SPEEDY CAPPIELLO

 

Leemos en el Boletín Oficial declaraciones del tweetero pistolón Miguel Angel Cappiello, a la sazón ministro de Salud de la provincia, diciendo que a la obra del CEMAFE la piensan terminar "en un poco más de dos años", lo que nos lleva -como mínimo- a febrero del 2014.

No caben dudas que el famoso (a esta altura) elefante blanco que se levanta en las cercanías del puerto santafesino es una de las "joyas de la corona" del socialismo: ideado por el arquitecto favorito de Duermes (Corea Aielo) y con la intervención de su propia esposa en el proyecto, figura en cuanta propaganda de obras del gobierno provincial anda por allí, como unos de los ejempos de la "600 obras y vamos por más" con que abruma el maqueterismo del Frente Progresista.

Y plata no les falta a los socialistas para hacerlo, porque se financia con los fondos que manda el gobierno nacional por las retenciones a la soja, como quedó demostrado acá, a propósito del también famoso cartelito "Binner miente", que en su momento el propio Hermes mandó a arrancar del frente de la obra.

Cualquiera que pase a diario o de vez en cuando por allí, ve que los trabajos vienen bastante atrasaditos, cosa que se corrobora si uno revisa los papeles correspondientes; como por ejemplo el decreto de adjudicación que vemos acá:

Adjudicación que recayó en la empresa Dycasa S.A., ex accionista mayoritaria (con el 78,5 % del capital) de Aufe S.A.C., la ex concesionaria de la autopista Santa Fe-Rosario; que en su momento fue "indultada" por Binner por todos los graves incumplimientos de contrato en que incurrió, mediante este decreto; y que se fue sin pagar casi 600.000 pesos de cánon correspondiente al último año en que estuvo a cargo del corredor.

Como pueden ver en el decreto, el plazo de ejecución de la obra eran 450 días calendarios (corridos) desde la adjudicación, que fue el 1º de septiembre del 2010, lo que implica que los trabajos debían terminar más o menos el 25 de noviembre del año pasado, cosa que obviamente no ocurrió.

Pero seamos generosos y agreguémosle al plazo los 30 días que fijan la Ley de Obras Públicas y su reglamentación para firmar los contratos con los adjudicatarios, y los 20 días que les da a estos para iniciar los trabajos, y nos vamos al 14 de este mes, fecha en que la obra debería haber estado terminada.

Cinco meses atrás en este posteo, advertíamos desde este blog que la cosa venía para largo (porque además se trata en esta etapa de la simple "cáscara" de hormigón), y evidentemente no nos equivocamos.

Pero lo interesante del caso es que las declaraciones de Cappielo desmienten al propio Presupuesto provincial 2012, que en su plan de inversiones que pueden ver acá, dice que la obra estará terminada para principios del año 2013 (o sea un año antes de lo que dice Cappiello); siempre hablando solamente de la estructura de hormigón armado.

A menos que este muchacho nos quiera hacer creer que, si van a tardar dos años y medio en hacer el "esqueleto" del edificio, en menos de un año van a hacer el resto: pisos, instalaciones eléctricas, desagües, techos, paredes, etc.

Y ahora no le pueden echar más a Storero la culpa de las demoras.