martes, 30 de noviembre de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

LAS FRASES DEL MES

1. "Con Graciela decidimos darnos un tiempo para que vuelva el fuego de la pasión, como si fueran urnas quemándose." (Luis Barrionuevo)

2. "Si la situación no mejora no descartamos hacer un paro en fecha a determinar, que coincida con el próximo viaje de Alberto al exterior cuando esté Cristina a cargo." (Héctor Daer)  

3. "El kirchnerismo quiere controlar el hidrógeno verde para fabricar armas de destrucción masiva, pero tenemos que estar tranquilos." (Elisa Carrió)

4. "No entiendo como tardan más de dos años en arreglar con el FMI, cuando yo lo hice en apenas 5 minutos." (Mauricio Macri)

5. "¿No da salir a pintar en los tapiales "Viva el pólipo", no?" (Patricia Bullrich)

6. "Que hasta mi vieja abandone mi campaña vaya y pase, pero lo del holograma ya es traición." (Florencio Randazzo)

7. "Mirá Mariú, si te siguen pidiendo explicaciones por el departamento en Recoleta, decía que lo compraste con un crédito UVA, y listo." (Martín Tettaz)  

8. "Con el kirchnerismo y con Cristina es imposible ponernos de acuerdo, a menos que acepten lo que nosotros les estamos planteando, que es que desaparezcan de una buena vez." (Horacio Rodríguez Larreta)

9. "No es cierto que las Fuerzas Armadas tengan planteada como hipótesis de conflicto invadir Córdoba." (Jorge Taiana)

10. "No es para tomarlo literalmente lo de convertir a los delincuentes en un queso gruyere, también podría ser un colador." (José Luis Espert)

11. "¿Cómo explicar quiénes integran la casta política de un modo que se entienda fácil? Son los peronistas, bah." (Javier Milei)

12. "Cuando Milei se entere que "Se viene el estallido" la escribimos contra el gobierno de Menem se cae de culo." (Gustavo Cordera)

13. "Dicen que Cristina fue al acto pero no habló, ¿Cómo sabemos si era ella o una actriz que contrataron?" (Patricia Bullrich

14. "La verdad, estuve mal diciendo que los que votan al macrismo se pegan un tiro en los pies: en realidad se lo están pegando en las bolas." (Aníbal Fernández)

15. "Pensé que con el embarazo de Fabiola la dábamos vuelta, pero no alcanzó." (Alberto Fernández)

16. "¿No me ven como presidenciable para el 2023?" (Juan Schiaretti)

17. "La primera libertad que defendemos los libertarios, es la de portar armas." (Javier Milei)

18. "Yo estoy grande ya para esperar otro final del kirchnerismo." (Mirtha Legrand)

19. "La verdad, viendo los resultados en La Matanza, ahora que maten a todos los quiosqueros que quieran." (Patricia Bullrich)

20. "En los próximos 10 años América Latina va a ser ingobernable, de eso nos vamos a encargar nosotros si no hacen lo que queremos." (Paolo Rocca

21. "Voy a hablar con Macri para decirle que no podemos hacer alianzas con Milei porque sería hacerle el juego a la derecha." (Margarita Stolbizer)

22. "Sobre el caso Lucas González solo diré que valoren el gesto de mi custodio, que amagó sacar el arma pero al final no tiró." (Javier Milei)

23. "Tengo sensaciones encontradas porque logré entrar al Congreso, pero el holograma se quedó afuera." (Florencio Randazzo)

24. "La Argentina es un país que desperdicia sus oportunidades de crecer por no convocar a la gente que puede aportar sus conocimientos para resolver los problemas, como yo." (Federico Sturzenegger)

25. "Me hubiera encantado meterle unas Molotov a Clarín, pero no tuve nada que ver." (Luis D'Elía)

26. "Estamos evaluando implementar un programa que se llamaría "Pre Carne", por el cual la gente compra y le devolvemos la mitad de lo que paga por el kilo de asado." (Matías Kulfas)

27. "Que suerte que esto de no poder pagar en cuotas los viajes al exterior ya me agarra en Uruguay." (Fabián Rodríguez Simón)

28. "Yo sé que ella no lo va a reconocer, pero la carta de Cristina era para contestarme a mí." (Diego Brancatelli)

29. "¿Cómo que ya no se va a poder pagar en cuotas los viajes al exterior, como es en el caso de Punta del Este?" (Susana Giménez

30. "En nuestro gobierno cometimos algunos errores con la causa del Correo, nos quedaron pruebas sin borrar." (Mauricio Macri)

lunes, 29 de noviembre de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

DISCUSIONES

 


Los subsidios del gobierno bonaerense a los viajes estudiantiles dentro de la provincia. El plan Previaje que le devuelve al que lo usa la mitad de lo que gasta en turismo en el país. El "impuesto a la riqueza", el monotributo y los impuestos que pagan las empresas. El corte de la autorización para hacer pagos en cuotas con tarjetas de crédito por viajes al exterior.

