lunes, 30 de mayo de 2022

LO POLÍTICAMENTE CORRECTO

 

Algunos quisieron ver en las palabras de Macri en el reportaje/tirada de centros con Viviana Canosa a que corresponde el video de apertura, un "sincericidio" del líder del PRO, que habría reconocido abiertamente que se propone cagar a la gente, porque es lo correcto. En nuestra opinión, nada más lejos de la realidad.

Y no porque la derecha en todas sus versiones (desde Rodríguez Larreta a Milei pasando por Pato Bullrich, López Murphy o el propio Macri) no esté diciendo lo que harían en caso de volver a ser gobierno, de modo que ya nadie podrá alegar engaño alguno al respecto. En rigor, tampoco pudieron hacerlo en el  2015, pero ése es otro asunto. 

Ocurre que hay -siempre en nuestra opinión- una connotación peyorativa que estos tipos le dan a la expresión "políticamente correcto", tal como la que le dan a "garantismo" cuando hablan de la inseguridad o combatir al delito: serían ciertas "hipocresías sociales" en las que están todos de acuerdo, pero que en realidad encierran una mentira. 

Y así como una (el "garantismo") lleva a "defender los derechos humanos de los delincuentes", la otra ("lo políticamente correcto") serían por regla general concesiones demagógicas de la política, que se sostienen porque nadie se atreve a ir contra ellas (salvo los "valientes" dispuestos a hacer "lo políticamente incorrecto"), aunque en realidad "cagan a la gente".

Nadie salvo los "rebeldes" como él (o como Milei), que se venden como los políticos "anti sistema" que empatizan con la gente común, cuyos sufrimientos conocerían y compartirían; pero proponen eliminarlos con medidas duras, quizás antipáticas (como decir que Maradona no podía dirigir a Boca porque era adicto), pero necesarias para resolver los problemas. Recordemos por ejemplo cuando Patricia Bullrich justificaba con casi esas mismas palabras, recortarles el 13 % a los jubilados en tiempos de De La Rúa.

Las teorías del "derrame" reconocen ese mismo origen: como dice el tango, nos enseñan que "primero hay que saber sufrir"(o sea, resignar dignidad, derechos, empleos, salarios) para después (no se sabe cuando, pero siempre es después) ver los frutos de tanto sacrificio.  

Así la derecha tiene la astucia (o al menos la pretensión) de querer apropiarse de la insatisfacción social con una situación determinada (por ejemplo la inflación), y mostrarse como el rostro de la rebeldía contra un "sistema", que casualmente nunca viene a ser el que verdaderamente es: los dueños del capital, de los medios de producción  en fin, los usufructuarios de la plusvalía. Como el propio Macri, fiel exponente de esa clase.

De allí que para ser "políticamente incorrectos" (es decir, "rebeldes y cuestionadores") haya que avanzar contra "las cosas que le joden la vida a la gente". Que en realidad son las que les joden a ellos: los derechos laborales, los sindicatos, los salarios altos, el peronismo, entre otras. Tuits relacionados: 

No hay comentarios:

Publicar un comentario