El cuadro de apertura nos lo obsequió gentilmente @SartreEsteban, un seguidor en Twitter; y está exponiendo la evolución de dos variables de la economía entre 1990 y 2016: el nivel de endeudamiento público medido en porcentaje del PBI (barras) y el coeficiente de Gini que mide la mayor o menos desigualdad en la distribución del ingreso (línea de puntos).
En el caso de la ratio deuda/PBI la altura de las barras habla por sí sola, y en el caso del Gini debemos recordar que cuanto mayor sea el coeficiente más desigual será la distribución del ingreso en una sociedad, y viceversa.
La primera conclusión impactante que arroja el gráfico es que a mayor nivel de endeudamiento del país o endeudamiento creciente, mayor desigualdad existe; y a la inversa: cuando el país se sacaba de encima la pesada mochila de la deuda (como entre 2002 y 2015) no solo podía crecer, sino que se volvía más equitativa la distribución del ingreso.
Quedará para otros con más conocimiento que nosotros investigar a fondo los datos duros para demostrar que la correlación que muestra el gráfico entre ambos indicadores (deuda y distribución del ingreso) no es casual, o cuáles son los factores que la determinan, pero por nuestra parte nos podemos permitir arriesgar algunas pistas.
Tras el default de fines del 2001 y luego de la reestructuración de la deuda con quita del capital y financiación de los pagos hecha en los canjes del 2005 y el 2010, se liberaron para el Estado (y para el país) una ingente cantidad de recursos que antes se "fugaban" en concepto de pago de servicios del endeudamiento, llevándose del país lo que faltaba acá en empleo, consumo, inversión, salarios y crecimiento. Bastante más palpable y real que el famoso "se robaron un PBI", por cierto.
Pero además de liberar una masa de recursos que antes iban a pagar deuda, el kirchnerismo en los gobiernos de Néstor y Cristina tomó la decisión de asignarles otro destino, y redistribuirlos: de allí que se sancionara la ley de financiamiento educativo que permitiera aumentar la inversión en educación, ciencia y tecnología al 6,78 % del PBI (más o menos lo que antes se llevaban los servicios de la deuda), o que la inclusión previsional por vía de las moratorias, la AUH y la hoy derrumbada ley de movilidad permitieran llevar el gasto en seguridad social por encima del 6 % del mismo PBI.
Eso sin contar las políticas de ingresos indirectos (como los subsidios a las tarifas de los servicios públicos), o directos, como la revitalización del Consejo Nacional del Salario Mínimo, Vital y Móvil, y de la discusión salarial en paritarias.
El gráfico se detiene en 2016, pero el comportamiento de una de las variables (el porcentaje de deuda sobre el PBI) ya lo conocemos de memoria: viene creciendo exponencialmente sin pausa desde que Macri asumió el gobierno; y el peso de los servicios de la deuda en las cuentas públicas es cada día mayor, lo que refuerza la necesidad de hacer ajustes en el gasto público para generar excedentes que se destinen a pagar a los acreedores.
Parte de ese ajuste es la reducción de los subsidios a las tarifas de los servicios públicos (de allí los siderales aumentos de la luz, el gas y el agua, que restan ingresos disponibles a los hogares), y la "reforma previsional" para atemperar los aumentos de jubilaciones, pensiones y asignaciones; mientras se les poda a los futuros jubilados una parte sustancial de sus ingresos de pasividad, medidos en la tasa de sustitución del haber de los trabajadores en actividad.
Así las cosas, no debería sorprender que un gráfico similar al de la apertura que mida los años macristas (que esperemos sean solo cuatro) arroje resultados opuestos: un país más endeudado sería además un país más injusto en la distribución del ingreso entre todos sus habitantes.
No creo que haya una causalidad al menos fuerte ya que el Gini mide a partir de ingresos y debe observarse que difieren si se toma ante y post impuestos y transferencias. Cuando aplicás estos dos últimos se puede apreciar la potencia de la política impositiva y su progresividad (cuánto se le saca a los de mayores ingresos y cuanto se le transfiere a los deciles con menos ingresos) que es una decisión política antes que estrictamente económica. La razón por la cual nuestro crecimiento en la "década depredada" fue mayor a las de otros países de AL se debió al impulso del gasto público (inversiones y transferencias) que tironearon todo lo demás
ResponderEliminarEn general a mi entender como los ingresos se determinan por puja, en esto inciden la capacidad y contenciosidad del MO y las politicas del gobierno "laburo-frendli"
Es muy cierto que menos gasto en concepto de amortizaciones y servicios da lugar para "planear" a los choriplaneros pero devuelta, es una decisión política hacerlos o no. Es maso como cuando se dice que crecimiento NO implica menor desigualdad.
Lo importante es resaltar la decision política del kernerismo y la potencia del gasto público para mejorar las condiciones de vida de una porción mayoritaria de la población y la actividad económica en general.
La remontada en algunos aspectos es inédita en nuestra historia (metiendo al 1er. peronismo inclusive ehhh... como por ejemplo la variación del salario real)
Saludos