El precio de la carne y los demás alimentos de la canasta familiar que se exportan, como desacoplarlos de los precios internacionales, retenciones sí o retenciones no. El nivel de los sueldos y jubilaciones, y como recomponerlos. Las causas de la inflación.

El peso de la deuda, el arreglo con el FMI, las condicionalidades que supone, quien debe contribuir a pagar la deuda. Los planes sociales, su reemplazo por "trabajo genuino", quienes deberían cobrarlos, e que condiciones. Los subsidios a las tarifas de los servicios públicos, la "sintonía fina", que pasa con los otros subsidios que da el Estado: a las petroleras, por ejemplo.

Todas discusiones que se nos presentan a diario pero de a una, como hormigas saliendo en fila del hormiguero, pero sin vinculación entre sí, como si en realidad no la tuvieran. Cuando en rigor se trata de una única y central discusión: como se reparten los ingresos en las cargas en una sociedad, cuan justa es, y cuan justa o injusta puede ser.

La derecha en esto nos lleva una clara ventaja: más allá de ciertos discursos sensibleros de ocasión, saben lo que representan, y lo asumen. Tienen en claro que se debe subsidiar y que no, quienes tienen que pagar impuestos o contribuir y -sobre todo- quienes no. Ellos, sobre todo.

El problema lo tenemos nosotros, que estamos a la defensiva, dispersos conceptualmente, sin asumir la representación de los que nos votaron de modo decidido, pidiendo permiso para avanzar sobre los intereses de los que nunca nos votaron ni nos votarán, y pidiéndoles a los que nos votaron -de un modo explícito o no- que aguanten, que esperen, que posterguen sus demandas porque la correlación de fuerzas no nos es favorable, y cosas por el estilo.

El problema es que si de algunas cosas no nos hacemos cargo nosotros (que además somos el gobierno), nadie más -no al menos nadie con posibilidades reales de gobernar- lo hará.

No haber comprendido eso estos dos años es lo que nos llevó a la derrota electoral y al punto en el que estamos, y en tanto no lo asumamos, más difíciles serán los dos años de mandato que tiene por delante el gobierno de Alberto Fernández, y no solo visto desde la suerte del "Frente de Todos" en las próximas elecciones, si es que aun subsiste como tal para ese momento.

No se nos ocurre que haya otra discusión más relevante que esa, en términos del diseño a futuro de la sociedad en la que queremos vivir; ni tampoco asunto más urgente que atender para la política, al menos si se la piensa en términos nacionales, populares y democráticos.

domingo, 28 de noviembre de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

LOS OVARIOS AL PLATO

 


Cristina tiene los ovarios al plato, y se nota. Con los propios y con los ajenos. Con las viejas desquiciadas pelo de cócker que cacerolean en la puerta del departamento porque no tienen nada mejor que hacer con sus vidas, y con los que le echan la culpa de todo.

De lo que hizo en su gobierno, de lo que no hizo pero dicen que hizo, del gobierno de Macri, de lo que Macri no pudo hacer, de lo que Alberto hace y de lo que no se anima a hacer: todo -parece- es culpa de Cristina.

Si habla porque habla y mejor que se calle, si se calla por qué no habla porque su silencio "dice" cosas, y la interpretan como mejor les parece. Y cuando habla la analizan hasta los pelos en el huevo, pero eso sí: jamás le prestan atención, y los que le tienen que dar pelota -es decir, el presidente, el gobierno- no le dan ni cinco de bola, y siguen en la suya.

Si restringen los pagos en cuotas por viajes al exterior, la idea se le ocurrió a ella para vengarse de la clase media, y aunque dicen que está políticamente liquidada (desde 2008, por lo menos, a juzgar por los editoriales de los principales diarios), tiene el poder suficiente para controlar a la justicia, y hacerla hacer lo que ella quiere.

