Marcos Galperín, el
creador de Mercado Libre, es una de las estrellas del momento: desde que Macri
lo puso como el ejemplo a seguir para el empresariado, hasta que fue una de los
grandes protagonistas del coloquio de IDEA en Mar del Plata, abogando por la flexibilización
laboral junto con Paolo Rocca, el CEO del grupo Techint.
Como vemos acá este paladín del libre mercado pide -lisa y llanamente- imitar la
reforma laboral brasileña, y dejar de lado toda regulación del mercado del
trabajo, o en todo caso: regularlo exclusivamente a favor de los empresarios.
Pero navegando en
el mar, hasta al tiburón más pintado le puede surgir un depredador que lo
amenace. Y si no leamos lo que dice acá Burgueño en Ambito Financiero (las negritas son siempre nuestras):
“Mercado
Libre se acerca a un momento de definición histórica en su evolución que
involucrará a su ideología. La empresa de Marcos Galperin, surgida al amparo de
la "Nueva Economía" y con la premisa de alejarse de todo lo que huela
a pasado prebendario de los privados en el país, deberá tomar una decisión: si
acepta o no la ayuda del Estado. Si la respuesta fuera esta última, su propia
supervivencia estaría en riesgo ante la situación inminente de tener que
competir contra un enemigo, a priori, imposible de vencer.”
(Bueno, pero seguramente se las bancará con confianza ciega en sus propias
posibilidades porque es un creyente en la libertad del mercado, sin la
ingerencia estatal. ¿O no?)
“Si
acepta la ayuda del macrismo, habrá ingresado de plano al listado de compañías
de las que siempre abjuró: la protección estatal a cambio, incluso, de un costo
fiscal. ” (Pero a cambio tendrá el asesoramiento del
macrismo en esa materia, en la que hace más de 40 años que son expertos, sea
que el “costo fiscal” se exprese en subsidios, en sobreprecios o en coimas que hay que pagar
para lograr regulaciones favorables, o contratos con el Estado)
“Además
Mercado Libre deberá enfrentar a la decisión próxima del Banco Central de la
República Argentina, que tendrá que impulsar las regulaciones correspondientes
al otorgamiento de los servicios financieros de las Fintech, donde la compañía
de Galperin tiene al principal exponente del sector, Mercado Crédito. En este
caso la pelea es por el reclamo a la entidad financiera rectora de impulsar
regulaciones proteccionistas particulares para el sector, en desmedro del resto
del sistema financiero tradicional.” (Ah mirá vos, el
liberal tiene que irle a pedir la escupidera al Estado para que regule su
negocio, pero a favor suyo)
“El
desembarco de Amazon en la Argentina es un hecho. La semana pasada se confirmó
que la empresa comenzará a comercializar en Brasil productos de toda la gama,
incluyendo electrónicos, de entretenimiento, juguetes y bienes muebles de fácil
traslado y transporte; lo que determinaría un fuerte golpe para Mercado Libre,
ya que sostiene el 60% de su comercio en ese mercado. La sola noticia provocó
una caída de más de 15% en las acciones de la empresa en Wall Street.” (Una pena por los boludos que creyeron en lo del “libre mercado”,
los “unicornios” y las “empresas del futuro” y compraron acciones. Aunque
seguro más de uno las cambió por las de Amazon. Igual, que cosa de locos "el mercado": cuando se aplican las reglas que reclama y hay competencia, cae el valor de las empresas. Deberían revisar algunas ideas)
“El
padrino del desembarco es el ex embajador norteamericano en la Argentina Noah
Mamet. Amazon tendría oficinas operativas con no más de 100 personas y no sería
a este nivel competencia para las empresas argentinas del sector. El problema
surge con la información cierta que circula en el mercado, de la ampliación de
las actividades de la multinacional norteamericana en el país; la que estaría
ya manteniendo entrevistas con futuros directores y gerentes que serían
contratados para los planes de expansión total en el mercado argentina con
cobertura en todo el país. Incluso uno de los gerentes entrevistados es uno de
los altos ejecutivos de Mercado Libre.” (Que feo que un
ex embajador haga de lobista de intereses privados, y que le quieran soplar los
empleados a Galperín antes de que los flexibilice; pero seguramente lo arreglará fácil aumentándoles los sueldos para
retenerlos. A menos que vaya en contra de su credo flexibilizador, como los agrogarcas que quejan de la AUH porque dicen que les saca mano de obra, en lugar de pagar sueldos más altos que ella)
“Si
se confirmara el desembarco pleno, durante algún momento del 2018, son muchos
los que especulan con las posibilidades de continuidad comercial de Mercado
Libre. Es allí donde aparece el dilema de Galperin. Podría recurrir al reclamo
de muchos de los empresarios argentinos de prácticamente todos los sectores de
la economía local, pequeños, medianos y grandes, y pedir protección en el
mercado interno para, al menos, limitar el desembarco de Amazon. Galperin, de
línea directa con Mauricio Macri, siempre criticó estas acciones y reclamó por
el fin de las compañías basadas en el estado prebendario. Ahora deberá tomar
