jueves, 6 de septiembre de 2018

Y ESO QUE NO HAY CUADERNOS


Hace unos meses atrás te contábamos en ésta entrada como funciona en Santa Fe el mecanismo de "inflación" de los costos de la obra pública, sea por las ampliaciones de los contratos vía "adicionales de obra" y "trabajos extracontractuales", sea por la redeterminación de los precios, a través del sistema de indexación y reajuste de costos que establece la Ley 12.046 (2002).

Decíamos también que eso influía en los plazos de ejecución de las obras, que no solo terminaban saliendo mucho más caras que lo previsto originalmente, sino que se habilitaban mucho tiempo después de lo previsto en los pliegos licitatorios y en los respectivos contratos. En aquel momento tomamos varios casos al azar de "obras emblemáticas" muy publicitadas por el socialismo; cosa que ahora volvemos a hacer, por ejemplo con el famoso CEMAFE.

Inaugurado por Lifschit en diciembre del año pasado, decíamos nosotros que no solo no estaba terminado, sino que debían proveerlo del equipamiento: en la etiqueta respectiva a la derecha del blog pueden ver todos los posteos al respecto. 

Y la resolución del Ministro de Obras Públicas que encabeza el post nos da la razón: la última etapa de la obra (la arquitectura interior) tuvo fecha de recepción provisoria en abril de éste año, retroactiva a marzo, cuando debió finalizarse en junio del año pasado. En el medio tuvo tres prórrogas del plazo de obra, dos "adicionales", una "neutralización de plazos" (ver los considerandos de la resolución) y una "redeterminación de precios" que elevó el costo final de esa parte de la obra un 35,35 %, con casi 52 millones de pesos adicionales (ver cuadro). Pero hay más:

Un mes después, quedaba una "colita": dos "adicionales cde obra", que generaron una nueva "redeterminación", con un "faltante de obra" de algo más de 38 millones de pesos, en enero de éste año, o sea, un mes después de que Lifschitz lo inaugurara.

Y una obra adjudicada en 248 millones de pesos, que terminó costando más de 388 millones. Más obras "emblemáticas": 


El "Museo del Deporte" de Rosario es el de la famosa pantalla exterior cotizada en dólares (ver al respecto acá), es una obra adjudicada en el 2014, que debió estar terminada en noviembre del 2015.

Como pueden ver en la resolución de arriba, a agosto (este mes) de 2018 todavía registra faltantes de obra por unos 30 millones de pesos, tuvo 3 adicionales de obra y 7 prórrogas del plazo de finalización.

Como consecuencia de todo eso y de la "redeterminación de precios", el costo total de la obra se incrementó en un 156,35 %, pasando de unos 79 millones de pesos de la adjudicación original, a unos 202,5 millones, redondeando las cifras. 

Y después de la resolución a la que corresponde la imagen hubo dos más: la 527 del 28 de agosto y la 530, del mismo día. Las dos aprobaron sendas "redeterminaciones de precios", que reajustaron los montos del contrato y de los "faltantes de obra".

Acto seguido otro ejemplo más cercano, y más curioso:


Los trabajos de refacción del edificio principal del IAPOS fueron adjudicados en julio del año pasado, y deberían terminar en octubre de éste año.

Sin embargo y como muestra la resolución, a los diez (10) días de empezada la obra se "neutralizaron" los plazos de ejecución, hasta febrero de éste año, es decir se paró cinco (5) meses una obra que tenía un plazo de ejecución original de quince (15) meses, y que ahora se terminaría (si no hay más inconvenientes) en mayo del año que viene.

Como muestra la resolución, el "faltante de obra" coincide con el valor total, lo que supone que no se hizo nada, o muy poco, desde febrero para acá (seis meses).

Sin embargo, los precios de una obra que no arrancó o está prácticamente en pañales ya fueron "redeterminados": un retoque del 13,99 %, que supuso (o supondrá cuando la obra avance) un gasto adicional de más de 13 millones de pesos, sobre el contrato original. Que decir de éste otro caso:



Una obra (la del Museo Provincial de Bellas Artes) adjudicada en septiembre del año pasada, comenzada en noviembre del mismo para ser terminada en julio del 2018.

No solo que no fue así, sino que a poco de andar, ya la apareció un "adicional de obra", y no por dos mangos, sino por un 32,99 % del monto original adjudicado, culpa...de "los paros generales de UPCN y la CGT", y las lluvias. Se ve que no escucharon el tema de Luis Miguel, o que la CGT y UPCN hicieron más paros que los que conocíamos, y no nos enteramos.

Con el adicional vino la prórroga para terminar la obra, que ahora se estiraría hasta el mes que viene, llevándola así de los ocho (8) meses originales, a un año (un 50 % más de tiempo). Y queda para el final la obra del nuevo hospital Iturraspe:


Como ven, hay nombres de empresas que se repiten en las "obras emblemáticas" (Pecam, Mundo Construcciones, Dinale, Edeca). En este caso la "redeterminación de precios" lleva una obra de algo más de 530 millones de pesos, que debería estar finalizada en diciembre, a un costo de obra de más de 753 millones (un aumento de más del 50 % del monto del contrato), de los que faltan ejecutarse más de 397 millones; o sea más de la mitad, a apenas tres meses del plazo de finalización de la obra. 


Y todo eso sin que aparecieran cuadernos.

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