 50 de la ley de partidos políticos que son causales de
caducidad de la personería de los partidos -entre otros- no mantener esa
afiliación mínima, o no alcanzar en dos elecciones consecutivas el dos por
ciento (2 %) del padrón electoral del distrito por el cual compiten. A su vez
como en el caso de los partidos nacionales se exige tener personería en cinco
de ellos al menos para tenerla con alcance nacional, si la van perdiendo en los
distritos por cualquier Causal, puede acarrearle la caducidad de la personería
nacional.
Como se puede ver en el acta, la
reforma fue rechazada por los diputados del socialismo santafesino y de sus
socios en diferentes Pymes electorales nucleadas en el Frente Progresista
(también por la UCR, socia hasta hace poco del socialismo), con el argumento de
que “era proscriptiva”.
Un argumento que ahora parecen
haber desechado en la provincia, por una razón muy sencilla: en el orden
nacional son expresiones minoritarias e irrelevantes, que corren riesgo de
desaparecer si se sube la vara de las exigencias para sostener un partido
político; y en el orden provincial gobiernan desde el 2007, y suponen que los
votos (muchos) que fueron perdiendo desde entonces, fueron a parar a esos
emprendimientos políticos, en muchos casos unipersonales.
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