Desde un tiempo a
esta parte venimos señalando acá que en el socialismo santafesino vienen
jugando al policía bueno y el policía malo, en su relación con el gobierno
nacional: Lifschitz y la intendenta Fein (que gobiernan, y necesitan llevarse
bien con Macri) serían los policías buenos, y Bonfatti (que no gestiona, y
quiere volver a ser candidato a gobernador el año que viene), el policía malo.
Suponen ellos que
el esquema les resulta funcional, porque unos mantienen una relación cordial
con la administración nacional para obtener de ella beneficios, y el otro posa
de opositor para capitalizar electoralmente en Santa Fe el descontento contra
Macri.
Ya usaron el truquito cuando se discutió en el
Congreso nacional la reforma previsional que era consecuencia directa del
“consenso fiscal” firmado por Macri con los gobernadores, y lo volvieron a usar
cuando la Legislatura provincial discutió su ratificación, aunque ese momentose acabó el paso de comedia: Bonfatti -que le había prometido a los gremios
estatales que no ser aprobaría sin su consenso- presidió la sesión en la que se
ratificó a tambor batiente, y sin debate.
Y ahora sucede lo
mismo con los graves problemas de seguridad que afectan a la provincia, y el
masivo desembarco de fuerzas federales en Rosario, otro clásico: mientras Fein
celebra su llegada, Bonfatti dice que es una puesta en escena de Patricia
Bullrich que no resuelve el problema; atendiendo así a los dos mostradores, el
del electorado “manodurista” y el “progre”.
Pero acá también se
le ven las patas a la sota, y no solo porque hace 10 años venimos entrampados
en la misma discusión, que es si los elevados niveles de violencia e
inseguridad en las grandes ciudades santafesinas (en especial en Rosario) son o
no exclusivamente consecuencia del aumento del narcotráfico.
Asunto en el que el
mismo socialismo va y viene todo el tiempo, según le convenga o como salga en
los diarios: para exculparse dicen que es todo culpa del narcotráfico que es
delito federal y por ende ellos nada pueden hacer, pero cuando los medios
porteños ponen el foco en ese problema dicen que “estigmatizan a Rosario”, y se
enojan cuando les hablan de “narcosocialismo”; y salen a aclarar que en
realidad se trata de ajustes de cuentas entre bandas de poca monta, o riñas
entre vecinos.
Sin embargo, las
fuerzas federales no parece que vayan a desembarcar en Santa Fe solo para
combatir a los narcos, sino para complementar a una policía santafesina
totalmente desbordada por los hechos, y que no puede hacerle frente a la
situación.
Y si esto es así,
no vienen por gusto o por el solo capricho de Pato Bullrich, a la que
ciertamente le gusta flashear “ocupaciones militares” con gran despliegue.
De acuerdo con el
artículo 23 de la Ley 24.059 de seguridad interior, “El empleo de las fuerzas
de seguridad y policiales nacionales fuera del ámbito de las normas que reglan
la jurisdicción federal estará estrictamente sujeto al cumplimiento de alguno
de los siguientes supuestos: a) Cuando estén en peligro
colectivo la vida, la libertad y el patrimonio de los habitantes de una región
determinada; b) Cuando se encuentran gravemente amenazados en todo el país o en
una región determinada del mismo, los derechos y garantías constitucionales o
la plena vigencia de las instituciones del sistema representativo, republicano
y federal; c) En situación de desastre según los términos que norman la defensa
civil.”
Como la provincia
no está inundada y tampoco estamos ante una crisis institucional en Santa Fe,
concluimos en que se trata del primer supuesto.
Y así las cosas, el
artículo 24 de la misma ley dispone que en esos casos los cuerpos policiales y
de seguridad del Estado nacional se movilizan a requerimiento del gobernador de
la provincia a la cual van, lo que supone que llegan porque lo pidió Lifschitz;
y en ese caso es con él que Bonfatti tiene que discutir como y para qué vienen.
A menos que no sea
ninguno de los casos de los que habla la ley, y más allá de un despliegue
policial excesivo, estemos en presencia de una invasión a la provincia, como
tituló algún medio. Por las dudas, ya le avisaron a Bonfatti que levante el pie del acelerador:
Ministra @PatoBullrich: bienvenida la coordinación y la presencia de fuerzas federales en #SantaFe. Señalamos preocupación ante anuncios de "militarización" de la política de seguridad. Insistimos con más inteligencia para combatir narcotráfico y profundizar medidas sociales— Antonio Bonfatti (@AntonioBonfatti) 20 de febrero de 2018
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