Leemos en Diario Uno: "La secretaría de transporte de la provincia confirmó la suba a partir del domingo 20. Se trata de un incremento del 34,5%. Desde el gobierno informaron que negocian con las empresas prestatarias de los servicios trasladar dicho aumento en dos tramos. Se trata del transporte público de pasajeros conocido como de media distancia (conecta ciudades dentro del territorio provincial) y aquellas líneas urbanas intejurisdiccionales, como por ejemplo la línea que une Sauce Viejo con Santo Tomé, Santa Fe y localidades de la ruta 1.
La suba era algo que se esperaba, luego de la decisión del gobierno nacional de no enviar más subsidios para el sector y pasar la responsabilidad a los gobiernos provinciales. Pablo Jukic, secretario de Transporte de Santa Fe recordó "que desde el 31 de diciembre se suspendieron los subsidios nacionales que tenían una magnitud importante para toda la provincia de Santa Fe, tanto urbano como interurbano"
"La provincia asumió la responsabilidad de cubrir el 50 por ciento, son 1500 millones (900 destinados al urbano y 600 al interurbano) que van a salir del presupuesto santafesino. El resto tiene que ser absorbido con tarifa", apuntó el funcionario. "Hemos hecho el mayor esfuerzo posible, sabiendo el impacto que tiene en el bolsillo", afirmó el secretario de Transporte. "La magnitud de la eliminación de los subsidios nacionales obliga a tomar esta medida", agregó en declaraciones a la emisora LT10.
El 2018 terminó con tres aumentos en el servicio interurbano. El primero se produjo el 22 de abril y fue del 8,53 por ciento y el segundo se dio el 26 de agosto y fue del 14,47 por ciento. El último fue en noviembre. Fue del 25 por ciento para el transporte de media distancia. En tanto, las líneas urbanas interjurisdisccionales tuvieron en noviembre una suba del 15 por ciento. Así, el 2018 se fue con un incremento acumulado superior al 50 por ciento." (las negritas son nuestras)
En realidad el aumento de las tarifas del transporte interurbano de pasajeros de jurisdicción provincial (que de eso habla la nota, contándonos de un nuevo aumento en días) fue exactamente del 55,29 % durante todo el 2018, superando cualquier índice inflacionario y denotando que, aun estando congelados entonces en sus valores nominales (o sea, por debajo de la inflación real) los subsidios nacionales, el socialismo nunca tuvo la decisión de aportar al abaratamiento del boleto de colectivo; pese a sus anuncios y promesas en contrario.
Al respecto, no cabe sino reiterar lo dicho acá cuando ingresó a la Legislatura provincial el proyecto de presupuesto para éste año: no hay en él un centavo de subsidios provinciales para el transporte que compensen la caída de los subsidios nacionales, a salvo los de la "ley Rubeo" de 2014, que son apenas 385 millones de pesos (la cuarta parte de lo publicitado por los funcionarios provinciales, y subejecutados). Tampoco (como se dijo acá) sería solución el "proyecto Galassi" aprobado en el Senado pero estancado en Diputados (que Lifschitz pidió tratar en extraordinarias), que apenas sumaría otros 515 millones más, cuando los subsidios nacionales que dejan de venir son alrededor de 3700 millones de pesos.
Y si fuera como dice el Secretario de Transporte de la provincia (y antes que él, el ministro de Economía, su par de Infraestructura y el propio gobernador Lifschitz), ¿por qué razón no los empiezan a usar ya, en lugar de autorizar un nuevo aumento de casi el 35 % apenas empezado el año, cuando el año pasado los aumentos autorizados superaron la inflación?: la respuesta es muy sencilla, porque no existen, y el presupuesto aprobado no los contempla, y mintieron.
Relación compleja la del socialismo con los subsidios a las tarifas: apenas asumieron en la provincia aumentaron los peajes en la autopista Santa Fe-Rosario (llevan un 1944 % de aumento desde que gobiernan), y colocaron en las barreras unos simpáticos cartelitos con la leyenda "Peajes sin subsidios nacionales", como si existiera en el país alguna ruta provincial con peajes (como la autopista), con subsidios nacionales. Eso sí: la EPE (como veíamos acá) tuvo subsidiada durante 8 años bajo gobiernos socialistas (2007 a 2015) la compra de la electricidad en el mercado mayorista, pero aumentó invariablemente las tarifas, todos los años.
En el caso de Aguas Santafesinas (ASSA), en el 2007 (último año del gobierno de Obeid) la Administración Central subsidiaba el 47,48 % de los gastos de la empresa, y las tarifas que pagaban los usuarios costeaba el 52,52 % restante. Como consecuencia de los constantes aumentos de tarifas dispuestas por el socialismo, los subsidios bajaron al 25,08 % del total de los gastos de ASSA, y el 74,92 % restante es costeado por los usuarios con las tarifas que pagan.
