GRUPOS DE TAREAS

En una entrevista al diario misionero Primera Edición, el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco, afirmó que el gobierno macrista ha "detectado argentinos que se han formado en Isis"  y que eso es algo que "preocupa" principalmente porque saben que "han estado en zonas calientes del conflicto, en Siria o el norte de Irak".

"Hay ciudadanos que han ido y han vuelto, al país o a países vecinos como Uruguay. Estamos trabajando para evitar ese fenómeno de ‘células dormidas’, porque la experiencia nos dice que una o dos personas con pocos recursos pero mucha decisión pueden generar un desastre, como lamentablemente sucedió en Europa o Estados Unidos. Las áreas de inteligencia de las cuatro fuerzas federales y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) trabajan en ese tema.”

Con la misma rigurosidad técnica, nivel de investigación y caudal de pruebas aportadas por Burzaco, hace unos días otro alto funcionario, el secretario de Seguridad Interior Gerardo Milman, integrante del ministerio que dirige Patricia Bullrich, posteó en su cuenta de Twitter una serie de datos sobre pandillas "Maras":

"Características que Identifican a un Marero: la vestimenta, tatuajes, cortes de pelo extravagantes"  fue uno de los tuits que envió Gerardo Milman, luego de que el gobierno de la provincia de Buenos Aires asegurara que miembros de una "mara" salvadoreña “estaría” vinculada al comercio de drogas prohibidas la provincia.

Como quedó comprobado, el secretario Milman sacó esa información de la página "El Rincón del Vago", un sitio web dedicado a estudiantes donde se publican resúmenes, apuntes y trabajos de distintas materias, y cuyo nombre caracteriza a sus visitantes.

Y dada la contundencia de los resultados obtenidos por Milman en su investigación a través de la página “El Rincón del Vago”, el secretario Burzaco también se ocupó del tema en la entrevista del diario misionero: “Hay bandas locales que pueden adquirir características de grupos de otros países como las ‘maras’, pero yo no veo un fenómeno de ese tipo en la Argentina. No obstante, igual hay que prestar atención por esos grupos que pueden copiar el accionar de esas organizaciones.”

Hace pocos días, y en el mismo marco de rigurosidad técnica, nivel de investigación y caudal de pruebas, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmaba a los medios que fue detenido  “un terrorista libanés con gravísimos antecedentes”.

Según la ministra, el “terrorista” fue detenido en el aeropuerto de Ezeiza, proveniente desde Paraguay y con documentación falsa. Pero finalmente, el detenido resultó ser solo un estafador libio (de Libia, no del Líbano como dijo la Ministra) y que tenía documentación auténtica.

Más allá de la indisimulable ineptitud de ciertos funcionarios del gobierno de Macri, hay algunas cuestiones preocupantes, como la reaparición en el país de cierta terminología -y conductas- propias de la época de la última dictadura militar.

Se escucha a funcionarios hablar de “células dormidas”, de “áreas de inteligencia”, de “vestimenta, tatuajes, cortes de pelo extravagantes", o del “accionar de esas organizaciones”.  

Junto a esas declaraciones, los servicios de inteligencia desde la asunción de Macri, trabajan fuera de todo control político, y han reclutado a muchos antiguos “colaboradores”, gracias a la libertad de acción otorgada y al incremento presupuestario dispuesto por el PRO para las tareas de inteligencia interna en todo el país.

Las políticas económicas del gobierno de Macri ya tienen consecuencias sociales graves, como un alto desempleo y un gran aumento de la pobreza. En el marco de un clima social tenso, y con posibles próximas medidas de paros y movilizaciones según anuncian algunas organizaciones sindicales y sociales, los grupos de tareas liberados por el macrismo van a seguir incrementando sus actividades, tales como averiguaciones en zonas de viviendas y lugares de trabajo, pinchaduras de teléfonos, advertencias telefónicas y vía web o infiltrados en reuniones y actos. Estas cosas ya están ocurriendo, por lo que no estaría demás tomar algunos recaudos.