Decíamos acá hace un año: "Bien decía el propio Perón (que lo pudo comprobar en carne propia aquel 17, el primero) que el pueblo no olvida al que no lo traiciona. Por eso Perón siguió siendo Perón aun derrocado, en el exilio, proscripto y con la pretensión absurda de ser desterrado por decreto de la memoria de los argentinos: porque no traicionó a su pueblo.
Se lo pide el gorilismo nucleado en los sellos del establishment que hasta ayer apoyaba sin reparos la reelección de Macri, y que tras el sopapo electoral de las PASO viene intentando hacer entrismo en el "Frente de Todos", condicionando a su futuro gobierno, como los chantas del Coloquio de IDEA, la AEA y el "Foro de Convergencia Empresarial" que le quieren armar el gabinete.
Porque como decía Dardo Cabo, los leales a veces disienten, pero los obsecuentes traicionan siempre; y -esto lo agregamos nosotros- el pueblo reconoce las dificultades y sabe que las cosas no cambiarán como por arte de magia por el mero cambio de gobierno; pero no tolera las traiciones: si estuvimos a la altura de sus demandas siendo capaces de unirnos y organizarnos para ganar, sigamos haciéndolo cuando tengamos la responsabilidad de gobernar." .
Hace dos años, para esta misma fecha: "Se trata simplemente de volver a las fuentes, sin vergüenzas falsas, sin camaleonismos, sin tibiezas ni moderaciones del discurso para fingir ser lo que no somos, o para ser lo que no debemos ser, porque para administrar el orden macrista no necesitan al peronismo, cosa que parecen no entender algunos dirigentes peronistas: para eso les sobran candidatos y estructuras disponibles.".
Cuatro años atrás, en tiempos en los que el macrismo se soñaba (y lo soñaban) eterno: "Sin embargo los gorilas (que no vieron venir entonces al peronismo naciente, y se sorprendieron por la multitud en las calles y en la plaza) siguen igual que siempre, repitiéndose a sí mismos como si nada hubiera pasado: no escarmentados del fracaso del Decreto 4161/56 de Aramburu y Rojas, ahí anda Hernán Lombardi con sus guerrillas culturales y su revisionismo histórico sobre placas y nombres de edificios, como si la memoria popular dependiera de rutinas burocráticas. " (2016)
Siete años atrás, en tiempos de "renovación autocrítica" y cuestionamientos a Cristina en su segundo gobierno, desde el propio peronismo o sectores de él: "Sepamos ver aquél histórico día en clave actual, cuando nos quieren vender gato por liebre diciéndonos que las transformaciones pendientes (que son los derechos y conquistas que faltan, parafraseando a los reformistas del 18') se pueden conseguir con diálogo, consenso y buenas maneras.
Porque aquéllas columnas de trabajadores que confluyeron el 17 sobre la histórica Plaza no fueron movidas por otra cosa que la amenaza concreta y real a un proceso que se abría en el país para hacerlos sentirse por primer vez contenidos; corporizado en el desplazamiento del hombre que lo estaba encarnando, por los que siempre mandaron en la Argentina. Lo que nos demuestra que, ya desde entonces y a despecho de ciertas simplificaciones históricas, cada conquista de los sectores populares en la Argentina fue un privilegio arrancado a los poderosos, que nunca se resignaron a ceder ninguno. "
Y por último para el Día de la Lealtad del 2012, se dijo acá: "Antes de odiar al peronismo por razones bien concretas, lo rechazaron por otras más profundas y culturales, expresadas en el asombro de la señora de Oyuela porque los fatigados trabajadores refrescaron sus pies en las fuentes de la Plaza: la emergencia de lo invisible, la apropiación rotunda del espacio público por las masa populares, configuraron para muchos un espectáculo que los marcaría a fuego para siempre.
Si hasta en las convocatorias agrogarcas del conflicto por las retenciones móviles o en la espontaneidad organizada de los cacerolazos contemporáneos subyace la idea de reproducir y superar aquella jornada histórica, con la vana ilusión de desterrarla de la memoria de los argentinos; sin comprender que las separa del 17 de octubre una diferencia tan grande como la que existe entre la representación escenográfica de una nueva Argentina que emergía, y la exhibición fantasmagórica de otra, que se resiste a morir. " (Las negritas son nuestras, de ahora)
Sabrán disculpar si renunciamos a la pretensión de originalidad, y nos repetimos. Es que hay ciertas cosas que no cambian nunca, y conservan vigencia hoy, como en 1945.
Como que, con pandemia o sin pandemia, solo el pueblo organizado y en la calle puede garantizar el rumbo de un proyecto que contenga y exprese a las grandes mayorías nacionales, y lo sostenga frente a las asechanzas de las minorías del privilegio. Hace 75 años, hoy y siempre. Tuits relacionados:
Julio Bárbaro en el 45' hubiera dicho que apoyaba a la Unión Democrática porque Perón no lo seducía.
— La Corriente K (@lacorrientek) October 17, 2020
Último momento: investigaciones históricas revelan que la CGT que se negó a declarar paro para el 17 y no pidió por la libertad de Perón no estaba a cargo de Daer y Acuña.
— La Corriente K (@lacorrientek) October 17, 2020
Barrionuevo en el 45' lo hubiera encerrado en su casa a Cipriano Reyes hasta que declarara en contra de Perón para poder meterlo preso.
— La Corriente K (@lacorrientek) October 17, 2020
Duhalde el 17 de octubre del 45' hubiera mandado a la cana a reprimir a los que cruzaban el riachuelo.
— La Corriente K (@lacorrientek) October 17, 2020
El Grupo Mausoleo hoy homenajeó al Perón preso, o sea el del día anterior al 17 de octubre. Y siempre dicen que prefieren el Perón del 74', o sea el que se murió. Preso o muerto lo quieren. Y son los portadores del peronómetro.
— La Corriente K (@lacorrientek) October 17, 2020
Excelente nota. Adelante compañeros !!!
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