miércoles, 1 de agosto de 2018

¿CAMBIÓ EL CLIMA O SALIÓ BANELCO?



El Senado provincial en su última sesión aprobó el pedido de Lifschitz para poder endeudar a la provincia en otros 500 millones de dólares, para hacer obras.

La iniciativa fue apoyada por todos los legisladores del oficialismo y la oposición, con el solitario voto en contra de Alcides Calvo (PJ, Departamento Castellanos); quien se opuso por entender que no están dadas las condiciones económicas para que la provincia tome deuda en estos momentos, y porque además el gobierno provincial viene sub ejecutando los fondos del endeudamiento que ya había tomado antes.

Cualquiera sea la opinión que nos merezca Calvo (habitual integrante del bloque de senadores del PJ levantamos en función de “aportar a la gobernabilidad de la provincia), y las razones por las que se haya opuesto (algunos dicen que es porque es hombre de Perotti, y no quiere que le dejen la provincia endeudada si llegara a ser gobernador), lo cierto es que los números cantan que tiene razón.

En efecto, cuando Lifschitz envió el mensaje a la Legislatura en abril el dólar estaba a $ 20,20, con lo cual los 500 palos verdes solicitados representaban para la provincia 10.100 millones de pesos. Ahora, con el dólar en torno a los 28 pesos, la cifra escaló a los 14.000 millones: esos 3.900 millones de pesos más que costará tomar deuda son casi la mitad del ajuste que Macri le reclama al gobierno provincial.

Alguno podrá decir que no es culpa del gobernador que los legisladores se hayan demorado en aprobar el endeudamiento, ni que el dólar se haya disparado, pero ese es precisamente el riesgo de tomar deuda en moneda dura: estás dependiendo de factores que no podés manejar; por no mencionar la posible suba de las tasas de interés internacionales, que además pueden encarecer la emisión de deuda, justamente por las condiciones financieras en las que se produce.

Pero además está el dato no menor de la subejecución: la imagen de abajo corresponde a los cuadros de la Cuenta de Inversión del año pasado de la provincia (sacada de la web oficial del gobierno), y expone los gastos de capital (Inversión Real Directa: Construcciones + Maquinaria y Equipo) ejecutados con el crédito externo como fuente de financiamiento.

La Administración Central comprende a los Ministerios y Secretarías de Estado que ejecutaron obras (Economía, Obras Públicas, Infraestructura y Transporte y Vivienda y Hábitat, entre los más importantes), y los Organismos Descentralizados a los entes autárquicos como Vialidad Provincial.

No era necesario acudir a un informe de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (como hizo el senador Calvo), sino a los propios documentos oficiales para darse cuenta que el gobierno de Lifschitz ejecutó bastante menos de la mitad de los fondos para hacer obras que provenían del anterior tramo de endeudamiento externo (ver recuadros).

Para ser más precisos y como lo muestra el cuadro, apenas un 33,89 % en el caso de la Administración Central y un 37,53 % para los Organismos Descentralizados. Con esas cifras ¿no sería mucho más razonable que el gobierno provincial primero gastara la plata por la cual ya está pagando intereses, antes que pedir más deuda?

Sobre todo cuando está entre las provincias más expuestas al riesgo cambiario, porque tiene el 99 % de su deuda nominada en dólares.


1 comentario:

  1. El gobernador se endeuda tranquilo en dólares, porque sabe que si el tema cambiario se sigue desmadrando, sus amigos del "campo" le van a acercar los dólares que le falten para pagar la deuda.
    Eso le prometieron cuando pagó una fortuna por el stand de Santa Fe en la exposición de la La Rural. Tiene todo controlado.
    El Colo.

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