Los medios vienen registrando por estos días
las negociaciones entre la nación y las provincias para repartir el ajuste
fiscal de 300.000 millones de pesos comprometido por el gobierno de Macri con
el FMI, para llegar el año que viene a la meta del 1,3 % del PBI de déficit
fiscal previstos en el acuerdo.
En el caso de Santa
Fe, primero el ministro de Economía Saglione y ahora su par de Gobierno y
Reforma del Estado Farías, dieron cuenta de que la “cuota”
que le tocaría a la provincia serían unos 8300 millones de pesos, a podarse
presuntamente de partidas nacionales que dejaría de recibir; que deberían ser
reemplazadas por fondos provinciales, o directamente por nada.
Incluso deslizaron
algunos de los rubros: programas nacionales de salud, educación y desarrollo
social, subsidios al transporte, planes de vivienda, el incentivo docente o el
fondo sojero; lo cual no s permite reflexionar (con los números en la mano de
lo que hoy recibe Santa Fe por esos rubros) no solo de cuanto será el ajuste,
sino en que se sentirá.
En esta entrada dehace unos días analizábamos el caso de los programas nacionales en Educación y
Salud que llegan a la provincia, y que significaban (con cifras de éste año,
reiteramos) unos 3.428 millones de pesos.
De ese total, $ 1.674.731.000
corresponden al Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que en la
provincia lo cobran tanto los docentes oficiales, como los privados. Si dejan
de llegar esas partidas y la provincia no las compensa con recursos propios,
todos los docentes santafesinos sufrirán una merma en sus salarios.
Otros 2000 millones
de pesos corresponden al fideicomiso del SISTAU, que llega al Ministerio de
Infraestructura y Transporte de la provincia para subsidiar el precio del
boleto de colectivo urbano en las principales ciudades de la provincia; como
Rosario, Santa Fe y Rafaela.
Si decíamos acá
(post de la cuenta de inversión) que haberlo congelado en términos nominales de
un año a otro con una inflación anual del orden del 30 % obligó a importantes
aumentos en las tarifas, pensemos a cuanto se puede llegar a ir el boleto de
colectivo si esos subsidios desaparecen, y la provincia no los sustituye con
fondos propios.
Otra poda
previsible (al menos por lo que se viene manejando) serían los $ 2.211.328.000
contemplados en el presupuesto de este año en concepto del Fondo Federal
Solidario (FFS), o fondo soja, que se conforma con el 30 % del producido de las
retenciones a las exportaciones de soja y sus derivados, y que se deben
destinar exclusivamente a obras de infraestructura educativa, social,
sanitaria, vial o de vivienda.
El 30 % de esos
fondos la provincia los coparticipa a su vez con las municipalidades y comunas,
lo que significa que si dejan de llegar, también ellas se verán privadas de
recursos para hacer obras.
Finalmente y para
llegar a la cifra que mencionaron los funcionarios provinciales (o superarla)
podríamos agregar los $ 824.488.000 de fondos nacionales previstos en el
presupuesto de la Secretaría de Estado de Hábitat y Vivienda de la provincia,
para ejecutar planes de viviendas sociales financiados por el Estado nacional.
Podarlos
significará un atraso o paralización de las obras comenzadas y que no se
inicien nuevas, agravando no solo el acuciante problema de la vivienda, sino el
del desempleo; porque previsiblemente el ajuste en ese rubro destruirá empleos
en la construcción y las industrias asociadas. Claro está que otro tanto sucederá si se elimina el fondo sojero.
¿El gobierno de Cristina redujo alguna vez los fondos transferidos a Santa Fe por el Fondo Soja? Porque durante el mandato de Cristina, yo escuchaba a los gobernadores "socialistas" hablar de discriminación a la provincia.
ResponderEliminar¿Y ahora? ¿Algún comentario "socialista"? ¿O no dicen nada porque apoyan el acuerdo con el FMI?
Ahora es fuego amigo, porque todo queda entre gorilas.
El Colo.