Prohibición de despidos. Expropiación. No podés firmar dnus al pedo porque dejás en claro que, o no había necesidad, o no había urgencia.— La Corriente K (@lacorrientek) June 19, 2020
Pero la paseó a Cristina Pérez, digamos todo— La Corriente K (@lacorrientek) June 19, 2020
Suspendan chicos, ya reculamos https://t.co/tODzZb4tQz— La Corriente K (@lacorrientek) June 19, 2020
Seguimos siendo comunistas o ya nos declararon curados?— La Corriente K (@lacorrientek) June 19, 2020
La resolución 1,25— La Corriente K (@lacorrientek) June 19, 2020
Capaz que ahora tengamos que comentar decisiones del gobierno, y no anuncios. Esa es la única curva que se ve desde acá que no hay que comerse. Bah, es una idea, eh.— La Corriente K (@lacorrientek) June 19, 2020
Awanten a que salga El Cohete a la Luna y el Perro explica todo (?)— La Corriente K (@lacorrientek) June 20, 2020
Expropiada igual Vicentín seguía concursada y con deudas. No es ése el problema. El problema es de autoridad política. Y la está rifando.— La Corriente K (@lacorrientek) June 19, 2020
Yo soy pragmático. Si lo anunciás hacélo. Si no lo vas a hacer no lo anunciés. Todos los pro y contras se sabían desde el principio.— La Corriente K (@lacorrientek) June 20, 2020
Ante el estruendoso silencio de Massita cabe preguntarse: estaban los votos en el Congreso para aprobar la expropiación?— La Corriente K (@lacorrientek) June 20, 2020
"Acá estamos hablando de otra cosa, y son las condiciones de ejercicio del poder y la autoridad: la idea de la expropiación no fue una "fake news", ni una operación de prensa ni un fantasma agitado desde la oposición: está plasmada en un decreto firmado por el presidente de la nación y todos sus ministros, que como DNU debe ser comunicado al Congreso para su aprobación, y que además está inescindiblemente vinculado a un proyecto de ley de expropiación que se anunció por boca del propio presidente, en rueda de prensa pública. Un proyecto que todavía no aterrizó en el Congreso, y que es posible que nunca llegue a ver la luz; o no.
Y allí radica el problema: si la medida anunciada en el DNU se hubiera demorado en espera de reunir un mayor consenso social y político, más allá de lo que cada uno opine sobre el estilo de gestión de Alberto Fernández, nadie podría decir mucho: incluso se podría alegar que se hizo algún aprendizaje luego de la Resolución 125 y el conflicto con las patronales del campo privilegiado. O si se esperaba a contar los porotos en el Congreso para aprobar la expropiación, porque nadie manda un proyecto para que no salga, a menos que la idea sea que directamente no salga, ¿como el impuesto a las grandes fortunas?
Una cosa es, como dijimos, demorar una medida o dudar en tomarla pensando en las reacciones que provocaría o las resistencias en su contra; otra muy distinta es anunciarla públicamente y luego nunca concretarla, o peor aun, recular, frente a presiones bien concretas e identificadas: Porque si de algo no se privan los que adversan al gobierno, es de decirlo, sin perder la oportunidad de señalar que estamos poco menos que en una dictadura muy curiosa, en la que puñados de psicóticos pueden ir al obelisco a manifestarse contra la cuarentena -violándola además- sin que les pase nada.
En todos los casos señalados se deteriora la autoridad presidencial, pero en el segundo de un modo mucho más grave y acelerado; y no nos quejemos luego si se instala la percepción de que el gobierno y el presidente son permeables a las presiones, ni le echemos la culpa a los medios. O que tuvo que ceder, porque un grupo de personas salió a cacerolear por Vicentín y su derecho a vaciar una empresa y fugar la plata.
Si Néstor y Cristina fueron lo que fueron, e hicieron lo que hicieron, es porque fueron capaces de recomponer la autoridad presidencial y la primacía de la política, del marasmo en el que las habían dejado el gobierno de la Alianza, la crisis del 2001 y la salida de la convertibilidad. El propio Alberto, con su estilo, iba construyendo su liderazgo sobre esas premisa, cuando sostuvo las medidas contra la pandemia peses a las presiones para "abrir la economía", aunque muriera gente.
