domingo, 14 de diciembre de 2025

TWEETS POLÉMICOS

 

viernes, 12 de diciembre de 2025

TWEETS POLÉMICOS

 

jueves, 11 de diciembre de 2025

LOS ESPÍAS DE PULLARO

 

Que extraño modo eligió el gobernador Pullaro para conmemorar ayer el aniversario del retorno del país a la democracia, y el Día Internacional de los Derechos Humanos: dictando el Decreto 3121 cuyas imágenes ilustran el post, por el cual crea su propio cuerpo de espías, dentro de la Policía provincial.

Tal como dan cuenta los fundamentos de la norma, Pullaro se basó en la Ley 14246 que la Legislatura dictó apenas él comenzó su mandato, conocida como "ley provincial de inteligencia", analizada en su momento en ésta entrada.

Decíamos entonces que "El proyecto (luego aprobado) además -acorde a los tiempos que corren- representa un grave retroceso en materia de estándares democráticos, con la excusa alegada de mejorar la eficiencia en la lucha contra el delito. La redacción de la norma no deja dudas que el nuevo organismo quedaría legalmente facultado a "espiar por las dudas", sin conexión con una investigación policial concreta ni delitos determinados, yendo de "excursión de pesca" para "recolectar información. Sobre el punto es preciso recordar que el artículo 4° inciso 1) de la Ley de Inteligencia Nacional 25520 prohíbe a los organismos de inteligencia "Realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, ni cumplir funciones policiales o de investigación criminal."".

Y además que "La CIOPE (Central de Inteligencia y Operaciones Especiales, la SIDE provincial) podría en el mismo marco -es decir, "yendo de pesca"- utilizar agentes encubiertos o "reveladores", "entregas controladas" (¿de droga, en el marco del narcomenudeo?, solo a los consumidores sería) e informantes pagos.". Señalamos también que "la "SIDE" de Pullaro podrá "...recolectar información" sobre actividades lícitas que las personas hagan en el ámbito público, como por ejemplo participar de una marcha de protesta, o una huelga.".


Basándose en el artículo 13 de la Ley 13521 del personal policial, el decreto de Pullaro crea un subescalafón dentro del Escalafón General  del personal policial, denominado Inteligencia; pese a que la misma ley ya establece desde 2006 un subescalafón denominado Investigación Criminal. 

Del contexto de ambas normas (la Ley 14246 de espionaje provincial, y el Decreto 3121) queda claro que el diseño de política de seguridad de la gestión de Pullaro incluye como componente necesario un cuerpo de espías (que por supuesto no sabemos quienes son, ni por quiénes y con que requisitos fueron seleccionados), que se van a dedicar a recopilar información, sin que esté directamente vinculada alguna causa judicial en trámite, o delitos concretos.

Decíamos en la anterior entrada que los espías pullaristas pueden incluso (porque la ley los autoriza) requerir autorización judicial para "...realizar interceptaciones o captaciones de comunicaciones privadas, seguimientos fotográficos, filmográficos, y espionaje acústico...".(escuchas)", aun "...cuando se no está investigando un delito concreto -y bajo control judicial en tales casos-, sino simplemente "recopilando y produciendo información".".

Es decir, a tono con los tiempos que vivimos (pero no con la democracia que recuperamos hace 42 años) sacrificar libertades esenciales y garantías constitucionales e intentar disciplinar la protesta social, tras el pretexto de mejorar las condiciones de seguridad, previniendo los delitos antes de que se produzcan: una especie de "Minority Report" berreta, dejado en las manos de una de las fuerzas policiales con más cuestionamientos y oscuro historial del país. 

Tuits relacionados: 

miércoles, 10 de diciembre de 2025

TIRO AL NEGRO

 

La táctica no es nueva, y ya se ha empleado con éxito en otras ocasiones, tanto que por eso la repiten: con Yabrán, Moyano y otros. Se busca un blanco cuidadosamente elegido por sus manejos turbios (sean reales o inventados, lo mismo da, todo suma), y cuanto más impresentable, mejor: nunca se aplicará la táctica con personas como Pérez Esquivel o Juan Carr (que en todo caso son objeto de ataques por otras cuestiones), porque la maniobra requiere de un piso mínimo de verosimilitud para funcionar. 

El elegido tiene que ser alguien a quien pocos se animen a defender, o que directamente sea indefendible a menos que uno se incinere como bonzo en el intento, como le pasó a Jaroslavsky con Yabrán. De hecho, los defensores terminan siendo en un punto funcionales a la maniobra, y se los usa como argumento: "miren si será mafioso, que lo defiende...tal".  

