Hace un tiempo revelábamos que Binner le había entregado un subsidio de casi siete millones de pesos a la Municipalidad de Rosario para obras en el autódromo municipal, para acondicionarlo para poder realizar la carrera del TC 2000.
Acá pueden ver el decreto por el que Binner entregó los fondos.
Acá pueden ver el decreto por el que Binner entregó los fondos.
Y hoy nos enteramos por La Capital, que las obras en el autódromo están paralizadas por una decisión de la justicia; que decidió pararlas porque -además de las quejas de los vecinos de la zona- los trabajos no tienen la autorización de la Dirección de Hidráulica y Saneamiento de la provincia; organismo que depende del ministerio de Ciancio.
A ver si se entendió: "Chequera veloz" Binner entregó casi siete millones de pesos a su amigo Lifschiz sin haberse cerciorado antes de que las obras que se iban a hacer contaran con la aprobación del organismo competente de su propio gobierno, para evitar que las obras en el autódromo anegaran el barrio aledaño cuando llueve.
Como tampoco les importaron (ni a Binner ni a Lifschiz) las quejas de los vecinos del autódromo, porque obviamente no debe ser muy cómodo vivir cerca de un lugar donde se corren carreras de autos.
Todo sea por parecerse a Barletta, que monta todos los años acá el mismo circo, invirtiendo fondos públicos que se podrían destinar para un montón de cosas que tienen prioridad.
Lamentable por esta gestión que una vez mas muestra la hilacha...estaría bueno indagar en varios temas donde no tinenn en cuenta normativas de Impacto ambiental previas para avanzar con detrminadas obras. Los que se rasgan las vestiduras anteponiendo cuestiones de respeto insitucional hacen este tipò de atropellos.
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