miércoles, 19 de junio de 2019

DESTINO: PDP


El socialismo perdió el domingo tras 12 años de gobernar la provincia de Santa Fe, la mitad de los 24 años en que gobernó el PJ desde la vuelta a la democracia.

Bonfatti obtuvo 119.928 votos menos que Hermes Binner en el 2007, y 14.209 votos menos que él mismo para el mismo cargo en el 2001, con un padrón considerablemente aumentado desde entonces. Y si no obtuvo menos votos que Miguel Lifschitz en el 2015, es por el estrepitoso derrumbe del PRO/Cambiemos desde Miguel Del Sel a Corral.

Perdieron las senadurías de los dos Departamentos más importantes de la provincia por cantidad de electores (La Capital y Rosario), como consecuencia de lo cual a partir de diciembre el partido no tendrá representación en el Senado provincial. Ya la habían perdido en el Senado nacional en el 2015, cuando Hermes Binner perdió en su intento por ser al menos senador por la minoría, frente a Reutemann y Omar Perotti. 

En la Cámara de Diputados de la nación y como consecuencia del desastroso resultado en las elecciones legislativas del 2017 (apenas arañaron) tenían un solo diputado (Luis Contiggiani) de los 11 que supieron tener en su mejor momento, que para peor formó un monobloque separado del partido desde que votó en contra de la despenalización del aborto.

La lista encabezada por Miguel Lifschitz ganó en la categoría de diputados provinciales y en consecuencia tendrá las 28 bancas que le asigna  la mayoría automática la Constitución de la provincia, lo que les hace pensar que desde allí podrá intentar volver a la Casa Gris en el 2019. Lo mismo pensaba Bonfatti cuando estuvo en esa misma posición entre el 2015 y las elecciones de este año, y ya vimos como terminó la cosa.

Los electos intendentes de Rosario (Pablo Javkin) y Santa Fe (Emilio Jatón) no pertenecen al Partido Socialista, ni son afiliados al mismo. Javkin incluso derrotó en las PASO a la candidata socialista para la intendencia que manejaron los últimos 30 años.

Después de apoyar la candidatura presidencial de Elisa Carrió en el 2007 y ponerle el candidato a vice (Rubén Giustinianni), llevaron como candidato a presidente a Hermes Binner en el 2011, para que terminara segundo pero a 38 puntos porcentuales de distancia de Cristina.

En el 2015 apoyaron a Margarita Stolbizer, que obtuvo apenas el 2,51 % de los votos para presidenta, y ya entre las PASO y la primera vuelta de la elección general, le soltaron la mano con la campaña de la tijerita, para intentar salvar la lista de diputados, y la candidatura de Binner a senador nacional, con los resultados ya señalados. Para las presidenciales de este año, en teoría apoyarían la fórmula Lavagna-Urtubey, porque Lifschitz se quedó afuera de la candidatura a vicepresidente.

Datos, no opinión. Datos que marcan una línea continua de declive electoral, político y de espacios de representación de un partido que nació municipal porteño, habilitó una sucursal municipal santafesina con éxito para proyectarse a la provincia durante algunos años, que desperdició sin poder afianzarse territorialmente en Santa Fe (a lo largo y a lo ancho de su territorio), ni mucho menos proyectarse a nivel nacional como una fuerza en condiciones de terciar en la disputa con alguna chance más o menos cercana de éxito.

Salvo cambios sustanciales de mediano plazo que no se avizoran en el presente (entre ellos, remover a la gerontocracia que conduce el partido como un club de bochas, sin demasiada discusión interna, aunque no exento de puteríos), tienen cantado el mismo destino del Partido Demócrata Progresista: una lenta pero paulatina extinción.

1 comentario:

  1. En el socialismo santafesino se viene una revolución. Ahora va a asumir la conducción el "gabinete joven",que están por cumplir 50, pero al lado de Binner y Bonfatti son bebes de teta.
    El Colo.

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