En realidad, en la mayoría de los casos, el blanco es un negro, y si es gordo mejor, porque si vamos a trabajar sobre los sesgos cognitivos del prejuicio, no hay que dejar afuera ninguno que sirva para el objetivo. Por eso estas cosas nunca le van a suceder a gente rubia, blanca y de ojos claros, como Cavallo, Sturzenegger o Macri; aunque sean cien veces más mafiosos que el elegido, o hayan hecho cosas mucho peores que las que le endilgan (muchas con razón) al "Chiqui" Tapia. 

El propósito no es uno solo sino varios, el primero, distraer: del contexto político y social y -no excluyente con ello- de otros negocios que se quieren consumar, y para los cuales el elegido es un obstáculo: recordemos cuando en tiempos del menemato Cavallo encabezó la cruzada contra Yabrán, en el que había personalizado todos los males del país, no para moralizar la gestión pública, sino para allanarle el camino a Federal Express para controlar el mercado telepostal del país, haciéndole los mandados a la embajada. Eso sin contar que mientras nos hacían indignar con Yabrán, entregaban el país y hambreaban a su pueblo, con consecuencias que aun hoy estamos pagando. 

Hace pocos días, la justicia sobreseyó a Capitanich, Mariotto y Aníbal Fernández en la causa del "Fútbol Para Todos", diciendo después de 15 años lo que se sabía desde el principio: no existió delito, o peor aun, los fiscales nunca lograron precisar de cual se trataba, no hablemos ya de probar que los acusados lo cometieron. Pero el propósito se cumplió con creces: con la excusa de los presuntos curros Macri (cumpliendo los deseos de Magnetto) eliminó el "Fútbol Para Todos" aunque había prometido lo contrario, y la televisación volvió a manos privadas. Que otros jugadores le hayan soplado el negocio a Clarín no cambia la conclusión, porque son las reglas del meercado.

Y el caso Tapia no difiere en su lógica de todo lo expuesto: entre los múltiples negocios que se le atribuyen al presidente de la AFA, hay uno que no concretó, con consecuencias que podrían serle fatales: dejar vencer el contrato con Clarín y sus socios para la televisación de los partidos del ascenso sin renovarlo, coqueteando con la idea de montar un canal de stream propio, o volver a licitar los derechos. Si hubiera hecho ése negocio, seguramente otra sería la historia.

Al gobierno la maniobra le interesa y le sirve (y por eso se suma con entusiasmo tirándole a Tapia con todo lo que tiene) sea para volver a la carga con la idea de transformar a los clubes en SAD (algo que como bien sabemos, es para acercar a los pibes a los clubes y alejarlos de la calle y la droga, nada que ver con negocios), o -fundamentalmente- para tenernos a todos entretenidos discutiendo el pasillo de espaldas de los jugadores de Estudiantes; mientras envían al Congreso la reforma laboral que nos haría retroceder a 1943 (o más atrás incluso) y siguen apostando a la destrucción de los empleos y el salario, y avanzan a paso firme en su propósito de convertirnos en un Estado no libre, pero si asociado a los EEUU.  

Si uno presta un poco de atención, la maniobra es bastante obvia, porque como dijimos, no es la primera vez que se ha ensayado. El secreto entonces está en no prestarse a ella tan fácilmente, aunque uno tenga ganas, o el personaje en cuestión le caiga mal; e incluso siendo efectivamente un delincuente, cosa que como ya se dijo, es condición de posibilidad de la maniobra. 

Porque si es por eso, seguramente hay 100 blancos más importantes en los que canalizar el enojo que Tapia, empezando por Milei. O por el poder económico que en realidad es el que gobierna a través de él. El asunto es no validar el mecanismo por el cual nos dicen todo el tiempo a los argentinos de que tenemos que hablar, como tenemos que pensar o con quien nos tenemos que enojar, y más importante aun, lo contrario: de que no se habla y a quienes nunca se juzga.

martes, 9 de diciembre de 2025

TWEETS POLÉMICOS

 

lunes, 8 de diciembre de 2025

QUEREMOS REPREGUNTAR

 

Son bastante comunes en los medios digamos que "del palo" (C5N, El Destape) las notas de los movileros a la gente en la calle preguntándole su opinión sobre la marcha del país, como los afectan las políticas del gobierno de Milei y que opinan en general del presidente y su gestión.