Tiene la culpa de las deudas que no contrajo, de las reculadas con los fondos buitres a los que ella no les quiso pagar, de la deuda con el FMI y de que falten dólares. Decide en el gobierno más que el presidente, pero nadie puede recordar alguna medida del gobierno en la que se reconozca su impronta, su sello.

Si hubiera que apostar por un sentido que atraviesa la carta de ayer es el hartazgo, la hinchada de ovarios, porque nadie se hace cargo de nada y todos le pasan la cuenta a ella: la oposición que parece venida de Narnia y sin responsabilidad alguna en la suerte del país, el gobierno que opera en su contra por los medios como cuando estaba el vocero presidencial doble camiseta, los dirigentes pito corto de la CGT o del PJ que no se animan a decirle de frente, a ella, lo que piensan; y que en dos años van a estar otra vez en el mismo lugar, pidiéndole la escupidera porque siguen sin levantar un puto voto por ellos mismos.

Y así Cristina será la culpable si no se arregla con el FMI, o si se arregla pero en cualquier condición, y se viene el mega ajuste. Porque está podrida de eso, dice lo que dice en su carta; harta de que nadie se haga cargo de sus responsabilidades, y prefieran endosárselas a ella. Tuit relacionado: 

sábado, 27 de noviembre de 2021

CARPETAZOS

 

Acá no tenemos acceso a pinchaduras telefónicas, ni carpetas guardadas con antecedentes de la gente, ni informantes en la cana, así que todo cuanto se diga respecto a los allanamientos y consiguientes renuncias en el Ministerio de Seguridad de la provincia, es pura especulación y/o apreciación subjetiva.  

Aclarado esto, todo el asunto tiene un tufo a devolución de gentilezas a Saín y los funcionarios que en su momento trajo a colaborar con él en el Ministerio, que tumba: apenas concretada su cesantía del cargo que ostentaba en el MPA (cosa que aun se discute en la justicia) se "reactiva" una causa dormida por presunto espionaje ilegal (que de ser tal, es delito federal y no lo debería investigar la justicia provincial), a partir de un "llamado anónimo" que alertó a los fiscales que algunos funcionarios estaban destruyendo documentación comprometedora.

Esos funcionarios (12 en total) ya no están desde ayer en funciones, porque Perotti los rajó, apenas se supo que los involucraba una causa judicial, y a algunos de ellos les secuestraron los celulares. Cuesta no ver además en todo esto algún ajuste de cuentas al interior del Ministerio, e incluso con participación de la cana aportando datos (porque decir puteríos queda mal, ¿vieron?)

Los allanamientos y demás medidas de prueba fueron dispuestos por fiscales de un MPA que está amenazado -y no es una metáfora- por la mayoría de la Legislatura con que ojo con lo que hacen y a quien investigan, porque les puede costar el puesto. Como se lo costó a Saín, al que ahora alcanza la investigación por presunto espionaje ilegal, y por carácter transitivo, a todos los funcionarios que él llevó en su momento al ministerio.

De la otra causa en trámite (por una licitación para la compra de armas para la policía) casi ni se habla ya por una sencilla razón: la licitación nunca prosperó, porque Perotti la dejó sin efecto antes de que se recibieran las ofertas y hubiera que adjudicarla. Y lo del "espionaje", como queda dicho, habrá que ver hasta donde avanza.

Lo que puede sí ser comprometedor es -si se comprueba- que Saín, buscando data contra sus enemigos en la justicia, la política o el periodismo, usó los fondos reservados del Ministerio (que hasta la llegada de Perotti manejaba la Policía) para comprar esa información en bases de datos que no son de acceso público irrestricto. No será tan grave como haberle pagado con esa plata los abogados a los policías que torturaron y asesinaron a Franco Casco como hizo Pullaro durante el gobierno del socialismo, pero es grave y debe investigarse hasta las últimas consecuencias.

Eso sin dejar de mencionar que esta misma Legislatura, dominada por el social-traferrismo, dictó entre gallos y medianoche una ley para regular el uso de los fondos reservados en Seguridad, que fue vetada por Perotti con el argumento -entre otros- que "...no es oportuno ni conveniente, en el marco de la situación pública existente que ha derivado en investigaciones en trámite en sede judicial, consagrar modificaciones legislativas cuando las mismas permitirían revelar públicamente -transcurrido apenas un año-, el destino de fondos e incluso la identidad de personas que hubieran, con su intervención o testimonio, favorecido el esclarecimiento de causas judiciales; o condicionar a quienes podrían evaluar asumir ese rol;...".".   

