lunes, 9 de diciembre de 2024

LA NAVIDAD DE PABLO

 

No va a ser justo desde el peronismo que critiquemos que se reparta sidra y pan dulce para navidad, esa cosas se las dejamos a los gorilas. Siempre teniendo en claro que Perón además de repartirlos, hacía otras cosas, como reconocerles derechos a los trabajadores, mejorarles el salario y las perspectivas de progreso a ellos y sus familias, garantizarles la salud y la educación (incluso universitaria) gratuitas.

Sin eso, entregar comida o cosas para las fiestas (cosa que han hecho todos los gobiernos) se parece bastante a lo que describe León Gieco en "La Navidad de Luis": un remedo culposo de las políticas para erradicar la pobreza que falta, no llegan a los que tienen que llegar, o simplemente no alcanzan.

Dicho esto, nos llamó la atención el reparto de productos navideños que el gobierno de Pullaro (a través del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano) le acaba de habilitar al intendente de Rosario, Pablo Javkin, por 350 millones de pesos; a través del “Programa de Ayudas Directas, Urgentes y/o Complementarias: ACCIONAR”, creado en el gobierno de Lifschitz.

Según se dijo al crearlo -y lo reitera la resolución de Victoria Tejeda- "...el referido Programa tiene como objetivo la sistematización de acciones de ayuda social bajo la concepción de promoción y protección de derechos, comprendiendo no sólo la noción de persona, sino que incluya a la vasta gama de grupos poblacionales que forman la compleja y heterogénea realidad social y que por lo tanto dé respuestas a las necesidades que surgen por motivos de Urgencia generadas por diferentes causas y/o que complemente acciones que otros programas estables no pudieron prever para dar una respuesta inmediata y directa a situaciones de vulnerabilidad, necesidad o carencia que el Estado se proponga cubrir;...". 

O sea, no pudieron prever que llegaban las fiestas y hay gente que no tiene para comprar un budín o una garrapiñada, digamos; eso los sorprendió y tuvieron que buscarle una solución urgente al problema.


Sigue explicando la resolución que le transfiere los 350 palos a Papá Noel Javkin "...que son objetivos específicos del mencionado Programa dotar de herramientas jurídicas ágiles y efectivas a los fines de responder a diversas instancias de carencias URGENTES, en el sentido que no pueda darse respuesta con celeridad a través de otros programas estables con que cuentan las diversas áreas de la jurisdicción y/o COMPLEMENTARIAS en el sentido que vienen a complementar a situaciones puntuales que otros programas estatales no pudieron prever y se hace imperioso actuar en beneficio de los ciudadanos, en forma individual o colectiva, motivadas por diversas coyunturas que generen necesidades, basado en la Promoción y Protección de Derechos, bajo una concepción de integralidad y de intersectorialidad, contando con un “modelo de gestión que esté constituido por acciones y prestaciones sociales ejecutadas y coordinadas por el Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano, que permita interactuar con todos sus organismos internos y coordinar con otras áreas de gobierno, en tanto tengan la posibilidad de gestionar ante la inmediatez, acciones destinadas a los sectores poblacionales de mayor vulnerabilidad social y que requieren de intervenciones que mejoren su calidad de vida y la de su comunidad;...".

Ahí tienen: y ustedes pensando que se trataba de una simple entrega clientelar de sidra y pan dulce entre los más pobres, no señor: es algo mucho más complejo, no van a comparar con esas cosas de peronchos. Porque además se precisa que "...el subsidio se tramita en favor de la citada Municipalidad, siendo sus autoridades a quienes le compete evaluar la necesidad de su comunidad, decidir quienes presentan las situaciones prioritarias a atender, entendiendo que para esto han analizado los antecedentes y el cumplimiento de los requisitos, para dirigir hacia ellos la asistencia, obrando además el informe pertinente de la Trabajadora Social;...".

O sea: al parecer la provincia a través de su Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano no cuenta con información precisa y detallada sobre la población con necesidad básicas insatisfechas en la ciudad de Rosario, ni tiene medios o estructura como para conseguirla por sí misma, y por eso delega la tarea en el intendente...para repartir pan dulce. Que suerte que pasó la pandemia y no hay que volver a montar un operativo de vacunación masiva, o algo por el estilo. 

Y lo último para destacar es preguntarse que va a pasar si al gobierno de Pullaro se le ocurre generalizar estas "soluciones creativas" a todos los municipios y comunas, al menos a los del palo oficialista. Porque los 350 millones que le dan a Javkin para jugar a Papá Noel los sacan (según podemos ver abajo en la planilla anexa a la resolución) de los programas alimentarios del Ministerio, que como bien sabemos deben tener partidas de sobra, como para regalar, y que no necesitan ser reforzadas

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