una decisión sobre su propia supervivencia.” (Ah,
joderse, eso le pasa por andar boqueando en contra de la intervención del
Estado y hacerse el pija del libre mercado. Quedaría demostrado entonces que es
un genuino ejemplo de empresario liberal argentino: prospera en cuanto no tiene
competencia, y cuando la competencia aparece, listo, fue. Eso sí: hasta acá no
se supo que Pancho Cabrera haya incluido a “Mercado Libre” entre las industrias
“inviables” del “Plan de Reconversión Industrial”)
“El
segundo capítulo es aún más complejo. Mercado Libre, a través de Mercado
Crédito, opera en Argentina en el negocio del financiamiento de los
consumidores a través del flamante mercado de las Fintech (que próximamente
incluso tendrá su propia cámara); y desde el sistema financiero tradicional se
presiona para que el BCRA les imponga las mismas reglas de juego que los bancos
de atención al público.” (O sea que los bancos -que
resisten toda regulación estatal- quieren que regulen a su competencia. Es
hermoso el liberalismo)
“El
negocio hoy está planteado con cierta libertad para que las empresas
"online" sin oficinas a la calle y dedicadas a la intermediación
entre compradores y vendedores de bienes y servicios -o, directamente;
oferentes de servicios financieros vía internet- puedan otorgar financiamiento
directo a sus clientes. El dinero financia la operación sin necesidad de
recurrir a los bancos y tarjetas de créditos, con una ganancia directa para el
prestamista; quien, en general, es la misma plataforma donde se realiza la
operación de compra y venta.” (Es decir el mismo
negocio de los bancos, sin crear nada de valor para la economía, y sin ninguna
regulación estatal. Por algo Macri la eligió como la empresa modelo: hay que
ser más garca que un banco, eh)
“Los
bancos protestan asegurando que se trata de una competencia desleal, ya que no
están obligadas a obedecer las regulaciones y normativas del BCRA; al definirse
como empresas no dedicadas a la "intermediación financiera". Al no
tomar dinero del público para los créditos, y apalancarse con fondos propios
derivados de la circulación de dinero de la propia página, no estarían dentro
de las normas del Central. Al menos esta es su propia visión. La queja de los
bancos (de todos los tamaños) es por la necesidad de cumplir con la
documentación de habilitación de la entidad, la calificación de riesgo del
cliente, las normativas de liquidez, la obligatoriedad de mantener sucursales
abiertas al público y el sostenimiento de las condiciones laborales de los
empleados; mientras que ninguna de estas obligaciones alcanzan a las fintech.” (Los bancos son bastante caraduras porque ellos a su vez están
“apalancados” en la guita nuestra que manejan, en algunos casos sin que podamos
elegir, como las cuentas sueldo. Y además la están levantando con pala como consecuencia de las regulaciones del Banco Central de Sturzenegger a su favor, como haber eliminado los pisos para las tasas de los plazos fijos, y el techo para las de los préstamos. Pero tienen razón en un punto: estos ladris de
los “unicornios” no tienen que cumplir con ninguna exigencia de solvencia o
respaldo de sus operaciones puesta por parte del Estado, así cualquiera es un
tigre de los negocios. Claro que Galperín podría contestarles que unan fuerzas
por la flexibilidad laboral y entre todos tumbar el convenio colectivo de
trabajo de la Bancaria, y listo. Es un posible punto de encuentro, contra el
enemigo común: los trabajadores. De eso se trató el coloquio de IDEA justamente)
“Nuevamente Mercado Libre
deberá plantearse si reclama, o no, la intervención del estado (a través del
BCRA), para que se regule a su favor un mercado donde opera con éxito.” (O sea, hacer la de siempre del liberalismo: que el Estado no se
meta en los negocios, a menos que sea a favor. Dolor Adam Smith)
Después leí todo tu mensaje, pero en la segunda o tercera línea ya me parecía que el tipo este es el padre de todos los pelotudos: un tipo que no produce nada, con una empresa con muy pocos empleados y que se dedica a vender productos que tienen una elasticidad altísima respecto del ingreso, ¿cómo se le ocurre que lo mejor que se puede hacer es una reforma laboral que obligue a la gente a trabajar a nivel de subsistencia? Él vive única y exclusivamente de que a la gente le sobren unos mangos para gastar en cosas que no necesita, ¿y favorece que los empleados de todo el país no les sobre nunca un mango? Qué pelotudo que sos, Galperín.
ResponderEliminarHace un tiempo un amigo postulaba que los empresarios que habían inventado un negocio exitoso se tienen que morir antes de llegar a viejos y destruirlos. Por el bien de su empresa y de su familia, no sé si Galperín debería morirse, pero seguro que debería salir del negocio ya mismo. Y callarse por el resto de su vida.
Agarrá la pala, Marcos Galperín.
ResponderEliminar¡JUÁ JUÁ JUÁ JUÁ!
Pasé a ver si lo habías atendido a Majul, un clásico ya...debido a que hay nota suya de hoy en LN.
ResponderEliminarPero esta nota es un gran reemplazo.