Una policía acostumbrada por años a manejarse sola y con profundos vínculos con el delito organizado y las operaciones del poder político, una justicia colonizada por el pacto político que cogobernó Santa Fe por 12 años y aun tiene ramificaciones en esa justicia y en la Legislatura, un grupo de porteños pedantes (de Saín para abajo) que se creyeron que se las sabían todas y podían hacer cualquiera cosa sin consecuencias que Perotti terminó pagando demasiado caros en la gestión de la seguridad, internitas palaciegas en la cubierta del Titanic: un combo explosivo para manejar un tema tan delicado en el que está en juego nada menos que la vida y la tranquilidad de los santafesinos.

Ojalá los que tengan responsabilidades institucionales en él -todos- sepan estar a la altura de las circunstancias, que son delicadas. Tuit relacionado: 

TWEETS POLÉMICOS

 

viernes, 26 de noviembre de 2021

LA RESTRICCIÓN INTERNA

 

La economía está creciendo, no hay dudas. Creciendo por encima del rebote desde el piso de la pandemia, y en muchos rubros, incluso por encima de los escuálidos números del macrismo. Algunos rubros en particular, como las exportaciones, se encuentran en los mejores niveles en una década. Y ese crecimiento empieza a ser menos heterógeneo entre los diversos sectores productivos.

Sin embargo, tan cierto como eso es que ese crecimiento no "derrama" en una mejor distribución del ingreso, que se pueda percibir en los bolsillos de los sectores de ingresos fijos como asalariados y jubilados. En éste último caso, la nueva fórmula de ajuste de los haberes haría que a fin de año superen a la inflación esperada para éste año, pero no se recompondrán en relación a lo perdido en los años anteriores. Ni que decir que la inflación sigue en niveles altos, en especial en los alimentos, como se puede comprobar con la escalada por estos días de los precios de la carne, y la discusión abierta al interior del gobierno sobre la conveniencia de aplicar o no retenciones a las exportaciones, comprobado que el cierre o fijación de cupos ha fracasado como estrategia para contener las alzas.  

Frente a esto, no faltan quienes sostienen (Guzmán y Kulfas los primeros) que toda política "expansiva" en materia de gasto público (por ejemplo para compensar la pérdida de poder adquisitivo a los jubilados, pensionados y beneficiarios de planes sociales), o de ingresos para el sector privado (vía paritarias) genera tensiones por el lado del dólar, o los equilibrios macroeconómicos. Si la línea argumental guarda semejanza con el ideario neoliberal que asocia el gasto público, las alzas salariales y la emisión con la inflación o las presiones sobre el dólar, no es casualidad: suele haber "ofertismos" de variada gama.

Más serio y cierto es el problema de la restricción externa, que en una estructura productiva extranjerizada como la nuestra determina que una suba en los salarios empuja el consumo, y esto genera un alza en las importaciones, demandando más divisas. El fenómeno ha sido suficientemente explicado, pero no disimula el hecho de que todo proyecto económico, cualquiera sea, necesita estabilizarse logrando consenso político para su implementación, lo cual  -en democracia- supone conseguir los votos de la porción mayoritaria de la sociedad: sería la restricción interna, digamos.    

Y el gobierno del "Frente de Todos" viene de sufrir una derrota -atemperada entre las PASO y las generales, pero derrota al fin- en las elecciones legislativas de éste año, por no haber atendido debidamente éstas cuestiones. El tono del debate interno en torno a la aplicación de retenciones a las exportaciones de carnes -más que la medida en sí, y sus bondades- y la ausencia total de medidas concretas de recomposición de los ingresos populares del 14N para acá, dan cuenta de que, al menos en la línea predominante en las decisiones de la coalición oficialista, se sigue confiando en alguna forma de "derrame" social de los beneficios de la reactivación económica: pues bien señores, si algo diferencia al peronismo de las experiencias neoliberales, es que a ese "derrame" no lo espera, sino que lo provoca.