Y con el transporte interurbano, sucede lo mismo que con la EPE: pese a que hasta el 2015 contaba con subsidios nacionales, los gobiernos del FPCyS les autorizaban a las empresas dos o más aumentos por año, siempre en el porcentaje que reclamaban; como se puede comprobar viendo los respectivos decretos de Binner, Bonfatti o Lifschitz. ¿No tendrá que ver con que, en violación de las leyes electorales de la provincia, algunas de ellas (como Monticas, la responsable de la tragedia de la ruta 33) son aportantes de las campañas del socialismo, no?
Eso sí: en lo que no le yembló el pulso a Lifschitz (hablando de subsidiar el transporte) fue en invertir más de 1800 millones de pesos en obras en los aeropuertos de Santa Fe y Rosario (este último autárquico, y con una importante recaudación de recursos propios) para obras de infraestructura que beneficien a las empresas "low cost" de aviación autorizadas a operar desde ellos por el gobierno de Macri.
En realidad el aumento de las tarifas del transporte interurbano de pasajeros de jurisdicción provincial (que de eso habla la nota, contándonos de un nuevo aumento en días) fue exactamente del 55,29 % durante todo el 2018, superando cualquier índice inflacionario y denotando que, aun estando congelados entonces en sus valores nominales (o sea, por debajo de la inflación real) los subsidios nacionales, el socialismo nunca tuvo la decisión de aportar al abaratamiento del boleto de colectivo; pese a sus anuncios y promesas en contrario.
Al respecto, no cabe sino reiterar lo dicho acá cuando ingresó a la Legislatura provincial el proyecto de presupuesto para éste año: no hay en él un centavo de subsidios provinciales para el transporte que compensen la caída de los subsidios nacionales, a salvo los de la "ley Rubeo" de 2014, que son apenas 385 millones de pesos (la cuarta parte de lo publicitado por los funcionarios provinciales, y subejecutados). Tampoco (como se dijo acá) sería solución el "proyecto Galassi" aprobado en el Senado pero estancado en Diputados (que Lifschitz pidió tratar en extraordinarias), que apenas sumaría otros 515 millones más, cuando los subsidios nacionales que dejan de venir son alrededor de 3700 millones de pesos.
Y si fuera como dice el Secretario de Transporte de la provincia (y antes que él, el ministro de Economía, su par de Infraestructura y el propio gobernador Lifschitz), ¿por qué razón no los empiezan a usar ya, en lugar de autorizar un nuevo aumento de casi el 35 % apenas empezado el año, cuando el año pasado los aumentos autorizados superaron la inflación?: la respuesta es muy sencilla, porque no existen, y el presupuesto aprobado no los contempla, y mintieron.
Relación compleja la del socialismo con los subsidios a las tarifas: apenas asumieron en la provincia aumentaron los peajes en la autopista Santa Fe-Rosario (llevan un 1944 % de aumento desde que gobiernan), y colocaron en las barreras unos simpáticos cartelitos con la leyenda "Peajes sin subsidios nacionales", como si existiera en el país alguna ruta provincial con peajes (como la autopista), con subsidios nacionales. Eso sí: la EPE (como veíamos acá) tuvo subsidiada durante 8 años bajo gobiernos socialistas (2007 a 2015) la compra de la electricidad en el mercado mayorista, pero aumentó invariablemente las tarifas, todos los años.
En el caso de Aguas Santafesinas (ASSA), en el 2007 (último año del gobierno de Obeid) la Administración Central subsidiaba el 47,48 % de los gastos de la empresa, y las tarifas que pagaban los usuarios costeaba el 52,52 % restante. Como consecuencia de los constantes aumentos de tarifas dispuestas por el socialismo, los subsidios bajaron al 25,08 % del total de los gastos de ASSA, y el 74,92 % restante es costeado por los usuarios con las tarifas que pagan.
Y con el transporte interurbano, sucede lo mismo que con la EPE: pese a que hasta el 2015 contaba con subsidios nacionales, los gobiernos del FPCyS les autorizaban a las empresas dos o más aumentos por año, siempre en el porcentaje que reclamaban; como se puede comprobar viendo los respectivos decretos de Binner, Bonfatti o Lifschitz. ¿No tendrá que ver con que, en violación de las leyes electorales de la provincia, algunas de ellas (como Monticas, la responsable de la tragedia de la ruta 33) son aportantes de las campañas del socialismo, no?
Eso sí: en lo que no le yembló el pulso a Lifschitz (hablando de subsidiar el transporte) fue en invertir más de 1800 millones de pesos en obras en los aeropuertos de Santa Fe y Rosario (este último autárquico, y con una importante recaudación de recursos propios) para obras de infraestructura que beneficien a las empresas "low cost" de aviación autorizadas a operar desde ellos por el gobierno de Macri.
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