Entonces Vicentín aparte, o más allá del caso y como termine, lo central a discutir -en nuestra modesta opinión- es como se construye y sostiene una gobernabilidad democrática sustentada en la legitimidad del mandato popular, frente a las presiones de las lógicas corporativas de los que no votó nadie, ni nunca se someten a la voluntad de las urnas. Las demás cuestiones -incluyendo la expropiación o no de Vicentín- vienen por añadidura, pero algo es seguro: si no traza una línea clara al respecto, lo único que vendrán serán más problemas."
(El post completo relacionado de hace una semana, de lectura recomendada, para no repetirnos y en mérito a la brevedad)
Si empezás a perder la credibilidad entre los propios, todo lo demás pasa a segundo plano.
ResponderEliminarSi me equivoco quiero que me lo señalen, decías cuando asumiste.
Con el tema Vicentín te estás equivocando Alberto. Y feo.
Si anunciaste la expropiación no hay marcha atrás. O no la anunciés.
¿Temor a que no den los números en la votación de diputados?
¿Dejavu del voto no positivo?
A trabajar para conseguir los votos con todos los elementos a tu alcance. De eso se trata la política. Mandá el proyecto y veremos quienes votan (o se ausentan) a favor de los fugadores.
Lo peor que puede pasar, si no hay quien pueda hacer bien el trabajo en diputados, es que la ley no salga.
¿Cual es la diferencia con ésta renuncia?
El costo político del arrepentimiento puede ser mayor.
El Colo.
Coincido. Y entre las oposiciones disfrazadas de presencia provincial a través de la Inspección de Justicia que propone el gobernador hay un gigantesco caballo de Troya. Está bien. Peores son los "progresistas" pero...remember la 125, el voto por los buitres...Que Dios nos cuide porque la expropiación como en l9s dos temas anteriores, es bombardeada por el propio gobernador. Como dicen ustedes, digamos todo
ResponderEliminarsuscribo a lo expresado.
ResponderEliminarEste reculamiento (o reculación o reculabilidad) duele; la pucha que sí. Y preocupa, mucho...
Datos duros.
ResponderEliminar1) votos a favor y en contra de la 125
2) votos a favor y en contra del desafuero para encanarlo a De Vido
3) votos a favor y contra de pagarles a los buitres
4) Dónde anda Massita ?
5) Hay una vieja milonga: "Mano brava". Así viene la cosa
Además de lo expuesto, esto también pone de relieve la diferencia entre los que esperaban algo distinto de Alberto y los que no. Al final, Moreno tenía razón cuando hablaba antes de las elecciones. AF fue un error.
ResponderEliminarSin embargo, tras anunciar la expropiacion no queda otra que darle para adelante. En todo caso veremos si queda algún "Luis juez" dispuesto a inmolarse políticamente por los fugadores y sabremos quien es quien (aunque ya lo sabemos).
Lo dijo el General y sigue vigente: hay compañeros, hay enemigos y hay traidores. Tal vez sea hora de ensanchar la grieta.
Al enemigo ni justicia
20verdades
Pero Moreno sacó el 0,88 % de los votos, y está en contra de la expropiación de Vicentín.
ResponderEliminarLo cual no invalida que tuviera razón en lo que decía sobre AF. En ningún momento hablé sobre su candidatura, pero al caso, AF ganó porque CFK lo puso de presidente. Y seguimos creyendo que debe haber tenido o sigue teniendo sus razones. Pero los que no entendemos cuáles fueron o son esas razones, por el momento descreemos (de él).
EliminarSobre la expropiacion de Vicentin, aparentemente AF ya no está tan a favor.
20verdades
Es cierto que Moreno se quedó sin conchabo y algo irritado, pero suscribo lo dicho anteriormente. Hice algunas preguntas. Obvio que conozco las respuestas. Aguardo comentarios.
ResponderEliminarNo, no invalida lo que pueda decir. Permite entender que quizás no sea el genial estratega político que supone ser, creencia desde la cual dice las cosas que dice, todo el tiempo.
ResponderEliminar