Precisamente describiendo la situación del primer peronismo -cuando algunas de éstas cuestiones ya se debatían- dice José Pablo Feinmann en "Estudios sobre el peronismo": "El peronismo centró sus principales objetivos en la reforma social: el énfasis puesto en la impulsión de la industria liviana apuntaba también a ese objetivo. Si se hicieron heladeras, por utilizar un ejemplo caro a los desarrollistas, fue porque la población necesitaba heladeras. La crítica que suele hacerse a esta política económica consiste en afirmar que la misma mantenía el signo dependiente de la estructura productiva. Su más correcta y seria formulación aparece en un trabajo de Juan Carlos Torre sobre la economía peronista. Torre comienza por definir al proyecto peronista como un proyecto distributivo: una economía del consumo y no de la producción. Lo dice con todas las letras: un banquete asiático.".

"Si la implantación de la industria pesada tenía como condición, en 1946, el sacrificio de los trabajadores (y realmente así era), entonces tuvo razón Perón en no incluir sus objetivos entre los del Primer Plan Quinquenal. Para Perón se trataba de movilizar, organizar y politizar a la clase obrera, y ésto solo era posible conseguirlo a través de una política de profundo contenido social.".

"Durante el período abarcado por el Primer Plan Quinquenal, lo que se propone la planificación económica peronista, es un objetivo político: movilizar al pueblo. Por eso emprende, ante todo, una reforma social: porque solo es posible movilizar a las mayorías a partir de sus intereses inmediatos. Entonces, antes que exigir el sacrificio popular para implantar la industria pesada, y antes que hacer una reforma agraria de acuerdo con la dogmática stalinista, se prefirió movilizar y organizar al pueblo mediante el cumplimiento de sus necesidades postergadas,...".

Traspolando las diferencias de circunstancias entre aquella época y hoy, el dilema sustancial sigue siendo el mismo, porque como entonces -cuando Perón llegó al gobierno- hay derechos desconocidos, consumos deprimidos, salarios que pierden frente a la inflación y trabajadores que ven disminuida su participación en los beneficios de la renta nacional.

Así como quedó demostrado -este mismo año- que no se ganan elecciones simplemente vacunando y diciéndole a la gente que el macrismo fue horrible, pensando en las presidenciales del 2023, tampoco se ganan exhibiendo cifras consistentes de la macroeconomía, ni se entusiasma a nadie con el récord de exportaciones, o el superávit comercial: imaginémonos, en dos años, haciendo campaña con eso como bandera. 

El experimento de conseguir esos logros a costa del retraso salarial, o la postergación de los reclamos legítimos de recomposición de ingresos en aras de un desarrollo futuro (otra vez: si suena parecido al discurso neoliberal, en términos políticos, es porque lo es) podrá servirle en un futuro a Kulfas para escribir otro libro sobre la economía en los gobiernos kirchneristas, diciendo que logró demostrar su punto. Pero no para mucho más, y ciertamente nunca para ganar una elección.

jueves, 25 de noviembre de 2021

TWEETS POLÉMICOS

 

CONSENSOS PARA EL DESARROLLO

 


Los otros días nos preguntábamos acá que estaba dispuesto a dar el poder económico en la Argentina a cambio de los consensos que habitualmente reclama. Decíamos entonces "...dado que sabemos ampliamente lo que el poder económico exige para arribar a ellos (con la astucia de disfrazar esas demandas como el único camino posible), de lo que seguimos sin saber mucho, es de lo que estarían dispuestos a dar a cambio.".

Una respuesta -posible- nos llega leyendo ésta nota de La Política Online, que da cuenta de las presiones que ejercen sobre el gobierno Paolo Rocca y el Grupo Techint para que se les otorgue el gasoducto que debería llevar la producción de Vaca Muerta, para favorecer su exportación.

Como allí se cuenta, Rocca "ofrece" desistir de un juicio que inició contra el Estado cuando el gobierno de Macri (luego de haber firmado el acuerdo con el FMI) modificó la política de subsidios a la mayor producción diseñada en su momento por Aranguren, a través de la famosa Resolución 46: el juicio original era por más de 1500 millones de dólares, y el actual gobierno logró que el gigante siderúrgico y su petrolera Tecpetrol (que opera en Vaca Muerta) "moderaran" sus exigencias y desistieran de cobrar toda esa suma, a cambio de acceder a los beneficios del Plan Gas, diseñado en ésta gestión para incrementar la producción.

Repasemos: a través de la resolución de Aranguren el gobierno de Macri dolarizó los precios del gas en boca de pozo, en valores muy por encima incluso de los vigentes en el orden internacional;  como eso implicaba gasto público en forma de subsidios a las petroleras (de esos subsidios y "planes" que no suelen molestar a los grandes medios y a los empresarios), el FMi le echó el ojo y exigió cerrar el grifo, y ahí comenzaron los problemas.