En las respuestas hay de todo como en botica, pero hay un grupo en especial que nos llama la atención, y que para simplificar un poco en las cosas podríamos denominar el "voto blando" del oficialismo nacional: no parecen ser trolls que agitan en las redes sociales, ni militantes convencidos de LLA, ni fanáticos del modelo libertario. Menos los gorilas que en la primera vuelta del 2023 votaron a Bullrich, y migraron en masa a Milei en el balotaje para evitar que ganara el peronismo.

Es gente común que dice que votó al gobierno, o que lo apoya y confía en él, con una primera característica distintiva en común que enseguida salta a la vista: ninguno nunca puede enumerar una medida concreta del gobierno con la que estén de acuerdo, o que los favorezca o los haya beneficiado. En estos días en que se dio a conocer (por caso) que Milei aumentó el valor de la AUH bastante por encima de la inflación (desmintiendo en los hechos el discurso anti-planes), ni siquiera aparecen testimonios rescatando esa medida en particular.

El apoyo (al menos el que exponen estas personas) para ser simplemente cuestión de fe: creo en Milei, le tengo confianza, hay que darle tiempo suelen decir, sin mayores precisiones. Otro factor común es la referencia al pasado, así de un modo impreciso: como estábamos no podíamos seguir, buscaba un cambio, aspectos éste que se repite en relación a la experiencia del gobierno de Macri. 

Como el punto de partida de éstas reflexiones son cosas que circulan por los medios, lo primero que cabría preguntarse es que buscan estos exponiendo esos testimonios, como una especie de medición del pulso de la calle, o testeo del humor social de los argentinos. ¿Para qué sirven que nos cuenten lo que ya sabemos y las recientes elecciones nos acaban de confirmar, y que es que el gobierno cuenta con una importante base de apoyos en la población pese a sus estropicios?  

Casi todos los movileros (por no decir todos) los que abordan a gente en la calle jamás repreguntan, buscando profundizar en el sentido de las respuestas, y en el caso de los que manifiestan apoyar al gobierno o confiar en él, darle contenido a cada significante vacío de esos que suelen utilizar. 

¿En qué se basa la fe en el gobierno que dicen tenerle los que le tienen fe, qué es lo que les inspira confianza?

¿Qué significa "darle tiempo", cuanto tiempo es el que hay que darle, tiempo para qué, cuáles son los cambios que -siguiendo por el mismo camino que vamos- se van a producir por el mero transcurso del tiempo y por qué serían indefectiblemente positivos?

¿Por qué no podíamos seguir como estábamos, que era específicamente lo que ya no se podía tolerar (porque que había cosas que estaban mal no hay dudas, pero a lo mejor no todos pensamos en las mismas), y cómo eso se corrigió desde diciembre del 2023?

¿"Como estábamos no podíamos seguir" significa sumidos en la pobreza y cagando en baldes, en una fiesta de consumo insostenible que no podía durar, o ambas cosas al mismo tiempo?. Como no se explicitan las razones (ni se inquiere al respecto), solo se puede adivinar. 

¿Hay que dejar gobernar al gobierno aunque gobierne mal y nos perjudique, cuál sería la ventaja o la virtud de esa idea, qué cosas buenas no pudo hacer el gobierno porque no lo dejaron, quiénes no lo dejaron?

Preguntar o repreguntar de modo socrático, sin agredir, sin cuestionar, valiéndose simplemente de lo que los propios interesados acaban de decir, dudando sin afirmar, y ayudando a dudar, o mejor dicho a pensar: sería un experimento didáctico y pedagógico en términos sociales no necesariamente para los entrevistados (aunque estos podrían verse luego y comprobar como se ve y oye lo que dicen), sino para los demás, que están mirando.

Y que podrían reconocerse ellos mismos en los entrevistados, repitiendo a diario los mismos lugares comunes, las mismas frases vacías, los mismos conceptos tan genéricos que cualquiera podría estar de acuerdo con ellos, o nadie estarlo, al mismo tiempo. 

Antes (mucho antes) de ingresar al terreno de argumentar con datos y cifras concretas (un modo de discusión que hasta acá se ha revelado poco eficaz ante gente que conoce e interpreta el mundo de otro modo, basada en otros factores), hay que llevarlos al terreno de sus propias afirmaciones, más que de las nuestras. 

De última ¿Qué se pierde con probar? Tuit relacionado:

domingo, 7 de diciembre de 2025

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sábado, 6 de diciembre de 2025

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