ÉPICAS MÓDICAS

 

Plantean que hay riesgo de estallido social y que la república vive horas graves que exigen gestos de coraje, pero van todos de candidatos en la CABA, que es más seguro. Gente rara: https://t.co/mhAOqe8tq3

— La Corriente K (@lacorrientek) July 13, 2021

Hace poco decíamos en esta entrada: ""Estamos a siete diputados de convertirnos en Venezuela", dicen en el macrismo siquiátrico (que es casi todo el macrismo). "Si el kirchnerismo gana bancas vaciará hasta la última gota de democracia", advierten los pensadores de "Tumba Abierta". "En las elecciones Cristina va por todo", dice Willy Kohan con Mongobardi en radio Mitre; repitiendo todos una melodía que escribieron otros, más arriba, tirando la piedra y escondiendo la mano en las reuniones de la AEA, la UIA y el Foro de Convergencia Empresarial."

"Le dan así una connotación épica a una elección de renovación de bancas en el Congreso en las que el oficialismo -como cualquier oficialismo del mundo que se precie de tal- intentará mejorar su representación parlamentaria para imponer la agenda legislativa, y hacer avanzar sus proyectos. Cuáles sean esa agenda y esos proyectos es otro tema, discusión que se nos antoja la más interesante; hoy soslayada." 

"Ojo: la apelación épica es también un modo de disimular el miedo de quedarse afuera de las listas, y de las bancas, y de los beneficios anexos: fueros, becas, contratos, pasajes. Lo que no puede explicar la oposición en estado de emoción violenta (es decir, casi toda) es por qué razón el kirchnerismo ya no "fue por todo" ni nos convirtió en Venezuela allá por el 2011, cuando Cristina superó el 54 % de los votos y más que triplicó a Binner, que fue el segundo en la elección." 

"Si no "fue por todo" entonces, ¿cómo lo haría ahora, con un presidente que se proclama socialdemócrata y se reconoce más inspirado en Alfonsín, Bob Dylan y Lito Nebbia que en el propio Perón, y que manifiesta ostensibles preferencias por Sergio Massa, el hombre con vínculos fluidos en la madre patria del norte, de cara a su propia sucesión?".". 

La opinión calza como anillo al dedo para algunas cosas que estamos leyendo por éstas horas, en el cierre de listas, sobre todo en la CABA y la provincia de Buenos Aires: gente (en la oposición más que nada) que disfraza con frases grandilocuentes decisiones módicas en términos políticos, como subirse o bajarse de una lista, o correrse de un distrito a otro, como hizo María Eugenia Vidal.

Y hay cosas curiosas: resulta que los tipos (y las tipas) te plantean que están haciendo unos sacrificios enormes, por el bien de la patria y las instituciones, sin vacilar en correr enormes riesgos, con tal de impedir grandes males o poco menos que el apocalipsis: así por ejemplo aparece el chanta de Tettaz -que reapareció después de disfrazarse como "periodista independiente" o rajar de las redes sociales en la debacle de Macri "para cumplir con compromisos editoriales"- a decir que él viene a poner el cuerpo "para impedir los planes de Cristina, Máximo y Kicillof de quedarse con todo en el 2023", o cosas por el estilo.

Sin embargo, lo que se ve hasta acá es que la mayoría de estos "valientes" se la van a jugar en la CABA, donde -salvo que caiga un meteorito- el antiperonismo gana con cualquier marca y candidato, habita algo más del 8 % del padrón electoral y se ponen en juego un puñado de diputados (más de los que le corresponderían por población, dicho sea de paso), y ningún senador.

Mientras tanto, todos le escapan a la provincia de Buenos Aires (donde Kicillof gobierna, ahorita mismo, sin necesidad de esperar hasta el 2023 para "frenarlo"), donde está el 38 % del padrón, y por ende donde se decide cualquier elección nacional. Siendo a su vez que estos mismos tipos/as dicen que el gobierno es un desastre, que la gente está a las puteadas y que el oficialismo se encamina a perder la elección.

¿No suena raro entonces que no se le animen allí, para asestarle un golpe definitivo a sus presuntas ambiciones hegemónicas, en qué cambiaría el mapa político que "Juntos por el Cambio" gane allí donde ha ganado siempre, como en la CABA?