Comenzada ésta gestión, la "zanahoria" con la que el gobierno contaba para estimular la producción de gas eran -como no- también estímulos fiscales o subsidios a ella, y Tecpetrol se anota entre los primeros, para acceder a los beneficios. Claro que el complemento del incremento de la producción de gas en Vaca Muerta (que se ha verificado en forma ostensible) es que ese gas pueda ser transportado hacia donde se puedan exportar los excedentes, que aportan divisas que son necesarias para el país.

Y para eso hay que invertir, construyendo un gasoducto, una de las obras de infraestructura más importantes y necesarias que tiene por delante el país para encarar su desarrollo, y alejar el fantasma de la restricción externa. Sobre esto no hay dudas, con o sin Paolo Rocca en el medio.

Precisamente de eso se aprovechan Rocca y Tecpetrol para extorsionar al gobierno con la demanda judicial pendiente (cuyo resultado no sería dudoso, conociendo los bueyes con que aramos en los tribunales), y obtener a cambio la obra del gasoducto, que además valoriza su propia producción en Vaca Muerta, porque le permitiría acceder a exportarla. Pero como dijimos, esto es también un objetivo de política económica del país, del primer orden.

¿Será entonces que para conseguirlo no hay otra forma que ceder a la extorsión del que acaso sea el empresario más poderoso del país y sus empresas, que mientras habla como un titán del capitalismo y la libre iniciativa privada o cuestiona el tamaño del Estado y el peso de los impuestos que cobra, va saltando de un beneficio y prebenda estatal a otra?

Porque desarrollo (y progreso, y mejores oportunidades de empleo con buenos salarios) queremos todos. Habría que ver si estamos dispuestos a pagar los precios que nos piden para conseguirlos.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

¿QUI BONO?

 


Aun en un clima de crispación política, el atentado con bombas Molotov contra la sede de Clarín es un episodio fuera de todo contexto, y como tal sospechoso. Máxime cuando no ocurrió durante la recién finalizada campaña electoral que concluyó con las elecciones del pasado domingo 14, sino después.

Hasta tanto la investigación avance y se determinen sus autores y sus móviles, se tejen y tejerán especulaciones de todo tipo, pero como siempre en éstos casos lo que hay que preguntarse es quien se beneficia y quien se perjudica con un hecho de esa naturaleza; y por ese lado será más sencillo dar con los autores y sus eventuales instigadores.

Ciertamente no se beneficia el gobierno, al cual desde el propio dispositivo mediático opositor (y la oposición institucional que se mueve a su compás) se lo vinculó de inmediato con el hecho. Un gobierno que -al menos en el núcleo duro cercano al presidente que participa de las decisiones- ha hecho grandes esfuerzos por sostener una relación "amigable" con el multimedios, sin contrapartida: lo sigue beneficiando con abundante pauta oficial (esta misma semana se conocieron las cifras del reparto), no objeta la fusión Cablevisión-Telecom (y como veíamos acá, no parece que tenga la intención de hacerlo en un futuro), y el propio presidente ha dicho reiteradas veces que para él no es prioritario reponer los artículos de la ley de medios que Macri mutiló por DNU, y afectaban los intereses del hólding de Magnetto.

Tampoco al kirchnerismo, que soportó por años los ataques del Grupo Clarín contra Cristina y sus gobiernos, y jamás ensayó una respuesta de tal calibre, ni siquiera después del 54 % del 2011 y cuando, ya estando aprobada la ley de medios, esperaba que los tribunales y la Corte Suprema de Justicia la liberaran de la maraña de cautelares para poder aplicarla y desguazar al monstruo.

Beneficiarios son, claramente, la oposición política -que rápidamente salió a capitalizar el hecho- y antes que nadie, el propio Grupo Clarín, que puede victimizarse presentando el hecho como un ataque a la libertad de expresión.

Hay quienes entienden que no sería ajeno al hecho que, apenas el día antes de los bombazos, Clarín publicara una extensa y documentada nota sobre los "grupos de tareas" de la Metropolitana, y sus redes de corrupción. Por lo pronto, apenas se conoció el atentado, se dejó de hablar de la muerte de Lucas González, precisamente a manos de un escuadrón de gatillo fácil de la policía de Larreta: quizás haya que buscar por ahí.

martes, 23 de noviembre de 2021

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