viernes, 19 de julio de 2019

LA MEJOR ENCUESTA


Mientras señala en sus informes públicos las inconsistencias del plan económico que ellos mismo monitorean, el FMI dice en público que el gobierno de Macri que lo aplica va por el rumbo correcto, y que el plan ya está dando sus frutos. Claro que no especifican de que frutos están hablando porque los que conocemos, son envenenados: ellos mismos acaban de revisar sus pronósticos de inflación y de caída de la economía para este año, a la alza en ambos casos: dicen que habrá más inflación de la prevista, y que la economía caerá más de lo que pensaron.

Para los años venideros la cosa no mejora: ellos mismos recortaron a la mitad su pobre previsión de crecimiento del PBI para 2020 (del 2,2 al 1,1 %, partiendo de una base muy deprimida), y puntualizan que el país afrontará problemas de empleo por lo menos hasta el 2024, o sea cuando ya haya concluido el mandato del presidente que suceda a Macri.

Y hablando de sucesiones: nos contaba ayer Burgueño en esta nota de Ambito Financiero que hubo otro informe de la misión del FMI en el país, en éste caso reservado a los miembros del buró (directorio) del organismo. En el explican por qué consideran que el país está expuesto a un “alto riesgo político” por la “incertidumbre electoral”.

O sea, descubrieron que la Argentina vive bajo un sistema democrático, que este año vota para elegir presidente, y que la cosa está polarizada entre Macri y Alberto Fernández, y que gane quien gane, habrá dificultades políticas para imponer las reformas que el Fmi juzga imprescindible hacer en el país (respectivamente, laboral, previsional y tributaria), sin las cuáles no accederían a modificar los términos del acuerdo que firmaron con el gobierno de Macri, para reprogramar los vencimientos del préstamos otorgado.

En el caso de ganar Macri, suponen que enfrentará un Congreso adverso en el que le costará hacer aprobar esas reformas, pero en el caso de ganar la fórmula Fernández-Fernández ven la cosa más peliaguda aun: con realismo consideran que en ese caso esas reformas son una utopía. Bien por ellos, que advirtieron lo evidente para cualquiera, a menos que uno sea trosco.

De hecho, deberíamos utilizar el dato en nuestra campaña: “Con nosotros no habrá reforma laboral flexibilizadora, ni reforma previsional contra los derechos de los jubilados. Para eso tienen que votarlo a Macri”.

Ayer también y en La Nación, Willy Kohan explicaba en ésta otra nota las razones de la cautela que ha empezado a ganar a “los mercados” tras la euforia alcista (del MERVAL, los bonos y los ADR’s) y bajista (del dólar, la inflación y el riesgo país). Y las razones tienen que ver con lo que decíamos ayer nomás en esta entrada (enlace): crece la polarización en las preferencias electorales, y con eso crecen las chances de que la elección se resuelva en primera vuelta, porque una fórmula alcance el 45 % de los votos válidos afirmativos (los blancos también son válidos, Willy), o sea los que se inclinan por alguno de los candidatos.

Pero en la misma columna Kohan dice más cosas: que la presunta recuperación económica es frágil y el optimismo de los mercados fue exagerado, que la inflación baja pero sigue siendo alta pese a que le están tirando con todo para bajarla (apretón monetario, tasas altas, baja del dólar, recesión) y que el consumo sigue cayendo, sin visos de repuntar.

Y también habla de política: señala que no desapareció el riesgo de que los Fernández ganen la elección, que aun cuando se piense que Macri viene repuntando todas las encuestas lo siguen dando abajo, y que los contextos de las elecciones anteriores son irrepetibles: no hay división del voto peronista en especial en la provincia de Buenos Aires porque Massa está en el “Frente de Todos” y Randazzo está desaparecido (con lo cual además confirma que Vidal dejó de ser la topadora electoral que pensaban), Alberto y Cristina miden en Córdoba (clave en el triunfo de Macri) el doble de lo que obtuvo Scioli en el 2015 y, por el contrario, hay división del voto oficialista con las candidaturas de Espert y Lavagna.

No lo dice pero se infiere de lo que sí dice: si todas las encuestas dan arriba a la fórmula FF y la polarización hace que alguna de las fórmulas pueda llegar al 45 %, la fórmula opositora es la que -en este contexto- tiene todos los boletos para ganar en primera vuelta. De lo contrario no se entiende la “cautela” de los mercados de la que habla el título de la nota. Para el pánico ya habrá tiempo, con los resultados de las PASO a la vista.

Es decir entonces que el FMI por su lado, y Willy Kohan por el otro, han descubierto que el agua moja, el agujero del mate y la pólvora: están diciendo lo que muchos venimos advirtiendo desde hace meses pero ellos prefirieron ignorar, para operar a favor del gobierno; con plata y fierros mediáticos, según el caso. Pero cuando vamos llegando -como dijo alguien- al momento de los tejidos grasos, empiezan a abrir el paraguas. Tuit relacionado:

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