En esta nota aparecida en La Nación del domingo tenemos las previsibles quejas de los banqueros (sentados en una montaña de plata, según ellos mismos lo reconocen, pero que les es costoso mantener inactiva) por las recientes medidas del Banco Central que los obligan a prestar a las empresas para proyectos de inversión al menos el 5 % de su cartera de depósitos, antes del 31 de diciembre.
Las quejas y las inevitables comparaciones con Venezuela (otro caso de chavización del kirchnerismo, en dosis homeopáticas) revelarían que la medida va por el camino correcto, y el gobierno ha pisado un callo sensible: los banqueros y economistas consultados por La Nación se explayan en los tremendos problemas que les ocasionaría cumplir con lo ordenado por el BCRA, pero al mismo tiempo dejan bien en claro que el sistema está sólido y no hay que temer otro corralito, por caso.
Lo que es tremendo es lo que deben estar ganando los banqueros y consultores financieros de la city porteña en psicólogos: "Si uno aislara las cosas, que el Gobierno intente darles más crédito a las pymes tiene sentido para el desarrollo económico, porque en la Argentina no hay crédito", dice Sergio Garibian, director senior de Standard & Poor's. "Brasil lo hace a través del Bndes [el banco de desarrollo estatal], con tasas subsidiadas, y también el República, en Uruguay. Pero los otros gobiernos no tienen la misma política que el argentino. Acá hay una sumatoria de cosas, que hacen que el sistema argentino sea más riesgoso", aclara.".
Y otro anotan también "cierta perplejidad sobre los lineamientos económicos", traducimos: perdimos influencia en la Rosada para digitar las medidas, y no sabemos a ciencia cierta de dónde puede venir el próximo empome".
Pero lo más interesante de la nota es que los mismo economistas consultados por LN explican en detalle como podrían hacer los gobiernos (el nacional y los provinciales) para conseguir fondos del sistema financiero, en condiciones bastante favorables y con sólo usufructuar las disposiciones de la Carta Orgánica del BCRA modificada hace poco.
Lean esa parte del artículo al cual conduce el link, que es muy interesante: los Estados podrían financiarse tanto por vía de la emisión de bonos, como por la baja de las exigencias de capital para los préstamos cuando éstos son al Estado.
No sabemos si ése será un camino transitado por el gobierno para resolver los problemas financieros (la política de desendeudamiento indicaría que no), pero el sólo hecho de haberles metido el diablo en el cuerpo a estos muchachos con la idea no deja de ser interesante.
Tanto como el destacable aporte que La Nación y los economistas consultados han hecho a muchos gobernadores (como Scioli) apremiados en sus finanzas, al proveerles una idea que podría sevirles en el futuro.
Que no se diga después que no colaboran.
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