El Senado provincial en su última sesión
aprobó el pedido de Lifschitz para poder endeudar a la provincia en otros 500
millones de dólares, para hacer obras.
La iniciativa fue
apoyada por todos los legisladores del oficialismo y la oposición, con el solitario
voto en contra de Alcides Calvo (PJ, Departamento Castellanos); quien se opuso
por entender que no están dadas las condiciones económicas para que la
provincia tome deuda en estos momentos, y porque además el gobierno provincial
viene sub ejecutando los fondos del endeudamiento que ya había tomado antes.
Cualquiera sea la
opinión que nos merezca Calvo (habitual integrante del bloque de senadores del
PJ levantamos en función de “aportar a la gobernabilidad de la provincia), y
las razones por las que se haya opuesto (algunos dicen que es porque es hombre
de Perotti, y no quiere que le dejen la provincia endeudada si llegara a ser
gobernador), lo cierto es que los números cantan que tiene razón.
En efecto, cuando
Lifschitz envió el mensaje a la Legislatura en abril el dólar estaba a $ 20,20,
con lo cual los 500 palos verdes solicitados representaban para la provincia
10.100 millones de pesos. Ahora, con el dólar en torno a los 28 pesos, la cifra
escaló a los 14.000 millones: esos 3.900 millones de pesos más que costará
tomar deuda son casi la mitad del ajuste que Macri le reclama al gobierno
provincial.
Alguno podrá decir
que no es culpa del gobernador que los legisladores se hayan demorado en
aprobar el endeudamiento, ni que el dólar se haya disparado, pero ese es
precisamente el riesgo de tomar deuda en moneda dura: estás dependiendo de
factores que no podés manejar; por no mencionar la posible suba de las tasas de
interés internacionales, que además pueden encarecer la emisión de deuda,
justamente por las condiciones financieras en las que se produce.
Pero además está el
dato no menor de la subejecución: la imagen de abajo corresponde a los cuadros
de la Cuenta de Inversión del año pasado de la provincia (sacada de la web
oficial del gobierno), y expone los gastos de capital (Inversión Real Directa:
Construcciones + Maquinaria y Equipo) ejecutados con el crédito externo como
fuente de financiamiento.
La Administración
Central comprende a los Ministerios y Secretarías de Estado que ejecutaron
obras (Economía, Obras Públicas, Infraestructura y Transporte y Vivienda y
Hábitat, entre los más importantes), y los Organismos Descentralizados a los
entes autárquicos como Vialidad Provincial.
No era necesario
acudir a un informe de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (como hizo el senador
Calvo), sino a los propios documentos oficiales para darse cuenta que el
gobierno de Lifschitz ejecutó bastante menos de la mitad de los fondos para
hacer obras que provenían del anterior tramo de endeudamiento externo (ver
recuadros).
Para ser más
precisos y como lo muestra el cuadro, apenas un 33,89 % en el caso de la
Administración Central y un 37,53 % para los Organismos Descentralizados. Con
esas cifras ¿no sería mucho más razonable que el gobierno provincial primero
gastara la plata por la cual ya está pagando intereses, antes que pedir más
deuda?
Sobre todo cuando está entre las provincias más expuestas al riesgo cambiario, porque tiene el 99 % de su deuda nominada en dólares.
Sobre todo cuando está entre las provincias más expuestas al riesgo cambiario, porque tiene el 99 % de su deuda nominada en dólares.
El gobernador se endeuda tranquilo en dólares, porque sabe que si el tema cambiario se sigue desmadrando, sus amigos del "campo" le van a acercar los dólares que le falten para pagar la deuda.
ResponderEliminarEso le prometieron cuando pagó una fortuna por el stand de Santa Fe en la exposición de la La Rural. Tiene todo controlado.
El Colo.