viernes, 6 de diciembre de 2019

CONDENADO


Acá no vimos la cadena nacional de Macri de ayer, ni la pensamos ver: el solo hecho de que decretara que es obligación de los futuros presidentes hacer lo mismo que él hizo ayer, basado en la ley de medios que desguazó al empezar su gobierno, habla a las claras que se trata de gente que no está bien de la cabeza.

Desde aquella cadena nacional del 19 de diciembre del 2001 en la que De La Rúa respondía a la crisis terminal de su gobierno anunciando el estado de sitio, que no se ve un nivel tan grande de la alienación de la realidad, grabado y ensayado antes. Debe ser un récord mundial.

Mientras el Macri grabado intentaba convencernos de que su gobierno fue maravilloso y en realidad no nos lo merecemos porque no lo supimos comprender en toda su excelencia (al menos, de lo que uno lee como comentario se infiere más o menos eso), la UCA difundía las cifras de la pobreza para el tercer trimestre, que se colocaban como las más altas en una década, según sus mediciones.

Lo hemos dicho antes, lo reiteramos ahora: no vamos a entrar en discusiones para las que además no estamos capacitados sobre la consistencia de la metodología de la UCA para medir la pobreza, pero mencionamos el hecho porque el gobierno que se está yendo, los medios que lo apoyaron hasta el final y que ya están oponiéndose al gobierno de Alberto antes de que arranque y los votantes de Macri la consideraban palabra autorizada en materia de pobreza; en tiempos kirchneristas.

Tenemos para nosotros que en realidad las cifras deben ser peores (seguramente lo serán en el cuarto trimestre, último de la gestión de Macri), que en la comparación con el kirchnerismo deben salir aun más desfavorecidas y que para darse que cuenta que la pobreza aumentó dramáticamente en el país en estos cuatro años, no hacen falta mediciones científicas. Basta con andar por la calle.

Sí, leyeron bien: no estamos reivindicando que el INDEC dejara de medir la pobreza (por ingreso, aclaremos) durante el segundo mandato de Cristina, sino que estamos diciendo que más importante que medirla, es atacarla y reducirla. No basta con tener un diagnóstico de los problemas y decir "pero ahora hablamos con la verdad": para eso está el macrismo. Es necesario resolverlos: eso es el peronismo.

Y reducir la pobreza no es solo un imperativo político para las fuerzas populares, acaso el más importante de todos, al menos de la boca para afuera: es precisamente lo que prometió Macri en campaña cuando hablaba de "pobreza cero", y el punto de partida ("toqueteado" por el "apagón estadístico" inicial de su gobierno) bajo el cual él mismo -dijo- aceptaría que su gobierno fuera juzgado.

Pues bien, le tomamos la palabra, y el veredicto es lapidario: Macri es culpable. Culpable de haber arrojado a la pobreza a al menos cinco millones de argentinos (algo así como las provincias de Santa Fe y Entre Ríos sumadas) que no estaban allí cuando él llegó al gobierno. En cuatro años, debe ser otro récord.

Solo este indicador bastaría por sí mismo para considerar, sin lugar a dudas ni polémicas, que el de Macri ha sido el peor gobierno de la historia argentina, en períodos democráticos. Ni hablemos si, contra lo que dice Macri, tampoco tiene ningún otro indicador positivo para exhibir, de los que realmente importan: empleo, salario, consumo, salud, educación, vivienda, desarrollo industrial.

Si aun así Macri grabó un mensaje alienado dirigido a la porción psiquiátrica del electorado argentino que irá a despedirlo mañana y darle las gracias, es porque ni a él ni a ellos les importa un corno la pobreza, ni jamás les importó. De hecho, hilando fino se podría decir que van a agradecerle, precisamente, que haya fabricado millones de nuevos pobres: hay gente que necesita que otros estén peor, para sentirse un poco mejor. 

Eso, sin contar que más pobres por ingresos (muchos de ellos, nuevos desocupados) generan un contexto propicio para seguir con la guerra al salario, para bajarlo, y frenar los reclamos de los trabajadores por sus derechos, porque hay un ejército de reserva dispuestos a reemplazarlos, con más necesidades y menos pretensiones: el famoso "cada uno sabe donde le aprieta el zapato", de Prat Gay allá al principio del gobierno.

2 comentarios:

  1. de la rua lo hizo en dos años, pero nobleza obliga, fueron casi los mismos funcionarios incluida la ahora PRESIDENTA del¿pro? de aquella pesadilla pergeñada por cavallo, detras y delante de la escena, quienes formatearon los miles de disparates que soportamos los últimos cuatro años
    ¿en el 2001/2001, en STA Fe no había cuasi monedas?

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  2. Esto no fue peor que 2001 gracias a la muy pesada herencia kirchnerista, o sea los millones de personas en edad jubilatoria incluidxs en el anses, así como lxs AUH, mas el brillante hallazgo de el odiado por el circulo rojo ladri, A. Boudou, que vio como las afjp estafaban y planteó su estatizacion y creó la fórmula de actualización exitosa de antes del 2015. Si se recupera parte de aquel patrimonio realmente se podrá encender la economía como dicen. Hay mucha mugre amontonada.
    Espero que los actuales designados esten a la altura y si es posible la superen

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