La formulación es más o menos conocida, tal cual se la explicara a Víctor Hugo Morales el fallecido dueño de "La Razón" José Pirillo; y describe las distintas fases de relación del Grupo Clarín con los diferentes gobiernos, dicho por el mismísimo Magnetto: proximidad obsecuente, paulatina distancia, enfrentamiento feroz, operación destituyente; al compás del ciclo político de cada uno: auge, dificultades, decadencia y caída.
Y con un solo y preciso objetivo permanente: favorecer y acrecentar sus negocios; tal como lo documentan diferentes libros (incluyendo el último de Msrtín Sivak), y a través de todos los gobiernos: desde la asignación preferente de cupos de importación de papel durante el primer peronismo hasta la importación de equipos impresores en la Libertadora, pasando por la compra de Papel Prensa durante la última dictadura, y de radio Mitre y Canal 13 durante el menemismo; del cual obutvieron la derogación por DNU del artículo 45 de la ley de radiodifusión de la propia dictadura, lo que les posibilitó el salto definitivo al negocio de los medios audiovisuales.
En los días de la peor crisis de la historia argentina y mientras estaba cuestionaba la viabilidad misma de nuestra democracia, Clarín lograba del gobierno de Duhalde la pesificación de sus deudas en dólares (junto con otros grupos económicos) y la ley de bienes culturales; que lo salvó de la quiebra y el desapoderamiento del hólding a manos de sus acreedores extranjeros. Su gratitud quedó plasmada en aquélla tristemente célebre tapa que atribuyó a la "crisis" y no a la maldita policía bonaerense, las muertes de Kostecky y Santillán.
Ya con el kirchnerismo en el poder, la benevolencia del Grupo con el nuevo gobierno (surgido en un contexto de crisis y con apenas el 22 % de los votos) fue recompensada hacia el final del mandato de Néstor con la autorización de la fusión de Cablevisión y Multicanal (trámite al cual se opuso desde la justicia Gils Carbó, cabe recordar); lo que le permitió consolidar su posición dominante en el mercado del cable. Conste que no incluimos en el cómputo el DNU 527/05 que prorrogaba por diez años las licencias de medios audiovisuales porque favoreció por igual a todos los grupos mediáticos.
Después vino otro tramo de la historia, más cercano y conocido: el enfrentamiento con el gobierno por la negativa de Néstor de bajar la candidatura de Cristina y permitirles participar del negocio de la telefonía, el alineamiento con las patronales del campo durante el conflicto por las retenciones móviles, la ley de medios, Papel Prensa, y el resto ya sabido.
Por estos días y en medio del ajetreado calendario electoral de cara al decisivo balotaje que terminó ungiendo a Macri presidente, el Grupo logró una catarata de decisiones judiciales favorables a sus intereses, a saber:
* la justicia declaró inconstitucional el artículo 20 de la ley que regula los mercados de capitales y permite a la Comisión Nacional de Valores designar veedores en las sociedades que cotizan en bolsa en representación de los accionistas minoritarios; como es el caso del Estado en Papel Prensa, o la ANSES en el propio Grupo Clarín.
* también autorizó por vía cautelar la compra de Nextel por Cablevisión (objetada por la AFSCA), pese a que el Grupo prometió desprenderse de la operadora de cable en el marco de la adecuación "voluntaria" a la ley de medios.
* dejó sin efecto la designación de veedores de la Comisiòn Nacional de Valores en Papel Prensa, y la Cámara de Casación ordenó continuar la causa judicial contra Moreno y Kicillof por su actuación en la asamblea de accionistas del Grupo; cosa de aleccionar a futuro a cualquier gobierno que quiera meter allí sus narices.
* La Corte ratificó la vigencia de la cautelar que le impide a la AFSCA forzar la adecuación de oficio del Grupo a la ley de medios; y en el fallo del reclamo de Santa Fe por la detracción de parte de la coparticipación que va a la ANSES le sugiere al Estado nacional liquidar los activos del Fondo de Garantía del organismo previsional para cancelar la deuda reconocida a la provincia, o para pagar las jubilaciones y pensiones sin el aporte del 15 % de la coparticipación.
¿Hace falta recordar que entre esos activos está el 9 % de las acciones del mismísimo Grupo Clarín, que fueron compradas por las AFJP en el menemato como "inversión" que terminó siendo ruinosa para los futuros jubilados cuyos aportes administraban?
Como si esta impresionante serie de "casualidades" producidas por una justicia con olfato sensible para detectar "fines de ciclo" fuera poco, el presidente electo promete un DNU para modificar la ley de medios (algo que ya hizo en el 2013, recordemos) y facilitar la remoción de Sabatella (acusándolo de "haber militado a favor de la ley"); y también para imponer "mejoras impositivas e igualdad en el trato al cable respecto a la TV satelital y a las telefónicas." y eliminar todas la regulaciones aprobadas por el kirchnerismo a través de una "reestructuración integral de los dos entes contaminados de pensamiento político K para el desarrollo de un negocio que engloba tanto a canales de TV, operadoras de cable, emisoras radiales y empresas de telefonía celular y de Internet." (ver acá)
Para eso Macri ha designado al "Milico" Aguad (notorio lobbista del Grupo como lo demuestra el video de apertura que es del 2009, en plena discusión de la ley de medios); con el preciso objetivo de desmantelar AFSCA y AFSTIC (por ahí anda también Henoch Aguiar), o reducirla a la nada, en sintonía con los intereses del Grupo y demás empresas del sector.
Así como los jueces con sus fallos de estos últimos días expresan la fase final del ciclo explicado por Magnetto (la demolición final de un gobierno que ya "les resulta una molestia", como le dijera el mismísimo CEO a Alfonsín), los primeros pasos del nuevo gobierno nos muestran la fase inicial, y el reinicio del ciclo: el de la luna de miel, que parte de la creencia -desmentida en los hechos por el kirchnerismo- de que "cuatro tapas de Clarín voltean a un gobierno".
Mientras por esta horas vuelve a las filas propias la discusión eterna y pendular sobre la real influencia de los grandes medios en el ánimo y las opciones electorales de los ciudadanos (cuando ganamos tendemos a pensar que son inocuos, y cuando perdemos, que son omnipotentes), no hay que perder de vista que la verdadera influencia que grupos como Clarín quieren ejercer no es tanto sobre las audiencias, como sobre los gobiernos y el sistema político.
De allí que -como se ha dicho acá tantas veces- el conflicto que los enfrenta con los gobiernos es político: una disputa pura y dura por el poder.
Macri disfruta a pleno por estas horas de su luna de miel con el multimedios, al cual lo une una convergencia de miradas sobre el país y -por lo menos hasta acá- de intereses. Pero el Grupo Clarín es también parte de ese "círculo rojo" del cual él mismo habló, nucleado en la AEA y el Foro de Convergencia Empresarial; que le reclama aplicar de inmediato ni bien asuma, una terapia de shock favorable a sus intereses, pero perjudicial a la gobernabilidad.
Ese es el principal desafío que tiene por delante para resolver, recordando la fábula del escorpión y la rana. para estos tipos usarte y después clavarte el aguijón si lo creen necesario está en su naturaleza, no lo pueden evitar.