lunes, 10 de septiembre de 2018

HAY GASTOS Y GASTOS


En esta nota de Luis Secco en Infobae de hoy a la que corresponde la imagen de apertura, se hace referencia a las modificaciones al presupuesto nacional de este año introducidas por la Decisión Administrativa 1605 del Jefe de Gabinete Marcos Peña (completa acá).

Aclara Secco que a través de ella el gobierno (a días de enviar al Congreso el presupuesto 2019 que negocia con parte de la oposición) aumenta el gasto en 40.000 millones de pesos, pero el déficit fiscal se incrementa en algo más de 18.000 millones, porque al mismo tiempo se incrementan los recursos en unos 22.000 millones, redondeando las cifras.

Lo que no dice Secco -porque no le permitiría llevar agua para el molino del ajuste- es cuáles son los gastos que terminan inclinando la balanza: no son por ejemplo las jubilaciones y pensiones o su ajuste por la ley de movilidad modificada el año pasado, porque los 15.000 millones menos de contribuciones del Tesoro que recibe la ANSES se compensan con la misma cantidad de fondos que le llegan de aportes patronales, tras los aumentos de salarios de los trabajadores registrados en las paritarias.

La diferencia está en otro lado, que Secco no menciona; más concretamente en los 12.000 millones de pesos adicionales que hay que transferirle a CAMMESA (la compañía administradora del mercado mayorista de electricidad) para pagarles a las generadoras los precios de la energía dolarizados (en especial a las petroleras, el gas que se usa para la generación), y los 10.000 millones de pesos más que le demandarán a la ex ENARSA las importaciones de combustibles y gas, que se pagan en dólares, como consecuencia de la devaluación; mientras el gobierno celebra el reinicio de las exportaciones de gas.

Y el déficit adicional de 18.000 millones de pesos que se genera se cubre con emisión de deuda (LETES), por lo que se puede decir que el gobierno toma deuda para financiar su decisión de dolarizar las tarifas y el precio de generación de la energía, y todo so potenciado por la devaluación que sus políticas causaron.

Como dato de color, las modificaciones que introdujo Peña al presupuesto tienen su propio sistema de premios y castigos: mientras se disminuyen en 350 millones las partidas de la pauta publicitaria oficial, en 1191 millones de pesos las transferencias a Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) y en 1639 millones las destinadas a las universidades nacionales en conflicto, se liberan 1872 millones de pesos para las obras sociales sindicales, de los fondos retenidos para la Cobertura Universal de Salud (CUS); acaso esperando de ese modo conseguir que el triunvirato de la CGT levante el paro convocado para el 25, o advertir a los comunicadores del sistema mediático que empezaron a tomar la distancia del gobierno, que el chorro se puede cortar.

Palo y zanahoria que le dicen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario